Red Lights - Stray Kids

3.5K 425 71
                                        

Alec se encontraba sentado como si realmente esto le perteneciera. Rápidamente poso su mirada sobre mi.

-Eh, buenos días, vengo por lo del trabajo, ví un anuncio en línea hace unos días.

-Tome asiento.

Señalo una silla frente a su escritorio.

-¿Trae sus papeles?

-Si, aquí están.

Estiré un folder a sus manos. Lo abrió y comenzó a leer cuidadosamente.

-¿Tiene experiencia como recepcionista?

-Trabaje dos años con ese puesto.

Eso era mentira pero tampoco era tan inútil como para no saber eso.

-Lamentablemente hace unos minutos vino una señorita con ese puesto, yo necesito una secretaria así que si realmente necesita el empleo el puesto es suyo.

-Muchas gracias, ¿cuándo comienzo?

-En estos momentos. Permítame mostrarle el lugar y todo lo que va a necesitar para cumplir eficazmente.

Subimos escaleras, el venía atrás de mi, dijo que necesitaba atender una llamada lo cual fue un pretexto para mirar bajo mi falda.

El día estaba transcurriendo con normalidad. Llegó mi hora de comida, bueno la de todos.

-¿Le gustaría salir a comer con nosotros?

Se acercó a preguntarme el pelinegro.

-Me encantaría.

Todos estábamos comiendo. Alec se sentó a mi lado, esto era incómodo, intentaba rozar su pierna con las mías. Tenía que fingir que me agradaba su acción.

Llegó la hora de la salida, recibí un mensaje de Ran, sonreí por instinto.

-Estoy abajo, no tardes mucho.

-Bajo en seguida.

Me dirigí nuevamente a la oficina de mi "jefe" para avisarle que ya me iba.

-Jefe, me retiro, termine mi trabajo.

-¿No quieres que te lleve a tu casa?

-No quiero molestarlo.

-No es ninguna molestia.

-Tengo que pasar a comprar unas cosas, hasta luego.

Le di una sonrisa fingida para salir inmediatamente de ahí.

Baje y observé a Ran recargado en su auto, se veía jodidamente sexy, mis ahora compañeras lo desvestian con la mirada.

Camine hacia el, me detuve a centímetros de su cuerpo con los brazos cruzados.

-No quiero que vengas por mi de ahora en adelante.

Me molesta de sobre manera como lo miran.

-Vamos, no hagas un espectáculo.

Me pego a su cuerpo tomando mi cintura con una mano.

-No tengo porque hacerte caso.

-Entonces demos un espectáculo.

Sonrío con lascivia, su otra mano comenzaba a colarse dentro de mi falda. Suspiré levemente sobre su tacto, sabía que nos observaban.

-Aquí no -sentí como sus dedos se abrían paso por mis bragas.

-Estas tan húmeda, desde que tocaste la puerta de mi habitación está mañana no puedo dejar de pensar en follarte -susurro a milímetros de mis labios.

-Vamos a casa.

Quitó su mano de mi cintura y saco sus dedos de mis bragas para lamerlos mientras se daba la vuelta para entrar al auto.

Respiré pesadamente mientras entraba al auto.

-Sube tus pies al asiento, con las rodillas cerca de tu pecho -ordeno. -Ahora abre las piernas.

Obedecí.

-Piensa en una palabra que sea fácil de recordar para ti.

Asentí.

-Chupa dos dedos. Piensa que es mi polla en tu boca.

Su mirada se mantenía al frente, solo me miraba de reojo para asegurarse de que siguiera sus órdenes.
Mi intimidad comenzaba a palpitar, mi humedad comenzaba a caer al asiento.

Quería tocarme, necesitaba tocarme.

Chupe mis dedos con vehemencia, cerré mis ojos imaginando que el me estaba follando la boca.

-Si que eres una zorra.

Abrí los ojos observando como aflojaba su corbata.

-Dame tus bragas.

Las quite sin dejar de prestar atención a mis dedos. Se las entregué al sacarlas por completo.

-Mete tus dedos lentamente en tú intimidad.

Al sacar mis dedos de mi boca un hilo de saliva se hizo visible, los acerque a mi intimidad, comencé a frotar cerca de mi entrada. Solté un gemido.

-Te dije que los metieras.

Su voz estaba más ronca de lo normal, las venas de sus brazos se marcaban por la presión que ejercía cobre el volante.

Comencé a meterlos lentamente, era tortuoso no poder mover mis dedos rápido pero, este hombre sabe lo que hace.

-Puedes mover tus dedos a tú antojo pero te advierto que si te atreves a correrte antes de que lleguemos a casa te voy a castigar.

Volví a cerrar mis ojos, abrí más mis piernas para tener un mejor acceso. Mi otra mano acarició mis pliegues, un fuerte gemido se hizo presente por todo el auto.

Mis manos se movían solas, imaginé que era el, que el me estaba tocando. Cree pequeñas estocadas, movía mis caderas en busca de una mejor fricción.

Estaba a punto de llegar cuando me detuve.

Puse mis rodillas en el asiento.

Observé su miembro duro, se veía perfectamente marcado contra el pantalón del traje. Incline mi culo hacia la ventana para poder acercar mi rostro a sus piernas.

-¿Puedo? -pregunte antes de hacer otro movimiento.

-Puedes tomarlo.

Baje el cierre, metí mi mano. Soltó un gemido ronco ante el tacto. Lo envolví con mi mano creando un sube y baja.

De un movimiento lo metí en mi boca. Un ligero gruñido me hizo entender que estaba haciendo bien las cosas.

Intente meter todo lo que pude, me quedé quieta unos segundos.

Por fin tenía su polla en mi boca.

En algunos momentos sacaba su miembro para pasar mi lengua desde su tronco hasta su glande, el líquido pre-senimal podía saborearlo.

-Llegamos.

Guardo su miembro.

Suspiré frustrada, quiero que me folle.

Bajamos del auto y caminamos hacia la entrada.

-Ve a la habitación que está en el tercer piso, cuando entre te quiero ver de rodillas desnuda, cuidadito con que no cumplas mi orden.

Subí de inmediato las escaleras, quite mi ropa, me arrodille en el centro de aquella habitación esperando su llegada.

.
.
.
.
.
.
.
.

Dejo lo que sigue para el próximo capítulo porque siento que está siendo muy largo <3

𝚂𝚘𝚖𝚎 𝙲𝚑𝚊𝚗𝚐𝚎𝚜 - 𝚁𝚊𝚗 𝙷𝚊𝚒𝚝𝚊𝚗𝚒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora