QUINCE: La discusión.

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Verla ahí como si nada, mientras que Danniel lucha por mantenerse de pie, solo me dan ganas de golpearla. ¿Cómo se atreve a intentar abusar de mi mejor amigo? Ingreso a la habitación, y ayudó a Danniel a sentarse en su cama, desplomándose en el colchón. Me giro en dirección a Artemis, quien se ve un tanto pálida.

―Sé que se ve mal, pero no es lo que parece ―se excusa, pero solo me irrita oírla.

No soy de golpear a las personas, nunca lo he sido, pero tengo unas ganas inmensas de empezar con ella. Me acerco a ella, intentando contenerme lo más que pueda, porque sí comienzo una pelea con ella yo seré quién pierda. Después de todo es más alta que yo, y no soy muy fuerte físicamente. Pero es difícil controlarse en una situación así. Ella retrocede a cada paso que doy, hasta que su espalda se pega totalmente a la pared.

―Mira, solo estaba acostándolo... ―dice, pero la callo de una bofetada.

―¡No te atrevas a mentirme! ―vocifero totalmente enfurecida.

Ella se quedó atónita, mirándome con los ojos bien abiertos, sorprendida de mi reacción. Pero era algo obvio, todos habríamos reaccionado así en esta situación. Me mira, esta vez molesta, su amabilidad esfumándose. Me empuja, haciéndome tropezar, no esperaba eso por lo que me agarró distraída.

―Me tienes hasta la coronilla ―dice, hablando lentamente, intentando controlarse―. Me he esforzado toda la maldita noche por agradarte, pero solo me tratas como la mierda. Y no estaba intentando nada con él, lo estaba acostando porque está muy borracho.

―¿Y el decirle a Sam y a Josh que no se acercaran a él era muestra de tu amabilidad? ―replico, que ni se le ocurra voltear la situación para hacerla ver cómo la víctima.

―Lo dije porque Danniel estaba muy a la defensiva y ella suele molestarlo mucho ―contesta, aun intentando controlar su ira―. Si lo hacía en ese momento solo iba a empeorar el estado de Danniel.

―Eso no te daba derecho a decirle que parecía una salvaje por su cabello.

―¿Salvaje? Dije que mantuviera su salvaje cabello quieto, no es mi culpa que malinterpretara todo. ¡Ella fue quien me golpeó!

Punto para la pelirroja.

Mira, no confío en ti y menos en esta situación ―hablo, la calma llegando a mí finalmente―. Necesito que te vayas, yo me encargo de Danniel.

Ella no dice nada, camina hasta la puerta, pero se detiene. Se gira hacia mí, negando con su cabeza, mirándome de arriba a abajo. ¿Qué mierda ve?

―No entiendo por qué haces esto ―dice de pronto.

―¿Hacer qué? ―cuestiono.

―Lo has estado celando de mí toda la noche, pero vas y te abrazas con el otro chico. Te besas con él y luego te veo abrazada apasionadamente con otro. ¿No entiendes que solo lo confundes y lo lastimas a él?

―¿Confundirlo? ―inquiero, irritada por su comentario―. Yo no lo besé, él lo hizo y yo me separé. Y no lo celo de ti, es su problema con quién se mete.

―Ah, ¿si? Porque eso no era lo que parecías estar haciendo.

―No tengo que darte explicaciones de mis acciones a ti.

―¿Sabías que él terminó conmigo solo por ti?

Me quedo en silencio, no me dejaré confundir por ella, además este no es su asunto. Yo nunca le pedí a él que terminara con ella, igual me enteré de su existencia hace unos días. Pero por más que me intento convencer de que ese no es mi asunto... mi corazón se acelera, y en mi mente miles de preguntas nuevas llegan para confundirme. ¿Por qué dice eso? ¿Por qué dice que fue por mí? Estoy a punto de hablar ―posiblemente para mandarla a la mierda por mi orgullo―, pero ella se me adelanta.

Sola en el Mundo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora