VEINTISIETE: La verdad.

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C A R A.

Luego de aquella reunión improvisada en casa de Harry, me regresaron a mi casa a eso de las 12:00, siempre siguiendo el horario que mamá me dejaba. Había sido una buena noche, la verdad, la disfruté muchísimo. Descubrí cosas nuevas e interesantes sobre George y su situación con Shayfer... y que mi novio sintió algo por ella.

Quiero decir que lo superé luego de hablar con George y de estar con Harry el resto de la noche, pero estaría mintiendo cruelmente. No me siento segura, pero tampoco soy capaz de hablar con Harry sobre eso, mucho menos con Shayfer. Ellos se conocen de años, que yo me interpongo ahora solo por celos... sería totalmente absurdo.

En todo el día no he visto a Danniel tampoco, van dos días que no sé nada de él, al inicio creí que estaba encerrado en su cuarto igual que la otra vez, pero se me hizo extraño que estuviera encerrado por tres días. Le pregunté a Rick dónde estaba, pero él me dijo que había salido a hacer unas compras que él le encargó. No me convenció del todo, ya que la despensa estaba llena, no sé qué podría necesitar Rick que no tuviéramos ya.

Mamá no ha salido casi de su cuarto de escritura, ha estado sumida en su escritura, debe entregar un adelanto del próximo libro dentro de poco y tiene que darse prisa. Igual ha estado algo extraña desde hace unos días, así que prefiero evitarla. Por suerte tenía al mejor distractor del mundo: mi guitarrista favorito.

Harry me ha escrito bastante desde esta mañana, me desperté con varios mensajes suyos, y yo le respondí feliz. Era un chico increíble, mi corazón no podía evitar acelerarse cuando un mensaje llegaba, o cuando recordaba la noche anterior... o la noche del bosque. Aun no puedo creer que haya hecho eso, creí que moriría virgen y sin dar siquiera mi primero beso. Ese chico ha llegado para hacer a mi mundo dar un giro impresionante.

Ese día no hubo nada interesante que hacer, bueno, esa semana no tuvo nada interesante. No pude ver a Harry en todos esos días ya que habían estado yendo de entrevistas a entrevistas ―todas para canales de YouTube bastante conocidos―, o dando shows. Ni hablar de todos los ensayos, no ha tenido casi tiempo para verme, más bien me sorprende que lograra contestarme los mensajes e incluso sacara tiempo para llamarme.

Ya era jueves, y aun no había visto a Danniel por ningún lado, incluso lo busqué en su habitación en varias oportunidades, pero estaba todo perfectamente ordenado. ¿Dónde se había metido? Decida averiguar de una vez por todas donde se encontraba mi mejor amigo y camino hasta el cuarto de Rick. Toco unas cuantas veces para luego oír la palabra «pase» del otro lado de la puerta, ingreso tranquilamente, ocultando mis intenciones de sacarle la verdad acerca del paradero de su hijo. Él estaba sentado en su cama, recostado al espaldar de su cama, leyendo un libro.

―Señorita Cara ―saluda con una paternal sonrisa.

―Hola, Rick ―le devuelvo el saludo, tomando asiento a su lado en la cama.

―¿Sucede algo? ―indaga, cerrando lentamente el libro para centrarse en mí.

―Bueno... sí ―era el momento de atacar―. ¿Dónde está Danniel? No lo veo desde hace unos días.

Rick se tensó, podía percibirlo fácilmente. Ocultaba algo, y lo haría que me dijera.

―Él ha salido con unos amigos de...

―Eso mismo dijiste ayer ―corto, desmontando su mentira.

―Vale, me atrapó. Le pedí que fuera a comprar algunos ingredientes para prepararle su cena favorita a su madre y a usted, debía ser una sorpresa...

―Eso es mentira. La despensa está llena, hay de todo para cocinar ―lo descubro de nuevo.

Rick se veía nervioso, sabía que lo tenía acorralado. No entendía por qué me mentía acerca de dónde estaba Danniel, no es como si yo pudiera hacer nada para ir a buscarlo, o al menos no en el día.

Sola en el Mundo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora