Después de que dejaron en libertad a Sesshomaru, Rin pudo concentrarse en la defensa que presentaría, el juez le había otorgado una prórroga de 30 días para llevar a cabo el juicio de desahogo de pruebas por consideración de cambió de abogado.
Se encontraba en su despacho revisando la carpeta de investigación presentada a la corte cuando se topó con el nombre del abogado de Kagura “Onigumo Gagnon” Sin duda lo recordaba era un hombre mayor a 40 años, poco tolerante con los abogados jóvenes y mañoso en su trabajo, había tenido la desdicha de conocerlo en dos casos anteriores, para su poca suerte del hombre Rin le gano en ambos. Saber aquello le confirmaba que el caso no se estaba llevando de la mejor manera, no es de ocultarse que en el oficio existen abogados poco éticos capaces de cualquier cosa con el fin de ganar, sin embargo a pesar de su experiencia en comprar a funcionarios públicos ella estaba dispuesta a derrumbar su caso, el dictamen presentado por el criminalista le daba gran ventaja por su baja credibilidad “Ni el mío fue tan malo cuando estuve en la universidad” recordó su primer dictamen como estudiante. Durante aquellos días los mejores de su equipo la apoyaron en analizar cada una de las pruebas con las que se contaba del delito, en cuanto la fecha estipulada se cumplió, el juez notificó a ambas partes el horario en el cual se llevaría a cabo el desahogo.
El gran momento se dio, Rin y su cliente llegaron con tiempo de anticipación puesto que era requerido, sin duda se veía tranquila, tenía confianza y ese atuendo de traje sastre la hacía lucir como lo que era, una profesional en toda la extensión de la palabra, Sesshomaru por su parte no tenía expresión aunque debía aceptar que estaba nervioso, confiaba sin duda en su castaña pero existían la posibilidad de no quedar en libertad, no era una persona religiosa sin embargo en ese momento rogaba a cualquier deidad permitirle salir absuelto de aquel caso, no negaba que era un hijo de puta pero no era culpable de lo que le acusaban, sus pecados cometidos los estaba pagando poco a poco y esto… esto ya era un cobro excesivo.
Después de que ingreso el juez comenzó el juicio, todos en la sala guardaron silencio mientras se llevaba a cabo el protocolo de inicio en donde mencionaron las normas, los derechos y obligaciones de ambas partes, así como del jurado presente.
El primero en hablar fue el fiscal de gobierno quien presento la evidencia del delito para exponer la culpabilidad del acusado, al terminó se le dio la palabra a la castaña para poder realizar las preguntas que considerará necesarias referente a lo mostrado. Kagura fue llamada al estrado para narrar su versión, al finalizar Rin comenzó con las preguntas
―Señorita Peterson ¿Cómo definiría su relación con mi cliente antes de lo acontecido?
― ¡Objeción señoría! No es algo relacionado al caso ― intervino Onigumo descubriendo el camino que la castaña quería seguir
―Claro que tiene relación señor juez, si mi cliente y la víctima se conocían es relevante saber cómo era esa relación para entender lo que detono el delito, si es que existe
―No a lugar ¡Responda!
―…Era… algo complicada, hace tiempo quedamos como amigos
―Puede ser precisa en definir “Complicada”
―Salimos sin ningún compromiso por algún tiempo, después nos distanciamos
―Podría describir la actitud de mi cliente esa noche
Kagura rápidamente se puso nerviosa ante la pregunta, Rin tenía su mirada fija en ella y eso la hacía sentirse descubierta ―Al principio fue indiferente… al paso de las bebidas se comportó algo insistente conmigo, le pedí que parara y se molesto
―De acuerdo a su declaración, los hechos tuvieron lugar cuando los invitados al evento se habían retirado ―decidió acorralarla un poco más ― ¿Por qué no se retiró en el momento en que la mayoría lo hizo, si él ya había mostrado acometividad contra usted?
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Al final del Amor
Fanfiction¡Somos los indicados en el momento incorrecto! A menudo solemos conocer personas que por un motivo u otro llegamos a perder, ya sea de manera permanente o por algún tiempo, de cierto modo esta acción es buena pues siempre nos volveremos a cruzar con...