Las semanas transcurrieron con normalidad, gracias a la denuncia en contra de Hiten, Rin no volvió a ser molestada y pudo finalizar su maestría con éxito, solo le quedaba comenzar con los trámites correspondientes para su título académico.
Se encontraba recostada en la cama observando como Sesshomaru se abotonaba una camisa de seda color blanco, mordió su labio inferior disfrutando la vista — ¿Algo que quiera opinar señorita Clark?
—Nada en particular Coleman, solo estoy deleitándome con el panorama
—Me alegra que lo disfrute, es la única que puede tenerlo — se acercó a ella y la beso desprevenidamente
—Cuidado con lo que haces Coleman, podrías llegar tarde a tu reunión — I-T había estado trabajando para una marca de gimnasios en Brasil y Sesshomaru estaba al frente del proyecto aprovechando su estadía en el lugar, para su suerte ya había finalizado la publicidad y solo debía reunirse con su cliente una vez más para el cierre de campaña —...Aunque me encantaría hacerlo... — no terminó de hablar ya que Rin atrapo sus labios, estaba por arruinar el lindo nudo de la corbata cuando su celular comenzó a sonar —...Salvado por la campana — lo dejo responder y se dirigió al baño, al salir estaba nuevamente presentable y listo para irse —Mi buena suerte se acabó ¿Cierto?
—Por ahora, pero en la noche va la mía — amenazo con una voz cargada de sensualidad, esto erizo por completo a la castaña, un par de despedidas más y salió del departamento.
Aprovecho el tiempo a solas para alistar las maletas, un par de semanas más y volverían a Seattle, no podía ocultar su ansiedad, al regresar su relación ya no sería más un secreto, no estaba segura como lo tomarían sus amigos, su madre o Benjamín, pero de lo que si estaba convencida era del gran amor que sentía por él. El timbre la sacó de sus pensamientos, intrigada al no esperar visitas se apresuró a abrir — ¿Rin Clark?
—Sí — notó que se trataba de un mensajero, el cual le entrego una gran caja decorada con un listón plateado, firmo de recibido y cerró la puerta, un tanto temerosa se animó a ver de qué se trataba. Quedo sorprendida al encontrar un lindo vestido rojo entallado con una abertura en la pierna izquierda "¿Qué es todo esto?" se preguntó así misma cuando halló una nota:
Espero sea de su agrado este humilde vestido mi dulce princesa, sé que resaltará tu belleza, permíteme invitarte a una cena especial esta noche, si aceptas un chófer te recogerá a las 8:00 pm. Estoy ansioso por verte.
Siempre tuyo Sesshomaru Coleman.
Sintió que el corazón le daba mil vueltas, esos detalles la volvían loca y le confirmaban que Sesshomaru era la persona que siempre espero, el hombre con el que deseaba compartir toda su vida. Cuando llegó la hora con ilusión comenzó a alistarse, se dio un baño, al salir se arregló el cabello y uso un poco de maquillaje a juego con el color del vestido, con delicadeza comenzó a vestirse, las manos le temblaron cuando notó la hora 20:00, el timbre sonó puntualmente, al abrir se encontró con un hombre de piel, blanca, regordete y calvo —Mi nombre es Manten, seré su chófer esta noche señorita — agradecida bajaron hasta la acera en donde una linda limusina los esperaba, intentó no tropezar cuando subió. No dejo de admirar el paisaje por la ventanilla buscando algún indicio de hacia dónde se dirigían. Para su desgracia no conocía esa parte de Brasil, cuando el auto se detuvo notó que se encontraban en un lujoso restaurante, el chófer le abrió la puerta y le ayudo a salir —Su cita la espera al interior — respiro profundo antes de entrar, cuando se armó de valor comenzó su andar.
El lugar destinado para ellos estaba aislado de los demás comensales, Sesshomaru había reservado gran parte solo para ellos dos, en cuanto la vio sintió que su corazón lo abandonaría, se veía tan hermosa, mucho más de lo que podía expresar. Rin quedo boquiabierta al ver lo lindo y elegante que estaba decorado el lugar —Bienvenida mi amor
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Al final del Amor
Fanfiction¡Somos los indicados en el momento incorrecto! A menudo solemos conocer personas que por un motivo u otro llegamos a perder, ya sea de manera permanente o por algún tiempo, de cierto modo esta acción es buena pues siempre nos volveremos a cruzar con...