Capítulo 2 "La vida es así"

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Rin no tenía una relación buena con su padre, no guardaba buenos recuerdos del poco tiempo que paso con él, sin embargo no podía negar que lo quería y verlo en aquella habitación no sería algo sencillo. Inspiro hondo y cerró la puerta detrás de ella seguido de haber entrado ―Hola extraño ― lo tomó de la mano mientras le dedicaba una sonrisa melancólica.

―Hola... mi niña ¿Cómo... estás?

―Mejor que tú por lo visto ― intentar mostrarse tranquila no era tarea fácil

―Sin duda ―Intento sonreír ― No sabes... como... me alegra eso ―correspondió el ligero apretón de manos con poca fuerza

―Bueno... aquí me tienes papá...

―Primero que nada... quiero pedirte perdón... por no ser el padre que tu merecías y... ―Rin no lo dejo terminar ―Pa no tienes que decir nada, tú vas a mejorar y pronto saldrás de aquí... Y podremos... podremos... ―intentaba continuar pero las palabras amenazaban con abandonarla

―No... no saldré de aquí hija.... El tiempo se agotó y necesito decirte todo lo que me he guardado

―No necesitas hablar... Papá quiero que sepas que... todo está perdonado, no hay rencor hacia ti, yo...―con voz entrecortada pero sin derramar ninguna lágrima confesó ― Yo... te amo papá

―Mi niña... nunca pensé escucharte decir eso ―por su parte él no pudo evitar llorar

―No llores por favor ―le pidió sonriendo ― ¿Sabes? No entiendo cómo pudiste pensar que no te quería ―fingió disgusto ― Siempre te he querido... eres mi padre... y aunque no tuvimos la mejor relación de la historia... yo... yo agradezco a la vida por el poco tiempo que tuvimos para los dos

―Te quiero mi niña... y prometo recompensar mis fallas... aunque el tiempo se agote... Yo... repararé el daño que te hice

―No tienes que reparar nada papá, mírame soy toda una mujer... pero no dejo de ser tu niña pequeña

―Gracias... gracias por tu perdón hija ― después de aquellas palabras el corazón de aquel hombre se detuvo, el medico presente confirmo la hora de muerte mientras Rin salía de la habitación, por unos instantes su mente se encontraba en blanco, no sentía dolor o tristeza, cuando Kagome se acercó a abrazarla no supo cómo reaccionar por lo que solo correspondió el gesto ―...Él... él murió

―Todo estará bien amiga

―... Lo mejor será irnos ― observó cómo los hijos de su padre comenzaban a murmurar posiblemente sobre los bienes materiales que su padre dejaba como herencia, respiro hondo una vez más soltando el aire lentamente ―No tenemos nada más que hacer aquí ― Kagome asintió caminando a su lado en silencio, mientras esperaba que el ascensor del hospital abriera sus puertas su tía logró alcanzarla ―Rin... espera un momento

La castaña la observó con la mirada un poco perdida ― ¿Qué ocurre tía?

―Lamento tanto tú perdida, él era tu padre y aunque no fueron muy cercanos... ― intento terminar pero el llanto no la dejo

Rin se aceró a ella para abrazarla ―Él era tu hermano tía, estuviste más tiempo tú con él que yo... Al contrario yo lamento tu perdida... perdón por no acompañarte más tiempo pero es mejor que me vaya

―Debes acompañarnos en el funeral... será su último adiós

―No es buena idea... Además yo ya me he despedido de él

―Por favor hija... acompáñanos ― Hitomi se veía tan frágil, su ultimo hermano había muerto, el aire comenzaba a faltarle y la súplica en su mirada era tan notoria que Rin no tuvo más opción que aceptar ―Está bien... dime donde se llevará acabo.

Al final del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora