Habían transcurrido los días y Rin estaba segura de que no podría con todo por arte de magia sin embargo corría con la suerte de tener una mejor amiga que casualmente se encontraba haciendo su maestría en Gestión de negocios y contaba con una licenciatura en administración de empresas, sin duda Kagome sería su salvación, además que ambas saldrían beneficiadas puesto que su amiga llevaba algunas semanas buscando una buena propuesta de empleo acorde a sus capacidades.
El lunes por la mañana Kagome observaba el gran edificio de I-T Publicidad que estaba frente a ella, sabía de sobra que aquella era la empresa del padre de su mejor amiga, pero no tenía idea de porque se encontraba ahí, llevaba varios días que no hablaban ya que la universidad las estaba absorbiendo completamente, para salir de dudas decidió avisarle a su amiga que ya había llegado, Rin le pidió que esperará un poco, minutos después apareció la castaña ― ¡Holaaa amiga! ― le saludó efusivamente, Kagome correspondió
― ¡Amigaaaa! ― la tranquilizo verla más animada ―Que alegría verte ¿Cómo estás?
―Hecha un lio, pero ven ― la tomo de la mano y ambas comenzaron a caminar al interior de la empresa ― Tenemos tanto de que hablar
―Es lo que veo ¿Qué hacemos aquí?
―Ahora la empresa es mía ― notó el asombro en su amiga ―Bueno, solo la parte que le correspondía a mi padre
― ¿Está fue la recompensa? ― preguntó admirando el lugar ―Esto es un sueño
―Lose, más que un sueño es una pesadilla... ¿Te gustaría ayudarme con la remodelación de mi oficina? ― Kagome asintió con una sonrisa por lo que Rin la llevó más aprisa hasta llegar al interior, el lugar lucía espacioso gracias a que había retirado todo lo que su padre tenía ahí, solicito que llevaran dos escritorios de madera al lugar con sus respectivos componentes; como un par de archiveros y libreros, los equipos de cómputo eran bastantes modernos y muy parecidos a los que utilizaba en el despacho, Kagome no pudo evitar sorprenderse con aquello, el escritorio de Rin ocupaba el frente del gran ventanal, mientras que tenía un par de libreros en la pared de la derecha, seguido se encontraban los archiveros, del lado contrario se colocó el segundo escritorio de modo que quedara casi de frente al de Rin, a mitad del lugar pegado a una esquina se encontraba un mini bar equipado con lo básico. La oficina color perla fue adornada con algo de arte, específicamente cuadros réplicas de algunas pinturas famosas como: El grito de Edvard Munch, Lirios de agua de Claude Monet y la noche estrellada de Van Gogh, el baño con el que contaba la oficina era bastante espacioso con un lugar que fácilmente podría ocupar como armario, las paredes azul grisáceo lo hacían lucir elegante. En cuanto se sintió satisfecha con el lugar por fin tomo asiento ― ¡Luce increíble! ¿No lo crees?
―Por supuesto amiga, hemos hecho un gran trabajo, solo tengo una duda
― ¿Claro, dime?
―Has colocado dos escritorios, ¿compartirás con alguien el lugar?
Rin tomó asiento a la cabeza de su escritorio ―De eso te quiero hablar ― la invito a tomar asiento y comenzó con su propuesta, le daría un buen sueldo y le permitiría ajustar los horarios con la universidad, entre más escuchaba de aquella propuesta más convencida de aceptar se sentía, desde que estudiaban en la preparatoria habían deseado trabajar juntas sin embargo nunca les había sido posible por el enfoque de profesiones que tenían así que este era su momento. Después de explicarle la teoría de cómo funcionaba la empresa Rin llevo a su mejor amiga a dar un recorrido por todo el lugar.
Sesshomaru por su parte se encontraba confundido, desde que aquella mujer había entrado a la empresa una sensación extraña lo acompañaba, no toleraba verla a los ojos ni estar en el mismo lugar que ella sin embargo al mismo tiempo deseaba conocerla un poco más Sigues siendo un caprichoso Sesshomaru pensó, Pero esta vez no caeremos tan bajo después de reprimirse mentalmente continúo con su trabajo.
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Al final del Amor
Hayran Kurgu¡Somos los indicados en el momento incorrecto! A menudo solemos conocer personas que por un motivo u otro llegamos a perder, ya sea de manera permanente o por algún tiempo, de cierto modo esta acción es buena pues siempre nos volveremos a cruzar con...