Mieczysław Parker ¿Stark?

Capítulo 1

Estaba solo, otra noche solo. Pero, ¿Por qué? Sencillo, dio su lealtad y esfuerzo por proteger a las personas equivocadas.

P.O.V Stiles

Dos semanas habían pasado desde que me vi obligado a contarle todo lo que sucedía y rondaba en el pueblo. Siempre supe que ese día llegaría, pero no esperaba que fuese de esta manera y mucho menos que él reaccionara como lo hizo.

Flashback

-¿Desde cuándo? -cuestiono mirándome fijamente, tenía el impulso de apartar la mirada, pero me contuve.

-Todo comenzó cuando me encontraste en el bosque aquella noche buscando la otra mitad del cadáver, no estaba solo, Scott estaba conmigo... -y así proseguí a contarle a todo lo que tuvimos que enfrentarnos, pasando muy por la superficie el secuestro y tortura al que me sometió Gerad Argent.

-¿Y se puede saber cuándo pensabas contármelo? -era estresante el hecho de que su miranda no cambio en ningún momento, solo me miraba fijamente y hasta parecía que con desinterés.

-Cuando estuviese el pueblo tranquilo y sin ningún peligro te juro que te lo diría, pero no salió como planeaba.

-No claramente no. -se levantó de la silla donde estaba sentado y arreglo su uniforme, sin mirarme, paso a mi lado para dirigirse hacia la puerta principal.

-¿Dónde iras? -le pregunte un poco desconcertado por su actitud, no sabía que hacer, no me había preparado para este escenario.

-Al trabajo a donde crees.

-¿No dirás nada? ¿Simplemente te iras así? -le pregunte con un nudo en la garganta, agradecía que estuviera de espaldas y no notara las lágrimas que rodaban por mis mejillas a pesar del vago intento que hacía por detenerlas.

-Sí, simplemente así.

Fin del flashback

Desde ese día no compartimos palabras, miradas y claramente tampoco espacio.

Ya no voy a la comisaria para llevarle comida o compartir el almuerzo, solamente dejo la comida lista en la cocina para que se la lleve. Es como vivir bajo el techo con un desconocido o solo.

Paso gran parte del día dando vueltas por el bosque, la parte contraria a la vieja mansión Hale, gasto el tiempo entre libros mitológicos y algunos intentos fallidos, aunque no todos, de entrenamiento tanto físico como armas –dagas, pistolas y algunas como ballestas o arcos-.

De la manada no sé nada desde hace una semana o bueno si tengo conocimiento de donde esta cada uno, pero no es información por parte de ellos, suena estúpido después de todo lo que me han dicho y hecho, pero aun así necesito asegurarme que están bien.

P.O.V 3ra persona

Todo estaba siendo tan difícil de llevar que su cuerpo demostraba el cansancio y desgaste emocional y psíquico. Buscaba y buscaba alternativas para salir de ese lugar que lo asfixiaba, era más que claro que nadie lo quería ahí, y realmente necesitaba cambiar de aire, de ambiente. Necesitaba sentir que le importaba a alguien si comía, bebía y más importante, si dormía.

Levantándose de la cama donde se encontraba acostando lamentándose el giro que dio su vida, tomó su teléfono y marcó el número de quien hace años había considerado su héroe.

Llamando a tío Ben...

Un pip, dos pip, tres pip.

-¿Mica? -se escuchó al otro lado de la línea.

Los ojos del castaño se llenaron de lágrimas y un nudo se hizo presente en su garganta. Intentando contener los sollozos que amenazaban con hacerse oír contesto.

-Tío Ben ¿Podemos hablar? -su voz sonaba débil, cosa que preocupo al mayor.

-Claro que sí pequeño. Cuéntame ¿Estas bien? Sabes que puedes hablar conmigo, como en los viejos tiempos. -Su voz sonaba suave y cariñosa, pero eran claros los tintes preocupados que se hacían presentes.

Antes de que la familia Stilinski se mudase a Beacon Hills, Mieczyslaw y Benjamín Parker tenían una relación realmente fuerte, no solo de tío y sobrino, se cuidaban y trataban como hermanos, mejores amigos. Todo termino cuando las horas de trabajo de Ben aumentaron y Mica comenzó la escolaridad conociendo así a Scott McCall con quien paso a pasar gran parte de su tiempo.

Claro que seguían en contacto, pero no era lo mismo.

-Sí, si yo... me preguntaba si te molestaría que fuera a pasar un tiempo contigo y tía May.

-Nunca me molestaría tu presencia cariño, ni a mí ni a May. ¿Qué sucede Mica? Debo hablar con tu padre. -Eso alerto al castaño, su padre no podía enterarse de sus planes, no.

-Él está trabajando, pero no le molesta, de hecho, está feliz de que vaya porque ya sabes trabaja mucho y casi no está en casa. -Bueno eso realmente no era una mentira, no era una verdad completa, pero de que su padre no estaba en casa y estaría feliz de no verlo más, eso era verdad.

-Vale, lo pasare por alto por ahora, ¿Necesitas que te pasemos a buscar? ¿Cuándo piensas salir? ¿Cómo vendrás? ¿Tienes dinero suficiente? ¿Puedes... -fue cortado por una risita baja por parte del menor. Ninguno de los dos lo sabía, pero con el simple hecho de escuchar la voz del otro, una pequeña llama comenzó a llenarlos de una calidad que no sentían desde hace tiempo.

-No tienes que preocuparte tío Ben, tengo todo preparado para partir. Nos veremos pronto bohater (héroe).

-Nos vemos pronto psota (travesura).

Era tiempo de que comience de cero y esta era su oportunidad de conocer personas que tal vez lo aprecien de verdad y lo cuiden.

Lo necesitaba.

Estaba roto, pero quería sanar.

[...]

Llegar fue un caos, primero un auto bus hasta el pueblo más cercano con aeropuerto y luego el avión que lo llevaría hasta New York, paso gran parte del viaje bloqueando y borrando los números de la manada y su padre en su teléfono y redes sociales. Cuando llegase con sus tíos se compraría un nuevo número y no dejaría ningún rastro de su nueva locación.

Hubo momentos en los que sintió que estaba haciendo lo que no debía, sentía que estaba traicionando a su padre, amigos y hasta al coach, pero luego recordaba todas las noches de pesadillas que paso solo, los mensajes y llamadas sin respuesta y ese constante sentimiento de no ser importante para nadie, de no valer nada.

Años atrás le prometió a su madre que nunca dejaría solo a su padre, que lo cuidaría y apoyaría en cada momento en el que fuese necesario, pero también le prometió que nunca dejaría de ser el mismo, que viviría a pleno disfrutando de cada momento y eso era algo que no hacia hace mucho.

Se estaba perdiendo y ni siquiera era consciente.