Rin se cambio de ciudad luego de un incidente critico en su vida. Tal y como cualquier adolescente pensaba que la vida estaba en su contra y tarde o temprano esos errores e incidentes la alcanzarían a su nueva vida.
Pero un giro inesperado aparece...
advertencia: mención de pérdida de peso, por favor si no se sienten cómodos leyendo esto, pido que se salten la primera parte <3 _________________________
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"Yaku-san ¿crees que Rin este bien?"
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Narrador omnisciente
El sol estaba radiante, señal que hoy probablemente sería un buen día.
Pero para Rin definitivamente no lo era.
La pelinegra se levantó cerca de las 6 de la mañana para arreglarse. Tenía claro que hoy llegaría tarde a la escuela debido a los múltiples tramites que debía completar para quedar tranquila. Ahora que sabía que tenía un trabajo estable, podía gastar lo último del dinero que le quedaba en pagar las cuentas restantes y tal vez algunas compras para la casa ya que sobrevivir a base de ramen instantáneo estos últimos días no estaba siendo lo mejor para su salud.
Menos cuando debía estar todos los días ayudando al equipo de vóley.
Salió de su casa con dos chaquetas sobre su cuerpo ya que a pesar de que el sol estaba en su máximo esplendor, su cuerpo parecía no querer captar la calidez de este. Estaba al tanto que había perdido peso estos últimos días y todos podían notarlo, pero nadie decía nada por miedo a incomodarla, pero las miradas que le daban de vez en cuando eran más que claras para dejarle saber a Rin que no estaba pasando desapercibida.
Sus brazos estaban perdiendo la fuerza y podía notarlo cada vez que ayudaba a limpiar a los chicos o a recoger los balones del suelo y estos se cansaban a los 5 minutos. Cada vez que se levantaba de su lugar y un mareo la invadía de repente obligándola a sentarse nuevamente, pero lamentablemente no había nada que ella pudiera hacer contra eso ya que era algo que iba más allá de sus facilidades.
Caminaba por las calles intentando agarrar algo de calor mientras escondía sus manos en sus bolsillos. La primera oficina a la que debía ir estaba cerca así que no debía tomar el autobús para llegar, fueron solo cosa de minutos para que estuviera frente a la persona que la atendería el día de hoy.
- Ya veo... la deuda ha estado presente por más de dos meses – le informo el señor mientras leía un par de papeles.
Rin simplemente asintió ya estando al tanto de la información y simplemente entrego el dinero, así sería el resto de su día y estaba segura de que terminaría con un gran dolor de cabeza después de enterarse de todos los gastos que debía seguir cubriendo para el próximo mes.
Porque a pesar de que su madre llegara a casa – si es que algún día se dignaba a aparecer – estaría muy ocupada criticándola como para conseguir un trabajo y ayudarla a pagar las cosas de la casa.
