Rin se cambio de ciudad luego de un incidente critico en su vida. Tal y como cualquier adolescente pensaba que la vida estaba en su contra y tarde o temprano esos errores e incidentes la alcanzarían a su nueva vida.
Pero un giro inesperado aparece...
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"a veces todos necesitamos recibir ayuda para salir adelante" ___________________________
Draken
Hoy había sido un buen día.
Al taller habían asistido los hermanos Haitani. Nunca tuvimos una "rivalidad" declarada con ellos, simplemente era más como una coexistencia entre ambos cuando Touman existía, pero sin importar que, eso no quitaba el hecho de que los idiotas tenían dinero.
Hace unos días habían estado involucrados en un accidente que destrozo la mayor parte de sus motocicletas por lo que asistieron al taller con la esperanza de que pudiéramos repararlas y claramente con Inupi no podíamos desaprovechar la oportunidad de una buena ganancia.
Decidimos cerrar la tienda temprano ya que yo debía visitar a Mikey e Inupi se iba a juntar con Takemicchi.
Mis juntas con Mikey seguían siendo las mismas de hace años, solo que ahora no podía ir a peinarlo todos los días. A diferencia mía, el decidió quedarse para terminar la escuela aun que a decir verdad faltaba casi la mayor parte del tiempo, pero aun así intentaba dar lo mejor de sí.
- Espero vuelvas pronto Draken – dijo Emma mientras me entregaba un topper con comida.
- Gracias – respondí con una sonrisa recibiendo la bolsa entre mis manos. Emma y Shin siempre se encargaban de darme comida para llevar.
- Ken-chin, iré pronto a la tienda a hablar nuevamente con Rin – dijo mikey asomándose con una sonrisa pícara.
- Probablemente se espante al ver tu cara – dijo Izana pasando por detrás recibiendo un golpe de Mikey.
- ¡No se golpeen idiotas! – grito Emma acercándose a ellos, pero antes que pudiera alcanzarlos ambos corrieron.
- Ya sabes lo que vivo día a día – dijo Shin negando divertido.
Desde que falleció el abuelo Sano hace dos años, Shinichiro había quedado a cargo de la familia y también del dojo familiar donde a veces Mikey o Izana daban clases para así poder traer algunos ingresos a casa mientras que Shin hacia otros trabajos.
- Gracias por recibirme nuevamente – sonreí
- Ya sabes que siempre eres bienvenido – dijo colocando su mano sobre mi hombro.
Asentí y me despedí de el para luego comenzar a caminar a casa. Mi motocicleta había sufrido un pequeño desperfecto hace unos días y estaba esperando que llegara la pieza para repararla, así que por ahora tenia que caminar, tomar el autobús o el metro para ir a cualquier lado.
La noche estaba helada y agradecía haber salido con una chaqueta y una bufanda para cubrir mi rostro del frio. Coloqué las manos en mis bolsillos y comencé a caminar mirando el cielo. Admito que desde esa vez que caminé con Rin empecé a averiguar más sobre constelaciones ya que al parecer es algo que a ella le interesa y esperaba tener un tema de conversación si alguna vez volvíamos a caminar juntos o al menos poder saber de que estaba hablando.
