"Eres mi cielo y mi infierno" 🧛❤🧛♂️

Capítulo 39 "No voy a perderte"

Todos los quioscos de revistas estaban llenos de la portada del año "La boda del año" y en ella aparecían la feliz pareja Vachirawit Chiva-aree y Metawin Opas, se estaban besando delante de toda la gente, irradiaban amor por sus poros, la timidez con la que Win era tomado por esos fuertes brazos del Conde, y un hermoso beso sellaba ese enlace frente a todos los invitados y prensa presente, era sin duda un momento hermoso que Vachirawit quiso gritar a los cuatro vientos. Eso estaba mirando con sus ojos llenos de ira, hace meses había perdido a su cómplice y ahora solo, debía crear un plan para sacar a ese entrometido del medio y quedarse con lo que él consideraba suyo...Vachi.

Los días en el club al principio habían sido ajetreados, la prensa no cesaba de llamar y obtener alguna entrevista exclusiva y en profundidad de la joven pareja. Obviamente todo fue rechazado, pues Win no se prestaría a ventilar su intimidad, menos si se ponía nervioso y delataba a su prometido, eso jamás.

Vachirawit: ¿Siguen llamando cielo? – dijo tomando a Win por detrás y posando su cabeza en el hombro, mientras sus manos acariciaban esa pequeña cintura.

Win: Si, de verdad ya me apena decirles que no, es que amor, si digo algo fuera de lugar y si cometo un error, mejor no, me rehúso a ventilar nuestra vida privada – dijo haciendo puchero con sus labios enrojecidos por morderlos al sentir esas juguetonas manos haciendo círculos en su cintura.

Vachirawit: Y dime cielo ¿Te tomarías unos minutos para dedicarme unos cariños?, me has tenido botado y yo...

Metawin se volteó en seguida, sabía a que venía el Conde, y es que ahí en su oficina, su jefe y ahora prometido se comportaba de forma muy pervertida, le hacía temblar las piernas con un simple susurro.

Win: ¿Sólo unos minutos? Yo pensaba que justo ahora que terminé los pendientes... no sé, podríamos dedicarnos más que unos minutos ¿Qué dices? – y pasó su lengua sobre el labio inferior del Conde provocándole una corriente eléctrica que hizo que su prometido soltara un gemido. Su agarre se hizo más fuerte y lo acorraló contra su escritorio.

Vachirawit: Y me dices pervertido a mi... mi cielo es un descarado que pienso complacer por toda la vida- la mirada de Win se ensombreció, el Conde lo pudo notar.

Win: ¿La tuya o la mía? – dijo bajando la mirada a la vez que suspiraba.

Vachirawit: ¿Quieres hablarlo? En algún momento debemos hacerlo supongo.

Win: ¿Qué te parece si primero continuamos en lo que estábamos y luego con calma lo hablamos? – humedeció sus labios y atacó los del Conde de forma desesperada.

El Conde jamás, jamás diría que no a una petición suya, pasó de ser un hombre autoritario, cruel y despiadado, a uno completamente dócil, pero sólo con su amado, por él bajaría la luna de ser necesario.

Se dejó besar por su amado, sus manos se perdieron bajo la ropa de él, lo tomó y sentó sobre su escritorio parándose él entre sus piernas. Éstas lo rodearon y acercaron a su cuerpo, sintió su erección palpitante chocar contra el miembro de su amado que gemía mientras se devoraban en un beso intenso, tan necesitado como la escasa respiración de aquel momento. Se separaron escasos centímetros jadeantes, un hilo de saliva colgaba de los labios de Win, su pecho subía y bajaba ante la excitación y el hambre por sentirlo dentro de una vez, su cadera incitaba a la ajena a provocarle más placer y así lo hizo el Conde, sus ojos tornándose de un rojo que ya nada escondía de Win lo miraron intensamente, el deseo tomando ambos cuerpos, la habitación cubierta de una neblina que empezaba a espesarse, el Conde jadeo ante el semblante ardiente de su amado.

Vachirawit: Pídeme lo que sea y será tuyo – dijo envuelto en una estela de lujuria.

Win: Te quiero a ti, solo a ti... por... toda la eternidad, juntos – dijo sin despegar sus ojos del Conde, éste entendió perfectamente a lo que se refería – Hazme tuyo, hazme tu compañero, no quiero envejecer y dejarte solo, no quiero que pases solo otros siglos y encontrarte en otra vida, quiero vivirlas todas contigo, porque te amo, te amo tanto que me duele.