Capítulo 1

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3 años después...

­­–Hunter te puedes apurar– reclamé recargada en el marco de su habitación.

Hunter y yo nos habíamos vuelto mejores amigos, estuve con él desde que llego en la primaria, y de ahí nos volvimos inseparables. No puedo negar que me siento atraída hacía él, hay momentos en los que nos hemos dado ¿besos? -si es que así se le puede llamar a una presión de labios que dura menos de un segundo-pero no creo que ocurra nada más allá de eso, digo hace 1 año empezó una relación con Ana, una compañera del salón.

Los años le han sentado demasiado bien, el cabello color negro lo tiene largo, su musculatura ha crecido, ya que practica natación y a veces entrena americano, su mandíbula está más marcada, y sus ojos color miel siguen siendo igual de lindos y brillantes. Actualmente estamos en último año de secundaria y como siempre vamos tarde. Se tarda horas arreglándose, parece señorita, pero cuando se lo menciono solo se burla de mí diciendo "necesito estar guapo, ya lo soy, pero qué más da", así es, su ego también creció a tal punto que me asfixia.

–Jen querida, no es mi culpa que no te guste arreglarte para ir al colegio– abro mi boca y llevo una mano a mi pecho fingiendo estar ofendida–sabes que es broma tonta, te ves bien.

–Yo siempre me veo bien–digo quitando de manera pomposa el cabello de mi hombro, causando que ría. Camina hacia mí y pasa un brazo por mis hombros mientras cierra su habitación y comenzamos a bajar las escaleras.

–Si tú lo dices...–quito su brazo de mi hombro y lo empujo juguetonamente.

Su madre, Hanna es la encargada de llevarnos, en el camino cantamos y hablamos sobre cosas triviales. La madre de Hunter es muy linda, y su padre hmmm bueno de él no mencionamos nada y lo único que sé, es que hace dos años el señor Anderson se fue sin dejar rastro. Tengo que admitir que no lo veía venir, hasta podría decir que eran la típica familia que están en las portadas de revistas con el encabezado "A perfect family". También viven con Victoria, su abuela, esa señora es un amor y las galletas que hace son las mejores que he comido en mi vida, aunque siempre me guardo mis comentarios frente a mamá, cocina delicioso, lo puedo prometer, pero lamentablemente los postres no son lo suyo, a menos que se considere la mantequilla y masa quemada-casi carbón- como un sabor agradable al paladar.

Cuando Hanna estaciona el auto, nos bajamos y despedimos de ella con un movimiento de mano y por supuesto una sonrisa. Nos volteamos para empezar a caminar a la entrada, mi sonrisa se convierte en una mueca, ahí está Ana, no me molesta ni nos llevamos mal, de hecho, hemos tratado de llevarnos, pero no sé, nunca lo logramos y no me voy a forzar, bastante tengo con incomodarme cada que estamos los tres. Hay momentos en los que me quiero ir porque pienso que soy el "mal tercio" y no sé si Hunter lo nota o siente lástima de mí, pero no me deja o me dice que me espere y el esperar implica ver todos sus mimos. Aunque soy tonta, debería irme, pero pfff ¿qué más da?

Hunter cuando la ve, sale corriendo y la abraza, lo sigo hasta llegar a ellos

–Hola Jen

–Hola Ana–la doy un beso en la mejilla tratando de esconder mi incomodidad, aunque no funciona de nada porque creo que Hunter lo nota y rápidamente empieza a hablar con ella para distraer supongo.

– ¿Cómo estás cariño? ¿Qué tal te fue ayer?

Ana lo observa con esos ojos verdes que la caracterizan mientras que en sus labios perfectamente proporcionados se extiende una sonrisa. No miento, ella es muy hermosa, curvas marcadas, cuerpo esbelto, cabello largo, brillante y lacio de un color caoba rojizo. Suena exótico, pero es hermosa.

Para el chico que siempre amé [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora