Púlsares

Capítulo 13. "Mizar"

Ya estoy preocupada, ¿por qué no llega? Ya pasó media hora. ¿será que se arrepintió?

Dios, Jo. Deja la preocupación, todo está bien. Piensa positivo. —me dije a mi misma

Algunos minutos después

—¡Josie! Hey —Me saludó Abby muy agitada. —Discúlpame por llegar tarde, tuve práctica de natación y no pude salir temprano. Rogaba porque estuvieras aun aquí.

—Tranquila, Abby. De hecho, me alegra que sigas haciendo lo que amas —le dije emocionada

—Gracias, Josie. —Sonrió. —Supongo que quieres hablar de mi confesión y si no es así, yo sí quiero.

—Bueno, en parte. ¿Qué quieres decir acerca de eso? —La miré a los ojos.

Ella tomó mis manos y sentí su calidez.

—Josie, para empezar, quiero explicarte lo que sucedió el año pasado desde mi punto de vista. Sé que no quieres, pero debo hacerlo.

—Ya no hay problema alguno Abby, hazlo.

—En esos tiempos era muy lindo estar contigo, yo sentía que mi hogar eras tú. Cada día era mágico desde que te conocí. Para mí tu significabas mucho. Pero, el problema es que dejé de verte como una amiga, Josie. —Ella suspiró. —El ultimo día que pasé en tu casa me di cuenta que estaba enamorada de ti.

—¿Todo ese tiempo sentías eso por mí? —Solté una lágrima. —¿Por qué no me dijiste?

—La verdad es que el miedo me ganó. No quería que te alejaras de mí, mucho menos que me vieras como una persona extraña. —Apretó fuerte mis manos. —Yo quería seguir siendo tu amiga. Quise borrar esos sentimientos, pero no pude hacerlo. —Suspiró. —Cada vez que te veía sentía inmensas ganas de besarte. No sabía si sería correspondida y empecé a sentirme asfixiada, así que decidí alejarme de ti, Josie. Y a pesar que no quería hacerte daño, terminé haciéndolo.

—Abby... yo-o, yo-o, yo también estaba enamorada de ti. —le dije deprisa —Quizá hace un año no lo tenía claro, pero ahora sí. —Sonreí. —Incluso ahora, siento lo mismo.

Abby se quedó en silencio, casi en shock. De sus ojos empezaron a salir lágrimas y ella sonrió como nunca lo había hecho. Una sonrisa genuina y hermosa.

De un momento a otro dejó de sonreír y acercó su cuerpo hacia mí. Era difícil para mi asimilar lo que estaba sucediendo. Sus labios, quienes lentamente abrazaron los míos, eran los labios más suaves y tiernos que alguna vez sentí.

No pude contenerme, seguí su beso con la misma pasión y ternura que ella me ofreció. Ese beso nos dejó saber cuánto amor sentíamos y cuanto nos deseábamos la una a la otra. Nuestros cuerpos temblaban y la poca luz que había dejaba entre ver las gotas de sudor de ambas. Para mí ese momento gozaba de perfección. Como 2 hermosas estrellas juntas en el firmamento.