Campamento de Verano [EN EDICIÓN]

Capítulo 8

- ¡Voy a ir a la ducha yo! - gritó Jesús desde su cuarto.

- ¿Qué hacéis gritando por la mañana? ¡Que es muy pronto! - grité desde la cama. Son solo las nueve de la mañana.

- Dile a Jesús que me toca a mi ir a la ducha - dice Jaime.

- Que no, que me toca a mí - dijo Jesús. - Llevo más tiempo esperando y tengo más necesidades.

- Podéis parar de pelearos, por favor. Jesús deja que Jaime entre primero en la ducha que quiero hablar contigo.

- Porque tiene que hablar conmigo sino iría yo a la ducha.

Jaime entró en la ducha y Jesús vino a mi cuarto.

- Jesús necesito que me hagas un favor.

- Según, dime.

- Necesito aclarar unas cosas con Dani. ¿Te molestaría dejarnos solos hoy?

- Lo apruebo pero a cambio tienes que darme algo.

- ¿Porque? Si te vas a pasar el día con Jaime, te vas a divertir muchísimo - comenté quedándome un poco con él.

Fui a la habitación de Dani. Estaba muy mono durmiendo pero era hora de despertarse. Comencé a darle con un cojín en la cabeza.

- Vamos arriba Dani, nos tenemos que ir.

- ¿A dónde? es muy pronto.

- No preguntes y visteté. Yo voy a arreglarme.

Fui a mi cuarto y me vestí y me maquillé un poco.

Cuando salí, Dani se encontraba esperándome apoyada en el canto de su puerta.

- Has tardado muchísimo. Vamos.

- No encontraba las llaves de mi moto, tenemos que ir de alguna forma.

Salimos de la casa y con ayuda de mi moto conduje hasta el centro de Madrid.

- Vamos a dar una vuelta por la ciudad, tenemos todo el día para nosotros.

- Para empezar el día no está nada mal el plan.

Paseamos por la ciudad. Dani me lleva agarrada de la cintura y no me importa con lo que se lo permito.

- ¿Solo vamos a dar vueltas? - comentó Dani mirándome.

- Podemos hacer lo que quieras. Tu madre me dijo que no le importaba que no volviéramos hasta esta noche.

- Se que te apetece ver alguna tienda, te quedas embobada mirando a los escaparates. Y dentro de nada iremos a comer, casi no he desayunado.

Pasamos el día por Madrid recogiendo gran parte de sus zonas, hicimos varias compras, me divertí bastante gracias a él. Se hacía tarde así que decidimos volver a casa.

- ¡Ya estamos aquí! - grité entrando mientras soltaba el casco de la moto en el perchero.

- Pues si no os importa venir a ayudarme que Jaime y Jesús no se separan de la play.

- Ya vamos, voy a quitarme los zapatos y a ponerme un poco más cómoda - comenté subiendo a la habitación.

- Estos niños no se despegan de la maquinita - se quejó Eva. - Seguramente ya estén picados. Voy a terminar de hacer la cena, ¿podéis subir a por ellos?

- Subo yo y en dos minutos los tienes a los dos aquí abajo, estos niños me van a escuchar.

Subí y tras una pelea por quien era el mejor les quité los mandos y bajaron a terminar de preparar la cena y a comerla.

Tras terminar de cenar ayude a Eva a recoger todos los platos que estaban por medio y limpié la parte de la cocina que estaba sucia.

- Eva, gracias por acogerme casi sin conocerme - susurre.

- De nada preciosa, pero eres súper buena niña, se que no vas a dar problemas ni nada.

- Enserio Eva, muchísimas gracias.

- De nada preciosa. Si quieres puedes irte a tu cuarto yo termino de recoger.

- No me importa, estoy aquí hasta que tú me necesites.

- Tranquila vete arriba y descansa yo ya termino - dijo Eva segura.

- Vale Eva. Hasta mañana - comenté dándole un beso en la mejilla.

Subí a mi habitación y después de un buen rato escuchando música me dormí.

Narra Dani.

Llevo una hora en el baño duchándome y eso. Cuando salgo escucho una música fuerte que viene del cuarto de Lorena, así que me acerco a ver que es.

Cuando entré me la encontré encima de la cama dormida, así que le apagué la música y la acosté bien. Le di un beso de buenas noches y me fui a mi cuarto.

6 de febrero.