Medianoche [Diabolik Lovers] [Reiji Sakamaki/Shu Sakamaki]

Capítulo 15

POV itziar

Ah... que hermoso día, todos los astros, dioses y espítirus del cielo y el universo son amables conmigo... los locos adams con colmillos, alias los Sakamaki, no vinieron a clases. Por algún motivo que desconozco el sol parece más cálido y brilla de la forma perfecta, lo suficientemente radiante para iluminar todo y resplandecer, pero no tanto como para volverse molesto...
Los pájaros cantan en perfecta afinación, independientes de que tengan una especie diferente, suenan como una hermosa orquesta, acarician mis oidos.
El césped tiene un color verde particular que me encanta, cubierto por el rocío parece brillar al reflejar los rayos del sol.
Siempre he adorado el olor a humedad, y hoy está mejor que nunca, deleitando mis fosas nasales...
Las flores....

RING RING RING RING RING RING RING

Maldita alarma corta nota. Déjame soñar un poco con mi felicidad.
Estiré la mano para acabar con ese molesto sonido. Alcancé a rozar con la punta de los dedos el reloj sobre la mesita junto a mi cama, sin levantarme de entre las sábanas, no podía alcanzar el botón para apagarla y el puto sonidito ya me tenía los nervios encrispados, así que lo agarré por un costado y lo lancé contra la pared del frente... el pitido se detuvo, gracias a batman.

Fin POV

Apartó las sábanas de su cuerpo antes de sentarse en la cama, restregándose los ojos con insistencia, apenas había podido dormir algo con tantas cosas que pensar, le presionaban el cerebro. "Como si ya no tuviera suficientes problemas me busco más yo sola" pensó.
Dió un salto cuando un escalofrío le recorrió la espalda al intentar levantarse, el piso parecía hielo. Se armó de fuerza de voluntad para levantarse y caminar, en realidad no caminó, fue entre corriendo y saltando al baño como si su vida dependiera de ello... quizás su vida no, pero sus pies dependían de ello.

Regresó al cuarto ya aseada, en ropa interior, para su suerte el piso había adquirido una temperatura soportable pero seguía igual de frío, al igual que el ambiente. Recorrió el cuarto con la mirada para encontrar su reloj, destruído en el piso por el golpe contra la pared.
- Parezco Subaru - sonrió levemente y fue en busca de su uniforme escolar.

El enorme ventanal de su pieza estaba cubierto por las cortinas para evitar el paso del sol por la mañana, odiaba despertar así, si es que lo hacía, era otra de las cosas que criticaba cuando leía fanfics, ¿Cómo mierda la tal rayita podía despertarse con "Los rayos del sol que se filtraron por su ventana"? Eran molestos, escandalosos, y más de una vez le destruyeron hermosos sueños de ella matando dragones o algo por el estilo... ¿Quién coño despierta alegre así?
La falta de luz natural o artificial le daba un aspecto lúgubre a la habitación, no tenia nada que le diera vida, ya que de por sí casi todas las cosas eran de colores opacos y oscuros.
Se giró para ver a la ventana mientras terminaba de ajustarse la falda con una ceja arqueada, no le gustaba encender la ampolleta, cualquier tipo de luz le lastimaba los ojos cuando estaba recién despierta, pero tampoco era necesario ya que de todas formas, parte se la luz solar se filtraba por entre la tela de las cortinas, asi podía vestirse sin problemas.
Este día en particular, eso no había ocurrido, estaba a oscuras.
Para el momento en que llegó junto a la ventana, ya tenía todo su uniforme puesto, estaba terminando de acomodar el jersey que usaba debajo de la chaqueta del uniforme conforme caminaba, abrió las cortinas con los ojos cerrados preparada para una posible explosión de luz, pero eso no ocurrió.
- Hoy será un día triste - Suspiró, confirmando lo que veía. Regresó a su armario a por una sudadera para usar sobre el uniforme.
El cielo estaba nublado, nubes oscuras que no dejaban paso al sol, había neblina.
Normalmente se levantaba antes de que anocheciera completamente, ya que se habia hecho una constante esperar a que los Sakamaki llegaran en su limosina de niños ricos mimados para ir a la escuela, le gustaba estar ya lista y con algo en el estómago. Pero eso no iba a pasar hoy.
Se abrigó bien, le encantaba el clima frío y la lluvia, pero lamentablemente su condición de asmática no le permitía disfrutar plenamente de aquellos días húmedos.
La brisa gélida le dió de lleno en la cara en cuanto abrió la puerta para abandonar cualquier calidez que le brindaba su casa, si se iba a ir caminando tenía que salir lo más temprano posible, asi que decidió que comería ya estando en el instituto.
Cerró la puerta tras de sí, acurrucándose como pudo dentro de su enorme sudadera para mantenerse caliente y comenzó su camino, le llevaría 20 minutos si se apresuraba.
Hacía mucho que no recorría ese camino, miraba alrededor de vez en cuando para distraerse, y ver el paisaje tan de cerca, con toda la calma, le pareció hermoso.
Claro que todo esto lo hacía para evitar en lo más posible a los hermanos, el único al que podría dirigirle la palabra si vamos al caso es a subaru, quien esperaba que ignorara completamente lo que había sucedido si es que los otros no habían ido a chismearle. Ahora que lo pensaba, nunca habia entablado una conversación del todo con el peliblanco, pero tampoco se llevaban mal, se atrevería incluso a decir que podrían ser amigos, él era un rabioso pero también, era en cierta forma amigable cuando no estaban los otros a su alrededor; había podido relacionarse con él algunas veces que coincidían en deportes... se decidió a hablarle si se le daba la oportunidad.
Los minutos parecieron darle competencia a los segundos, para el momento en que se dio cuenta, ya estaba en el instituto.
Subió a su salón y se sentó en su lugar, mirando a la ventana y por la oscuridad dedujo que ya había anochecido, aunque aún asi podía distinguir las nubes que había visto antes... posiblemente llovería.
Sacó sus auriculares y se puso a escuchar música.
Por pura curiosidad llevó su mirada de nuevo a la ventana y pudo apreciar que los Sakamaki habían llegado. Frunció el ceño, alejó su asiento del de Reiji y le subió volumen a la música mientras se recostaba sobre el escritorio. Era momento de activar su campo de fuerza para evitar verlos o tener cualquier contacto.