mi primera y única flor - chaelisa

El último momento 🌹

Todos estaban destrozados, pero Adair.
La cara de dolor de Adair no se compara a ninguna.
Aún así debía cumplir una misión y entregar la carta de cada día de Rosé, porque eso habría querido ella.
La carta debe entregarse como está, es perfecta como está.
Se la daría después de que todo pase, cuando todos se hayan despedido de ella.

No podía soportarlo, no podia creer que los mejores seres humanos en su mundo se le hayan ido.
El debía ser el ángel de ellos, no ellos convertiste en ángeles...no así.

En tanto salió del hospital hasta la casa de Rosé nunca, en ningún momento dejó de llorarle, no podía parar ese dolor.

Un dolor tan familiar, tan reconocido.
Un dolor que no se puede superar. No es como subirse a una montaña rusa una vez y a la segunda ya te acostumbras, no es así de fácil.

El hace unas horas le dijo que el sería su ángel, y ahora ella es el ángel en su corazón y así será toda su vida.

Esto era demasiado doloroso de digerir.

Acaba de encontrar la carta y se dirige a descansar a casa. Después de dormir un poco despierta más cansando que antes, todo le pesa no podía ni pararse, el dolor en su alma es el que le pesa.
Recibe mensajes y el único que revisa es el de la hora del funeral y entierro.
Al alistarse no deja de ver en su cuarto, como si de una película se tratará, todos los momentos compartidos con Rosé, desde el primer día cada lugar lleva algo de ella junto con el recuerdo de aquel otro amigo.

En el funeral todo es tan oscuro, casi negro.
La madre solo está sentada recibiendo condolencias, la mayoría de la gente que llega no es conocida.
Lisa solo está ahí, casi pegada al ataúd, no deja de llorar y prometer cosas.
Hay ratos en los que se calma o sonríe, son sonrisas de recuerdos.

Jennie no se despega de Jisoo, Jisoo es su confort Jisoo se ve tan fuerte y destrozada a la vez, Jennie se ve tan pequeña y devastada.
Sus grandes amigas sufren un dolor inimaginable, pero su amada...
El dolor de su amada no lo puede ni imaginar.

Adair
La pequeña caminata hasta su tumba fue difícil, por alguna razón me ofrecí a ayudar a cargar el ataúd.
No fue un peso para mi, ni en vida ni en muerte sería un peso para mi.
Siempre luché para que ella no se sintiera una carga.

Y ahí estaba ella, la estaban bajando metros bajo tierra.
Duele ver eso, duele ver cómo alguien va por un hueco y nunca la podrás ver de nuevo.
Esto en serio debe ser solo para valientes, y por desgracia yo no lo soy.
Rompo a llorar si más y dejo un beso antes de mi última vista de su rostro, su rostro tan angelical que se ve que sus últimas expresiones fueron de felicidad.
Como si solamente estuviera soñando aún  eternamente.

Lisa

Solo Dios sabe cuántas promesas y cuántos recuerdos le cité a mi amada.
Mi amada la cuál estaba en una caja.
Cuidadosamente dejo el anillo que se suponía que ella llevaría hoy.
Es increíble como la vida cambia en tan solo minutos o segundos.
Es un golpe que nadie esperaría y tampoco se lo desearía a nadie.
Mi Rosé se veía tan angelical, como una niña dormida.
Su expresión no demostraba dolor o susto, era más como una alegría, como si nunca se hubiera dado cuenta de que le pasó.

Luego ver al amor de mi vida irse por un hueco, sin un último beso y sin ninguna explicación de su parte.
Literalmente se estaba yendo metros bajo tierra y yo nunca la oiré cantar, el canto que siempre oí y ahora pienso que nunca lo disfruté como debía, ni la podré ir a ver, abrazar, tocar... simplemente no podré hacer nada con ella, no la veré jamás.

Rosé me dueles, no sabes cuánto dueles.

Intento mover mi cuerpo, detener a las personas que la están bajandola por ese hueco, pero no me puedo mover. He perdido la cuenta de las veces que me he derretido, mi cuerpo golpea el suelo una vez más.

Mis amigas me sostienen en un intento torpe de no golpear mis rodillas en el suelo, las lágrimas saltan y me siento débil, otra vez estoy al descubierto.

Me quedo viendo todo el proceso con mis amigos y todo la gente desaparece menos nosotros.
Ella está ahí, debajo de ese montículo de tierra, adornada con flores igual de hermosas a ella.

- debíamos marcar nuestro destino, debíamos pasar el resto de nuestras vidas juntas, debíamos oír el "hasta que la muerte las separe" ¿Porque te adelantaste amor? - las palabras pasan quemando mi garganta, me destroza decir esto.

"Cause all of me
Loves all of you
Love your curves and all your edges
All your perfect imperfections

Give your all to me
I'll give my all to you
You're my end and my beginning
Even when I lose I'm winning"

Mi canto hizo que todo nuestro grupo de amigos rompieran en llanto y así todos me abrazaron en ese momento, un momento emotivo de verdad.
Ella debió vernos muy feliz...

Jisoo y Jen se despiden de mi

- mañana te vendremos a ver, si necesitas algo llámanos, estamos para ti

Solo atiné a asentir y despedirme.
Adair se me acercó un poco más apenado de lo normal, pero tenía una expresión decidida.

- ella era como mi hermana, y se cuánto te amaba a ti, yo sugerí que hiciera una carta de todo lo que le gusta de ti desde que regresaron, se veía muy emocionada con este proyecto. - la dejó en mis manos débiles y concluyó - supongo que la carta no se la puede considerar terminada y nunca lo estará, pero léela, se que a ella le hubiera gustado que la leas, si necesitas algo puedes decirlo igual, aquí estaré para ti.

Se marchó dejándome su número y así fue como mantendríamos contacto.
Me dispuse a leer la carta en voz alta frente a su tumba, quería saber su reacción al leer algo tal vez vergonzoso para ella y así despedirme con eso.

"Cada tanto vendré a leerla y así burlarme de tu cursilería."

Me dispuse a leerla y romper a llorar.