The Umbrella Academy 4

Situación Embarazosa Capítulo 42

Lluvia - Padre, espera por favor - pide ella al joven chico que camina desesperado

Cinco - Te pediré... hija, que guardes silencio, necesito pensar - responde él con mucha frustración

Lluvia - ¿En qué? Espero que sea sobre mis tíos y mamá, estoy bastante preocupada por ellos, ya lleva más de 61712819583 segundos que no los veo

Cinco - Los encontraremos - asegura él - Pero será difícil, hay mucho por pensar, tú, el apocalipsis, tu madre, mis hermanos, la línea temporal, la academia Sparrow, mi padre, la comisión... y hay demasiado por resolver

Lluvia - No te estreses padre - alentó la ojimiel - Piensa con cuidado y podrás resolver todos los problemas

Cinco - No es tan sencillo - dice con estrés, pasa sus manos por su cabello y alza la mirada, fijando su objetivo con confusión y triteza

...

Lila - No creo que sea buen idea llamarles, esa niña cree ser muy importante solo por... algo

Encargada - Es importante cariño - le dice ella - Hay asuntos que debo resolver con esa familia

Lila - Dijiste que los dejarías en paz - protesta la morena

Encargada - No hablo de los otros seis superhéroes de la academia Umbrella, sino de la familia de Cinco - explica con malicia mientras admira la bella foto de un Cinco y una Victoria adultos, ella con la pequeña Lluvia de grandes ojos color miel, en brazos

...

Diego - Bien, mi turno... - anuncia a su hermana mientras bebe un poco de cerveza - ¿Qué haces... si un lémur xilofonista te seduce mientras intentas dormir?

Victoria - No... tengo idea - responde en tono ebrio mientras ríe - Mejor... aprovechando que no está Cinco... ¿Porqué no bailamos como cuando éramos pequeños?

Diego - Nunca bailabas hermana, solo le entrabamos Klaus y yo, tú te quedabas desarrollando teorías de separación de átomos, lo sé porque yo siempre te miraba fijamente, aunque nadie se daba cuenta - le responde el moreno - Pero está bien, traje la grabadora de Klaus

Victoria - ¿Dónde diablos la consiguió? - ella se levanta del suelo junto con su hermano, pasando entre las latas de cerveza vacías, regadas por toda la habitación

Diego - No tengo idea, pero tiene chismes y buenas rolas - explica su hermano

Victoria - Espero que haya una alegre, de esas que tienen letras sobre algodón de azúcar y chocolates, así me deprimiré más porque nunca tendré eso - agrega con diversión

Diego - A tus órdenes, mujer - exclama mientras se dispone a buscar una canción en la grabadora

- Reproduzca para una mejor experiencia -

Victoria - ¡Amo esa canción! - grita mientras sonríe - ¡Es tan dulce y romántica! Es perfecta, hermano - alaga al moreno mientras cierra los ojos y chasquea los dedos

Diego - Lo sé - dice él mientras comienza a bailar junto con ella

Ambos cantan en el tono más desafinado, pero a ellos no les importa, solo se enfocan en bailar de forma rara y tomar cerveza mientras piensan en sus lamentos. Incluso Victoria se soltó el cabello, se levantó sobre la mesa en aquella habitación que consiguieron en el bar, moviéndose como si fuera una estrella de rock and roll, alborota su cabello mientras imita un micrófono con su botella, y mueve sus brazos como si fuera una avioneta.

Diego, por otra parte, se dedica a realizar su típico modismo de baile de la época ochentera, que se basa en movimientos con hombros y piernas muy alocados. Y así, ambos se olvidaban de que hoy, sus contrapartes de 1963, estarían intentando evitar el apocalipsis que dio su origen tras el asesinato de John F. Kennedy. Diego podía darse el lujo de estar confiado, pero Victoria, justo ahora tendría que ayudar a sus hermanos, tal y como se suponía que sucedería en la línea temporal.

La chica salta de la mesa y vomita sobre su hermano, quien está asqueado. Ella escucha un sonido extraño, bastante seco, y Victoria sabe de donde proviene. Busca debajo de la cama, encontrando el tubo con un mensaje de la Comisión.

Victoria - Malditos - murmura, luego de sudar con ese baile y de vomitar bastante, el alcohol ah dejado de ser tan fuerte para su cabeza

Diego - ¿Qué es? - pregunta extrañado, y detiene la grabadora

Victoria - La encargada... - responde - Sé que me escuchas perra - dice al aire - Así que de una vez te digo que no vas a tocar a mi familia. Ni a mis hermanos, ni a Cinco, ni a mi hija ¡¿Escuchaste?!

...

Cooper sonreía ampliamente, en su casa se sentía cómoda, y junto a John, ahora podría seguir con su vida, tal y como lo había planeado, aunque ese no era su único motivo de felicidad. Mientras su novio hacia algunas llamadas para confirmar que todo estaba "bien", Cooper se dedicaba a limpiar la casa, tal y como era su deber de futura esposa ante John, aunque se había dado un escape rápido para ir al instituto psicológica y pedir ayuda con una prueba de embarazo. 

Ahora tenía la hoja de papel en mano, quizá las pruebas de esta época solo tenían un 70% de eficacia, recordaba eso a la perfección ahora que su memoria de 2019 había sido recuperada, pero ella también ahora tenía mucha más inteligencia como para estar segura de la razón de su humor y sus mareos.

Esbozo una sonrisa mientras tocaba su vientre con amor, ya había visto a su hija de dieciocho años, y aunque era una hija con Cinco, ella estaba igual de entusiasmada por este hijo que tendría con John, el hombre que ella amaba.

John - Terminé con el señor Perseus - le informa a su novia - Nos dio una semana de descanso, entiendo lo de tu supuesto secuestro

Cooper le sonríe - Querido...

John - ¿La cena está lista? - pregunta él

Cooper - No, bueno... si, pero no es de eso de lo que quiero hablar contigo...

John - ¿Qué pasa? ¿Es sobre tu familia? - pregunta con preocupación

Cooper - Es... sobre nuestra familia - corrige ella mientras le entrega la hoja del estudio

John lee el documento, y parece no entenderlo, pero cuando ve la mirada de su novia y sus manos sobre el vientre de la misma, comprende todo.

John - ¿Estás...?

Cooper - Seremos padres - dice ella

John la carga y da vueltas junto con ella mientras ambos ríen en sintonía, están emocionados y felices por la noticia, pero Cinco, quién observa la escena desde la ventana de la casa, está más triste que nunca por la embarazosa situación, sobre todo porque, en el abrazo, John  puede distinguir al chico y a su hija en la calle.

...

En memoria de A. C.

Querida amiga y escritora