You Right | Ran, Rindou y Sanzu.

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[𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓]

Las luces de colores y el ruido del exterior inundaba el lugar donde Bonten se encontraba bebiendo y jugando entre ellos. El humo de los cigarros y puros daban ese aroma distintivo que ponía a todos en ambiente.

En una de sus tantos lugares clandestinos, y claro, en la sala VIP.

Sanzu miraba expectante desde el otro lado de la habitación mientras los Haitani insistían a t/n que no podría hacerlo debido al porte que tenia.

—Lo haré por un millón de dólares, perras —retaba ella en completo estado de ebriedad.

—Te crie bien —burlaba Kokonoi brindando con su copa. Ella guiña a él tomando otro trago de vodka que quema su garganta.

El resto de Bonten estaba al rededor de los Haitani y la chica que habían estado jugando póker por las ultimas horas, apostando de todo un poco. 

Rindou se niega a seguir jugando con Ran y t/n, así que deja sus cartas al terminar aquella partida, es abucheado por ambos mientras el resto lo recibe con aplausos. 

—Bien, Ran *hic* te voy a destruir en esta mano —amenaza ella resbalando sus palabras.

—Quisiera ver que lo intentes.

Ran la escanea completamente, ella se desata su corbata mientras Kokonoi barajea las cartas nuevamente.

—Hagan sus apuestas chicos, o me empezaré a aburrir —dice Koko repartiendo 2 cartas a ambos.

T/n mira sus cartas con una sonrisa pícara en su rostro, le pide a Koko una carta más y su sonrisa se hace más amplia, escanea el lugar detenidamente, piensa con detenimiento que hará, destrozar a Ran con las cartas que sostiene en su mano o empezar un juego diferente. 

Observa la única carta volteada de Ran que es una J de diamantes. La regla de póker es juntar la suma de 21 con las cartas que tienes o acercarte lo mas que puedas a este numero sin pasarse. Ran se veía bastante seguro de las cartas que sostenía.

—Tengo una mejor idea... —habla ella poniéndose de pie mientras desabotona su chaleco—. A menos que te dé miedo, Ran.

Este asiente aceptando su reto, ella camina a Sanzu revisándole los muslos y el respaldo del sillón en el que está sentado. Cuando encuentra lo que necesita, lo toma con seguridad y deja un pequeño beso en los labios de Sanzu para regresar a su lugar.

—T/n, ¿Qué carajo crees que estás haciendo? —cuestiona Kakucho poniéndose de pie.

—Solo prendiendo esta fiesta, Kaku-chan —se ríe vaciando las balas en el suelo—. El que ustedes se queden sentados ahí como abuelas, es aburrido, llámense a unas chicas por lo menos.

Kakucho rueda los ojos llamando a una de las strippers que estaban cerca con sus dedos, la chica se acerca y él susurra algo en el oído a lo que ella asiente volviendo a irse.

—¿Ves? No era tan difícil.

T/n pone una sola bala en el cilindro del revólver y lo gira con fuerza para después cerrarlo de la misma manera.

—El que pierda... —comienza ella pero es interrumpida por el segundo hermano que se acerca a lado del mayor.

—Se muere, ¿No?