Era domingo, estaba apuntó de mandar mis papeles para la universidad diciendo, que me habían corrido de la clínica; cuando mi celular sonó.
Revisé el número y no lo conocía.
-hola?- dije nerviosa
-señorita... venga rapido, tengo buenas noticias- era el director
Salí corriendo , tomé mi auto, maneje hasta la clínica, lo estacione donde pude, fui a la entrada, el director me esperaba ya ahí.
-que paso?- pregunte rápido, quitándome mi abrigo.
-acompañeme- dijo el y comenzó a caminar.
Caminábamos hacía el cuarto de Lizbeth mientras el me decía.
-mira lo que has hecho, creo que te daré otra oportunidad- su tono era frío algo seco con un toque de esos que tienen los padres cuando pasa algo malo pasa pero no te quieren decir.
Estaba algo confundida, cuando llegamos abri la puerta de golpe, la vi estaba hablando con algunos de los especialistas, sentada en la mesa de metal con una sonrisa en su rostro, una que no daba miedo, era tierna, te daba calor y confianza, le estaban dando de comer.
-llegas justo a tiempo- me dijo el mas joven de la habitación.
-Lizbeth, puedes pararte?- pregunto uno de los hombres que estaban ahí dentro.
-creo que no estaría mal un poco de ayuda- dijo ella sus ojos brillaban, entonces lo vi, sus ojos parecen brillar y estar llenos de vida, pero si los miras mucho no vez nada, ninguna emoción.
La pararon, la escena se podía ver en cámara lenta, dos hombres estaban sosteniendo sus piernas firmemente, podía ver las venas sobresalir de sus brazos, una chica castaña quitaba las correas de camisa de fuerza, una por una, el ruido de cada una retumban en la habitación , Lizbeth se movía poco a poco, yo estaba sentada en una silla de la mesa mis piernas estaban cruzadas, se movían inquietas, los dos hombres se pararon y comenzarón a quitarle la camisa de fuerza, debajo de esta traía una camiseta blanca, mientras se la quitaban ella se tronaba el cuello, lo movía de un lado a otro, cuando se la quitaron, se empezó a estirarse los brazos, sus huesos crujian, parecía, que había pasado mucho estando en esa posición.
-pero, que lindo, es estar sin esa cosa- dijo ella tirándose en la cama que estaba atrás, su voz era tan tierna, ella parecía hacer un ángel de sabanas.
Entonces una voz de un hombre se escucho atrás.
-oye, el director quiere verte-
yo me pare, la mire, ella seguía con su ángel así que me fui a su oficina, por suerte el elevador ya funcionaba.
-disculpe queria verme?- pregunte mientras cerraba la puerta.
-nose como lo has logrado... Una hazaña impresionante, pero quiero que vea esto-
Me señalo una laptop, me sente, puso un video era el juicio de Lizbeth, ese entonces tendría unos 18, tenía el cabello corto, su piel no era pálida si, no morena clara.
En el video el juez mando a Lizbeth a que diera sus últimas palabras para que se tome la decisión.
-yo no queria lastimar a nadien, pero solo así se callaban- gritaba ella mientras lloraba, se tomaba la cabeza.
-quienes se callaban?- preguntó el abogado contrario, ella se empezó a reír muy sadicamente, pero las lágrimas no paraban.
-hay voces en mi mente que gritan, y gritan justo a hora lo hacen, no lo escucho con mucha claridad, ellas me dijieron a quien y como matar, yo nunca quise lastimar a alguien, fueron ellas- ella tenía una sonrisa, como si tratará de no tenerla, sus lágrimas no paraban, así acabo el video.
-ese... Ese fue su primer juicio, cuando realizaron los exámenes para con probar su locura los exámenes salierón positivos así decidieron que ella sufría de varios trastornos mentales y la mandaron aquí; en ese entonces la clínica era muy famosa- yo no sabía como responder así que me quede callada.
Trage saliva -si te enseñó todo le juicio, veras por que dieron ese veredicto...ahora quiero que mires sus primeros días aquí-
Me mostro otro vídeo, estaba en su habitación, decía cosas y gritaba otras, no se le entendía, luego pasa otra escena donde un enfermero trata de meterse a darle de comer, ella lo golpea con la charola, le tira las cosas, abre la puerta y empieza a correr, trata de escapar, unos cinco hombres la estaban sosteniendo mientras una enfermera la inyecta una y otra vez algo.
-le inyectamos mucho sedante, parese un alienigena, un demonio o un moustro, casi no le hacen efecto, es mas fuerte de lo que parece y es bastante inteligente, muchos renunciaron por su culpa- mire al director parecia trizte y enojado o frustrado.
Seguí mirando el video era ella atacando a otros pacientes.
-cuando la pudimos parar, la encerramos sin la camisa de fuerza-
yo lo mire -y por que la camisa?- pregunte por curiosidad.
El no dijo nada solo puso un video de una camara de seguridad, era de noche, Lizbeth estaba sentada a las 9:00 p.m de ahi se corta hasta las 3:40 a.m donde se para mira la camara y le da un golpe fuerte, pero no como para que deje de funcionar, le arranca un trocito de vidrio del lente, se logra apreciar como se empieza a cortar una pierna, como se apuñala con el vidrio en el estomago, sin hacer ningun gesto de dolor, describir la escena es complicado, el cuarto blanco, ver a alguien haciéndose dañoquis muy serio sin gesto alguno.
Me aleje de la pantalla -lose, es increible lo que hizo- dijo el director.
-¿si hizo todo eso en sus primeros días? ¿que hizo para quitarle la camisa de fuerza?- dije yo, el se paro se dio media vuelta.
-estaba llorando, decia que tenia hambre y que se sentia sola, mande a los especialistas a darle de comer, ellos llegaron corriendo, dijieron que Lizbeth estaba hablando con ellos, como alguien normal, no sólo eso, que al abrir la puerta, no trató de escapar, ni los golpeó, al contrario les hablo de libros y de lo que extrañaba de estar afuera de esas paredes, eso me convenció para quitarle la camisa de fuerza, ella jamas tiene una conversación normal, siempre hace preguntas raras y se enoja si no respondes como ella quiere, odia a los especialistas y nunca contaria cosas que hizo antes de estar aquí-
La oficina se lleno de un silencio, el director se volteó.
-por eso, le dare otra oportunidad, así que corra vaya con su paciente- lo mire sería, confundida.
-gracias, no le fallare- me marché a el cuarto de Lizbeth.
Entre ella estaba sentada en la mesa, el chico que estaba con ella salio; entonces, yo me sente.
-bueno, ahora podemos hablar?- dije algo emocionada.
Ella cruzo sus piernas, sus brazos y miraba para otro lado.
-me dirás algo?- dije, pero ella ni se movió.
-como que?- dijo ella, en la misma posición.
-ya te ayude a caso no te basta?- dijo ella, la mire confundida.
-no te entiendo?- estaba muy confundida.
-te ayude, si quisiera pude fingir mi locura y que te quedarás sin tu trabajo- me miró de reojo.
-aja?- seguía sin entender.
-bien, ahora que te ayude, me debes algo- yo la mira desconsertada.
-claro, dime que quieres- ella me miro, se paro, se sento en la cama.
-sabes... Cuando estoy sucia, limpian mi cuerpo con bandejas de agua o chorros de una mangera- dijo en un tono suave muy calmado.
-no entiendo- ella se paro se sento en la mesa de metal.
-lo que te pido es que me consigas un baño- dijo mientras cruzaba una pierna.

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Tesis Sobre La Locura
HorrorUna joven psiquiatra recién graduada, tiene el sueño de tener un buen trabajo, en algún gran hospital psiquiátrico y ayudar a los enfermos, pero a falta de experiencia, no la reciben donde ella desea, terminando en un lugar donde conocerá a Lizbeth...