-y por que no?- respondi muy calmada sin saber lo que pasaría, ella alzó la mirada, me observó directo a los ojos, sus ojos oscuros que te penetran hasta los huesos.
-lárgate!!- grito ella llena de furia, no seguí insistiendo y me levanté de la silla.
Esmeralda y Fernando entraron a la habitación, así que tome mis cosas y salí al pasillo esperando que Lizbeth se calmara un poco, cuándo ellos salieron me mirarón con algo de preocupación.
-creo que deberías tomarte unos días libres- dijo Fernando algo preocupado, me sentía desconcertada.
-pero.... ¿por que?- dije yo, ellos sólo agacharón las miradas.
-ella no te quiere ver, eso fue lo que nos dijo y aunque eres con la que más habla creo que no es conveniente que estés aquí si ella no te quiere ver, no te preocupes nosotros te avisaremos cuando todo este mejor- dijo Esmeralda algo triste, yo acepte, tomé mis cosas las cuales se encontraban en el primer piso, salí de la gran clínica y tome mi auto.
Cuando llege a mi casa estaba apunto de meter la llave en la puerta, pero la puerta ya estaba abierta , entré asustada y encontré un chico rubio, de ojos verdes en mi sala viendo televisión, mientras tomaba un vaso de refresco de cola.
-genial!! ya llegaste, ya me estaba aburriendo- me acerqué a él estaba en ropa interior, la boca cubierta de chocolate, a su alrededor un montón de paquetes vacíos de bulces, frituras y diversa comida chatarra dispersa por todo el piso, en la televisión una caricatura vieja, un programa para niños de 10 años al menos eso se veía.
-¿¡que estas haciendo aquí !?- le pregunte enojada.
-calmate, ¿a casó tu hermanito no puede venir a verte?- dijo el, algo sarcástico.
-¿no deberías estar trabajando en tu reporte para entrar a esa Universidad prestigiosa o algo así?- el se tiro en el sillón.
-debería, pero no tengo idea de que hacerlo, y que mejor de venir a casa de la guardadora compulsiva de periódicos con informes geniales!! Que aparte esta loca, al extremo por casos de asesinos- dijo sonriendo y en tono medio burlón.
-ja, ja que malo eres pero bueno -¿y ya los encontraste?- el miro con una cara fingida de avergonzado con mi comentario.
-¿por quién me tomas? si ya los encontre- dijo y sacó de a un lado un paquete enorme de periódicos.
-debía saberlo eres mi hermano, ahora ponte algo de ropa- hice una mueca de asco.
-a la orden señora- dijo con un saludo militar y con un tono de voz igual militar.
-Okey, ve a trabajar yo haré algo para comer- apagó la televisión y se sentó en la mesa tomando los periódicos, yo me metí a la cocina.
Salí y traje dos platos de spaghetti, comíamos mientras hablamos un poco sobre la universidad, luego lo dejé trabajar y saque algunas cosas que le podrían servir para su informe, ya que antes me gustaba ser una detective, así que tenía muchas cosas sobre algunos casos.
Llegó la noche, mi hermano se había dormido en la mesa, estaba apunto de despertarlo cuando leí "Asesino en serie ataca otra vez" era un periódico viejo de los casos de "sangre" lo más seguro, tengo una obsesión con los periódicos, tengo un cuarto especial para ellos, con noticias importantes, mínimo que me llamen la atención, en especia de sangre, desde hace mucho la seguía, tomé el periodico y a bajo vi otro título "chica prodigio, gana concurso de robotica" vi la foto de la portada, era Lizbeth, estaba algo borrosa, la imagen mojada, pero parecía ella, con un grupo de chicos más grandes.
Llevé a mi hermano al cuarto de visitas, guarde el periódico y me fui a dormir, me levante temprano, me metí a bañar, me vestí rapido, mi hermano despertó.
ESTÁS LEYENDO
Tesis Sobre La Locura
HorrorUna joven psiquiatra recién graduada, tiene el sueño de tener un buen trabajo, en algún gran hospital psiquiátrico y ayudar a los enfermos, pero a falta de experiencia, no la reciben donde ella desea, terminando en un lugar donde conocerá a Lizbeth...