Genesis

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Se sento en la cama, respiro hondo y se tiro en ella.

-y por que?- pregunto ella esperado a que respondiera correctamente.

-cada acción tiene su reacción?- dije dudosa pues, me habían dicho que Lizbeth se enoja si respondes mal.

- el día que llege al horfanato, era muy pequeña pero lo recuerdo algo bien, una mujer me llevó a un cuarto, me senté en la cama y me puse a llorar, nose por que lloro, pero después de un rato salí, escuché murmullos en una habitación, creo que por curiosidad los segui- estaba parada a lado de la puerta, nerviosa por sus palabras.

-que fue lo que escuchaste?- le dije, ella se sento, me miro directo a los ojos.

- me asomé un poco y entonces escuche ¿estan seguros de tenerla aquí? esa niña solo traerá problemas al orfanato, ¿no saben lo que paso en su casa? su padre asesino a su madre, ella trato de defenderla, el abusaba de la niña. Otra mujer le pregunto, ¿y el padre donde esta? Nadien sabe, se cree que se suicido, aunque en las armas sólo hay huellas de la niña, las mujeres me vieron y se asustaron, no quedaba duda hablaban de mi- Lizbeth dio una pequeña pausa.

Di pasos para atras, me sentía, nerviosa, no se, un cosquilleo recorría mi espalda, mis piernas no lograban sostenerme, cuando estaba apunto de caerme, ella comenzo hablar.

- pero, lo unico que se es que yo no lo mate, tenía tres años no creo que podría ¿donde esta? Quien sabe, ojala y no lo vuelva a ver nunca, aunque nunca me preocupe por mi origen, no quiero pensar que vivía ya en un infierno- me le a cerque un poco.

-como era la vida en el orfanato?- pregunte, su mirada cambio, era la de siempre, pero, sus ojos parecían triztes, la primera emoción que logre distinguir.

-llege, pronto entre al jardin de niños, aprendí rapido, ya sabía lo basico, leer, escribir, sumar, restar, multiplicar y dividir, en cambio los otros niño, con trabajo podian hablar, pase a tercero por que ocupaba los papeles para la primaria, pero ahí comenzarían los problemas, los demas tenían celos, yo creo eso, me gusta creer eso, por que cada vez que me veían me tiraban, me empujaban, al principio no le di importancia, creó que ese fue mi peor error -

Camine un poco mas hacía ella y fue cuando entro Fernando con la comida de Lizbeth.

- hora de la comida!! Brithani, tu ropa ya esta seca- sali del cuarto y los deje solos.

Fui por mi ropa, me cambie, sali y fui por algo de comer, a la cafeteria y vi a ¿¡Lizbeth!?

-quien te dejo salir?- pregunte entre asustada y confundida, me mostro la tarjeta con la que abren la puerta.

-queria un vaso de leche, Fernando nunca me lleva leche, así que robe su tarjeta y sali- mi mente se puso en blanco.

-y donde esta Fernando?- fue lo que pude decir, algo débil y entre cortado.

-en mi cuarto- la tome del brazo y comenze a caminar.

-oye rubia! eh matado hombre más grandes que tu con mis manos, dime como se te ocurre que puedes tratarme así- no dije nada solo segui caminando, ella no dijo nada tambien y camino, abri la puerta, Fernando estaba inconsciente en su cama, ella se sento a su lado, yo lo tome y sali como pude.

-oye rubia, me traes leche y un pastel de chocolate- fue lo ultimo que escuche.

Sali, cerre la puerta y vi a Esmeralda parada, cruzada de brazos -tienes suerte de que no la reconocieran- me grito y tomó a Fernando.

-eres una niña, nose como alguien pudo creer que serías capas de hacer esto, mejor vete a casa, yo me are cargo de todo- se alejó con Fernando.

Sus palabras me dolierón, no se por que me dolieron tanto, ya sabía que no le agradaba, estaba a punto de irme cuando escuche un golpe en la puerta de Lizbeth.

Tesis Sobre La LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora