-Esta comida sin dudas es una de las mejores que he probado en mi vida Leyva –dije con alegría- Freddy –me corregí y él puso los ojos en blanco-
-Se me da bien lo de chef, lo admito –su rostro reflejaba aires de superioridad, logrando que ríera por su actitud-
-Engreído –protesté-
-Mi madre me enseñó a cocinar –explicó con serenidad- cuando tenía alrededor de trece años –
-Así que…un chico que cocina, me agrada –
-A todas las mujeres les agradan los hombres que cocinan-
-¿Estás diciendo que tengo que cuidarte por si alguien te quiere robar? –Enarcó una ceja, mientras reflejaba una mueca algo graciosa-
-¿Consideras que soy tuyo? –inquirió-
-No dije eso-
-Entonces no entiendo porque habrían de “robarme”, soy un hombre libre-
-Oh genial, entonces si aparece una chica a la cual le agrade los hombres que cocinan, debo vigilar que no quiera llevarte –
-Quizás-
-Que confianza me das, hoy estamos bien y mañana puedes estar cocinando para alguien más-
-Sabes que no lo haría –
-¿Y quien me asegura eso? –
-Creo que con todo lo ridículo que he hecho, te lo he más que asegurado-
-¿Soy algo ridícula para ti? –Su ceño se frunció, y créanme, extrañaba un poco que no lo hiciera tan seguido-
-Todo lo que digo lo malinterpretas, no seas terca –
-No soy terca –protesté cruzándome de brazos- entendí bien lo que dijiste –
-Nunca vamos a llegar a un acuerdo –reí en mi interior, él tenía razón- porque no vas a dar el brazo a torcer, jamás –quise hablar pero me interrumpió al instante, y era la primera vez que lo hacía sin tener que besarme, él solo continuo hablando- ¿Crees que haberme embriagado para obtener tu atención no fue ridículo? O pedirte que cuidaras a Sophie, solo para tener la excusa de poder verte aunque sea unos minutos, o quizás querer que mi amiga se acercara más a ti para de alguna forma saber que pensabas sobre mi-
-Yo creo que es tierno –
-Es tonto, pude haber hecho que esto funcionara desde un principio-
-¿Y quién dice que yo quería estar contigo desde un principio? –Se encogió de hombros con timidez, y sonreí por mi broma- sigo creyendo que no es ridículo, hay personas que pueden llegar a creer que lo que hiciste fue romántico… es decir, ¿que chica no sueña con el chico embriagado confesándole lo que siente por ella? – La risa se genero de una manera simple entre ambos, y eso me gustaba. Saber que podíamos pese a todo, reír al final- Además, si nada de lo que pasó, hubiese pasado, no tendríamos una historia
-¿Tenemos una historia?-
-Pff, lo nuestro es para una película –bromeé- o un libro, mejor una película porque leer me aburre. Yo creo que ganaría mucho, imagínate, la historia de una hermosa chica que enamora a un amargado- mis manos se extendieron en el aire simulando ver un gran título-
-¿Y quién sería la hermosa chica? –hice rápidamente una bolita con una servilleta lanzándola directo a su rostro-
-Engreída –reí al notar el tono de su voz, era igual al que había utilizado yo al llamarlo de la misma manera-
-No negaste que te había enamorado –puso los ojos en blanco y no evite sonreír-
-¿Alguna vez voy a poder tener la última palabra? –Mi cabeza se movió de un lado a otro en forma de negación-
-No cambies el tema –
-¿Eres como una especie de manipuladora sabias?-
-Si –asentí con suficiencia. Y quise dejar el tema atrás, de todas formas encontraría algo más para molestarlo- ¿Podemos pasar al postre? –Su mirada viajó de su plato hacia mi, con rapidez, logré percatarme de su sonrisa pícara, y mis mejillas no tardaron en colorearse, lo supe por el calor que sentí en ellas- hablo del postre, eso dulce que se sirve luego de una comida –no pude controlar mi voz nerviosa y Freddy rió-
-Se lo que es el postre –como de costumbre denotaba tranquilidad al hablar- no creo necesario tener que explicármelo –me sentía más avergonzada aún, yo había visto su sonrisa, no podía simplemente fingir que no lo había hecho y hacerme sentir una mente sucia o algo así- el postre, es eso que una persona suele degustar, disfrutar luego de un plato principal, aunque seamos sinceros podemos considerarlo lo mejor de toda la velada –intentaba esconder su risa, casi sin éxito, y comprendí que solo disfrutaba de bromear y verme incomoda, al hablar en doble sentido-
-Oh, por favor, ya basta –cubrí mi rostro ruborizado con ambas manos y su risa se hizo estruendosa-
-Esta bien –concluyó- pasemos al postre, me refiero a algo que prepare no a…-
-¡Freddy! –protesté interrumpiéndolo, él volvió a reír-
-Solo bromeo –lo mire seriamente pero reí segundos después- antes quiero enseñarte algo-
Se levantó de su silla y se puso a un lado mío, extendió su mano derecha hacía la mía, la tomé sin dudar. Cuando estuve de pie junto a él, no apartamos un poco de mesa donde los platos ya sin comida y los vasos medio llenos estaban.
Se posicionó frente a mi, a unos treinta tal vez, centímetros de distancia, su mirada no se despegaba de la mía y podía sentir una especie de conexión entre ambos, sus ojos me reflejaban seguridad, confianza, como si estar ahí, en ese momento, era todo lo que tenía que hacer, como si estar junto a él, era lo que debía hacer. Nada parecía estar mal, absolutamente nada.
Hizo que mis brazos rodearan su cuello, con uno de los suyos rodeó mi cintura, y el otro lo llevó hacia su bolsillo trasero, de donde sacó un pequeño control remoto, apuntó hacia cierto lugar y presiono un botón, luego al igual que con el otro brazo lo colocó rodeando mi cintura.
-¿Así dijiste que era? –apenas terminó de hablar un sonido, una melodía, invadió el silencio que había en aquella casa. Era música-
-No puedo creer que…-
-¿Es que acaso tu cabeza no va apoyada en mi hombro? –asentí sin nada más eh hice lo que acaba de decir. Realmente no podía creerlo, estábamos bailando, solos, con una canción lenta de fondo. Sus pies iban al compás de los míos, él si sabía bailar-
-Pensé que esto no te gustaba –
-Sigue sin hacerlo –
-¿Entonces, por qué…?-
-Porque si, uno a veces deja de lado sus gustos o preferencias, por los de alguien más, sobretodo si esa persona es tan importante-
-¿Estás haciendo esto solo por mi Freddy? –hablé serenamente y moví mi cabeza, ahora me encontraba con el rostro cercano a su cuello –
-Yo haría lo que sea por ti ________ - lo besé, necesitaba demostrarle cuan feliz me sentía, y que supiera que yo también era capas de hacer lo que sea por él-
-Podemos dejarlo ya –sabía que hacía un esfuerzo para seguir bailando- se que piensas que bailar es cursi
-Lo es –aseguró- pero no te voy a negar que me está gustando
-¿Por qué?-
-Porque estando así, siento seguridad, siento que te tengo junto a mi, que no puedo perderte, no quiero volver a ser ese Freddy amargado, y la única forma de que no vuelva a pasar es que estés conmigo, sin ti yo me siento perdido ______-
-Freddy…-
-No digas nada –pidió-
-Te quiero –susurré ignorando su petición-
Levanté mi cabeza y observé sus ojos, increíblemente abellana. Recordaba perfectamente su miraba el día que había entrado al salón, una mirada seria que no expresaba nada mas que soledad. También recordaba perfectamente como me miraba un tiempo atrás, parecía que todo lo que yo hacía o decía, le provocaba ganas de querer matarme. Pero esta vez era diferente, nunca creí en eso de que se puede leer o ver a través de las miradas, pero podía jurar que la de Freddy en este momento dejaba ver que me quería tanto como yo a él.
Sus labios fueron a los míos, pensé por un momento si tal vez había leído mi mente, porque era exactamente lo que yo estaba punto de hacer. Sus brazos dejaron de rodear mi cintura para que esta fuera sostenida a ambos lados por sus manos, en cambio las mías, jugueteaban con la parte de su cabello detrás de su cuello.
Aquel beso fue tomando intensidad, por parte de los dos. Por un momento me sentí insegura y creo que Freddy lo notó porque intentó apartarse, y fue entonces que me di cuenta que estar ahí, junto a él, era lo que más quería, así que se lo impedí volviendo a besarlo con la misma dureza. Pasé mis manos por su espalda, y las deslicé hacia su torso llegando a desprender el primer botón de su camisa, me pregunté si tal vez me estaba excediendo en esto, y tal vez él pensaría que era una clase de regalada o algo que se le pareciera, pero cuando empezó a esparcir besos por mi cuello sentí la seguridad de continuar, así que terminé por desprender el resto, y finalmente quitarle aquella prenda. Entonces el ojiverde movió sus manos lo que comprendí que era un impulso para que saltara, y tras haberlo hecho enredé mis piernas en su cintura. Inclinó un poco su cabeza para que sus labios volvieran a los míos, y comenzó a caminar avanzando hacia la escalera. No me dio tiempo a dudar en si lo haría o no, pero en cuestión de segundos estábamos en el segundo piso de la casa.
-Wow...que fuerte -bromeé interrumpiendo nuestro beso y ambos sonreímos-
Apoyé mi frente en la suya y continuamos entre sonrisas y besos hasta llegar a su habitación, entonces la puerta se cerró por una pequeña patada que Freddy le dio.
Con sutileza dejó reposar mi cuerpo sobre su cama para luego apoderarse de una forma delicada de los tiradores de mi vestido, y los deslizó suavemente por mis brazos hasta que la tela dejó caerse hasta mi cadera. Supe que lo que sentía por él, incrementaba por la forma reflexiva y paciente que actuaba conmigo. Era realmente afortunada por tener un chico así, que no hacía esto por un simple deseo, Freddy estaba siendo malditamente tierno.
Terminó por quitarse sus pantalones y me quedé observándolo mientras lo hacía, tenía un abdomen perfecto, ya lo había visto antes, el día que había venido por el trabajo, pero ahora lo detallaba bien, y era simplemente eso, perfecto. Sonrió cuando notó que lo miraba y tiré de su cuello para que volviera hacía mi, y poder besarlo profundamente. Mi vestido terminó en el suelo cuando él lo quitó completamente.
-¿Estás bien? - Preguntó con un toque de preocupación en su voz-
Asentí con la cabeza y luego todo fue tan…único. Definitivamente el perfecto final para una hermosa cita. Tras un rato, y un último beso, yació a mi lado, y hablamos con alegría durante varios minutos, que se convirtieron en más de una hora, hasta que quede dormida.
+++++++++++++++++++
Les pido disculpas por haber tardado mucho enserio yo no quise
**Recuerden que son los ultimos capitulos**
//Les agradeseria mucho que siguieran leyando mi otra novela porfavor les va agustar mucho//
##En la parte de multimedia les dejo una foto de el hermoso Freddy##
ESTÁS LEYENDO
¿Puedo Amarte? {Freddy Leyva y tu} (EDITANDO)
Teen FictionPrologo -Buenos días alumnos- dijo el profesor-Hoy tenemos dos compañeros nuevos, por favor adelante -les indicó que entraran. Y enseguida entró una chica, bastante sonriente, se notaba su nerviosismo ya que todos teníamos nuestra mirada fija en el...