Creo que ese rayo de sol había apuntado en mi cara desde hacía bastante rato, había volteado para evitarlo, pero al parecer volvía a mi antigua posición y de nuevo mi cara era iluminada. Estuve casi a punto de levantarme a correr las cortinas de lo que creía era mi habitación, pero como siempre la vaguedad o como quieran decirle me ganó, asi que dormía molesta simplemente por no tomarme el trabajo de caminar un metro y medio hasta la ventana. No fue entonces hasta después de estar ya bastante frustrada que recordé que el sol nunca había iluminado en mi habitación en la mañana, solía ser pasado el mediodía cuando se posicionaba frente a la ventana dejando entrar bastante luz. La forma en como reaccioné luego de notar aquel pequeño detalle fue casi instantánea. Me había puesto nerviosa. Mis padres de seguro iban a matarme, es que ¿Qué clase de chica de dieciséis años va a una cita y termina durmiendo en la casa del chico? Okay, quizás hayan muchas así, pero definitivamente yo no pertenecía a ese circulo. Además esas chicas suelen ser descuidadas por sus padres, lo míos, me iban a aniquilar.
Freddy no estaba acostado a mi lado, y supuse que estaría por algún lado de la casa, quizás en la cocina, aunque realmente no me interesaba tanto como querer vestirme e irme lo más rápido posible. Busqué mi ropa que aún yacía en el suelo y no pude evitar sonreír al recordar absolutamente todo de la noche anterior.
En el baño ya solo me faltaba ponerme el vestido cuando sentí su voz, suave y grave, aún más grave por estar recién despierto, diciendo: -¿______?-
-En el baño- informé. Me encontraba en una lucha entre los tiradores del vestido que no querían ayudar y mi prisa-
-Estoy preparando el desayuno –me informó sereno-
-Oh Freddy, de verdad lo siento, pero tendré que irme, mis padres de seguro ya están haciendo un pozo en el jardín para enterrarme –lo escuché reír y se detuvo cuando sintió un golpe. Era yo, quien había caído sentada al suelo, entre el enredo del vestido-
-¿Qué sucedió? –
-Me caí, pero estoy bien, solo necesito poder, ¡Dios, es el peor vestido que he tenido! –finalmente me rendí, dejé caer mis brazos al costado de mi cuerpo y apoyé mis espalda en la pared. Debía estar tranquila, no es como si nunca me hubiesen retado mis padres, pero juraba que esta vez sería diferente, podía ver a mi madre entre los gritos, dándome de forma incomoda una caja con remedios anticonceptivos, y se supone que no debía ser incomodo porque era mi madre, pero aún así lo sería-
-Esta bien, voy a entrar a ayudarte –dijo con tranquilidad, y no fue hasta que entró y vi una sonrisa divertida en su rostro que recordé que aún estaba solo con mi ropa interior. Él, solo llevaba puesto unos pantalones, y había optado por dejar su torso al desnudo-
-¡Oh, por favor! –bufé ante su mirada y sonrió aún más- ese es el problema –señalé hacia aquella tela arrugada, mi vestido, y me crucé de brazos molesta- además de mi velorio –sentencié-
-Tus padres no son un problema _______ -sentí por un momento culpa, yo me quejaba de los míos, y podía tenerlos a mi lado- tus amigas solucionaron eso –él se había inclinado frente a mi para tomar el vestido y yo lo miré sorprendida, no creía que “tus padres no son un problema” fuera tan literal –tu celular sonó en la noche –mientras comenzaba su explicación, también intentaba ver el problema con los tiradores del vestido- lo dejé sonar, porque no iba a tomar algo privado, entonces la música se detuvo, pero al instante volvió a empezar, y una vez más el procedimiento se repitió –hizo una pausa y me observó – tenés el sueño muy pesado –sentí mis mejillas ponerse coloradas. Era verdad, una vez que me dormía era un poco difícil poder despertarme, al menos que fueras un rayo de sol molesto- la cuestión, es que al cabo de cinco minutos otra vez volvió a pasar lo mismo, supuse que quien estaba llamándote necesitaba hablar de urgencia contigo, así que atendí, no quería despertarte, y además creí que iba a ser difícil hacerlo –de nuevo mis mejillas- fui aturdido por gritos de chicas, decían cosas como que porque no las atendías, si es que las estabas ignorando, una de ellas preguntó si estabas molesta con ella porque no atendiste su llamada pero si la de otra-
-Mis amigas –afirmé, y el asintió. Esto es así, cuando una de nosotras llama a otra y no atiendes, al menos que informe que no puede contestar, la seguimos atomizando hasta que responda, si no lo hace probamos llamar desde otro celular- Cuando por fin se detuvieron, tuve que decirles que era yo quien hablaba, y que te encontrabas dormida, por lo que no podías hablar-
-¿Y qué dijeron? –Ahora no solo sería atomizada a preguntas por mis padres, sino que también ellas lo harían-
-Algo así como que llamarían a tus padres, y les dirían que te encontrabas en una pijamada con ellas, por lo que no volverías a tu casa hasta hoy en la mañana- Suspiré con alivio, realmente eran las mejores amigas del mundo, y sabía muy bien que su mentira mis padres la había creído, por lo que ahora no tenía que estar tan preocupada- o eso, fue lo que les entendí entre todo su barullo –se encogió de hombros y luego resopló- no entiendo la ropa de las mujeres –bufó frustrado de luchar con el vestido, yo reí-
-Esta bien, no importa, yo puedo arreglarlo –ahora que me encontraba tranquila, noté que probablemente los tiradores que iban cruzados se habrían entreverado y era cuestión de moverlos-
-Como sea, me gusta mas como te luce ese vestido –señaló hacía mi, y lo miré con confusión, yo no tenía un vestido puesto y…oh –
-Pervertido –exclamé con diversión y tras sonreír salí corriendo, para ser alcanzada y derribada hacía la cama. Su cuerpo, sobre el mío, apoyando su peso en sus manos que me encerraban. Ninguno dejaba de sonreír-
-Buenos días –dijo mirando directo a mis ojos-
-Buenos días –respondí y cuando creyó que podía besarme, lo empujé hacia un costado, y me levanté. Le dediqué una última sonrisa y salí de la habitación con un solo objetivo en mente-
-¡Hey! –Exclamó ríendo –¿crees que puedes simplemente…? ¡Oh por Dios! –sabía por como sonreía que mi idea no había sido en vano. Ahora yo, tenía puesta su camisa, aquella que le había quitado, cuando…bueno eso. Me quedaba grande por supuesto, las mangas cubrían mis manos, y de torso me sobraban muchos centímetros, en cuanto al largo, quedaba a unos pocos centímetros debajo de mis glúteos- nunca pensé que una camisa podía verse tan jodidamente…wow-
-¿Podemos desayunar ahora? –Sacudió su cabeza como si intentara borrar algo de su mente y luego asintió- Genial, muero de hambre –su paso fue veloz, y antes de que pudiera notarlo, tenía sus brazos que me rodeaban y apretaban contra su pecho, sus ojos verdes me miraron con intensidad-
-No te vas a escapar esta vez –mi sonrisa fue interrumpida por sus labios quienes rozando apenas lo míos, lograron convertir aquello en un beso-
Tostadas y café fue nuestro desayuno, aunque honestamente no recuerdo cuando fue que terminé de tomarlo, o siquiera cuantas cucharadas de azucar puse. Su sonrisa, los comentarios, las bromas, eso era lo que único en lo que estaba concentrada.
Me ofrecí a ayudarlo a juntar los platos, cosas, que habiamos dejado de la cena, y él aceptó mi ayuda. Así que luego de eso, yo me encontraba limpiando mientras Freddy a mis espaldas me observaba sentado en la mesada.
-Estoy pensando que podrías vivir conmigo y Sophie, nos hace falta una mujer en el hogar –sonreí ante su comentario-
-No creo que sea posible, pero puedo venir más seguido, ya que ahora soy bienvenida –
-Siempre fuiste bienvenida –
-No demostrabas tu gratitud Leyva –
-En el fondo sabías que me gustaba que vinieras –
-Tenía mis dudas –
-Como sea, sabes que puedes venir, siempre va a haber una cama disponible –la sonrisa en su rostro, y la picardía en sus ojos delataba el doble sentido en el que hablaba-
-¿Le dices eso a todas las chicas? –bromeé-
-Solo a algunas pero para ellas esta el cuarto de huéspedes, para ti, hablo de otro lugar de la casa–
-Oh, ¿Debería sentirme honrada de que quieras invitarme a tu habitación? –terminé de lavar, y sequé mis manos. Luego volteé quedando de frente, apoyé mis manos en él fogón descansando asi mi peso, y lo miré con una ceja enarcada-
-No, yo soy el que se sentiría honrado por tu visita –
-El sentimiento es mutuo –me acerqué enroscando mis brazos en su cuello, e inclinando un poco mi cuerpo para quedar a su altura. Nuestras frentes, juntas. Sus manos en mis caderas.-
Mi boca iba en dirección hacia la suya, pero el sonido del teléfono logró que yo intentara alejarme. Más no era lo que Freddy quería.
-Tienes que contestar –dije serenamente en lo que sus manos se afirmaban aún más –
-No importa, quien sea puede volver a llamar – mantenía sus ojos cerrados y juntó sus labios esperando que lo besara-
-Freddy, puede ser importante –el ruido no cesaba-
Al final de cuentas, saltó la contestadota. Al instante la voz de Sophie comenzó a escucharse.
-Hola Freddy, ¿estás dormido? Mandy dijo que podía llamar, ¿vendrás a la cena mañana? ¿vas a invitar a _____? ¿vas a pedirle que sea tu novia? –sonreí ampliamente y Freddy puso los ojos en blanco- como en la película que vimos ¿te acuerdas?. Yo quiero que sea tu novia, ella es linda y buena. El abuelo quiere hablar. Chau te quiero mucho, mucho –segundos después la voz fue suplantada por una mas grave y varonil-
-Alfredo –frío y con firmeza, tal cual yo lo había conocido – tu abuela estaría contenta de que vengas a la cena, también tus tíos. Me parece correcto si invitas a tu novia, de paso puedes presentarla al resto de la familia. Ya te he dicho que ella me agrada. Por cierto, quizás tenga un presente por tu cumpleaños. Cuidate, chau –y se cortó-
-Oh, parece que le agrado a dos Leyva –me alejé un poco, y me senté sobre la mesada, con mis pies colgando-
-A tres –aseguró-
-¿Asi que, debo ir a esa cena, y fingir nuevamente? –
-No-
-¿No es necesario que vaya? –y en parte me alegré, mentir no era lo mío, (bueno sin contar que le estoy ocultando una gran verdad a Harry, pero ese es otro asunto) aún asi también queria ir y solo por unos minutos sentirme su novia-
-No es necesario fingir –su voz firme, sin dudar –
-Oh, ¿ya saben que no soy realmente tu novia?, porque creí que tu abuelo aún pensaba que…
-Me refiero a que todos sepan que realmente lo eres –tardé unos segundos en comprender sus palabras- Bueno eso, si tu quieres
-Okay, aclaremos algo, ¿debo no ir o debo ir y fingir que soy realmente tu novia? Es decir mejorar mi actuación –nuevamente puso sus ojos en blanco-
-______- dijo en un intento de que yo me callara. Yo seguía divagando con mis ideas. Él se puso de pie, se acercó a mi, crucé mis piernas en su espalda - ________- volvió a repetir y yo fije mis ojos prestándole atención- ¿tu, queres ser mi novia? –asentí, al principio con timidez, su pregunta realmente no la esperaba. Pero al ver que sonreía, mi asentimiento fue mayor y también con una sonrisa incluida. Abandoné la mesada con un impulso cayendo sobre el cuerpo de Freddy quien me sostuvo, mis brazos volvieron a su cuello, sus manos a mis caderas- bien, no fue lo que Sophie planeó, pero igual conseguí un buen resultado –
-¿Qué había planeado ella? –pregunté interrumpiendo el beso que se había generado–
-Lo resumo, con, un balcón, serenata, flores, bombones, y un “q..quee. queres… ser… mi…novia” supuestamente, mis nervios me llevarían a hablar asi –eche mi cabeza hacía atrás, riéndome-
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Aqui les dejo uno de los ultimos capitulos
**Tal vez esta semana me tardare un poco en subir capitulos por eso de las vacasiones, pero prometo seguirla**
++Las quier, bay++
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¿Puedo Amarte? {Freddy Leyva y tu} (EDITANDO)
Teen FictionPrologo -Buenos días alumnos- dijo el profesor-Hoy tenemos dos compañeros nuevos, por favor adelante -les indicó que entraran. Y enseguida entró una chica, bastante sonriente, se notaba su nerviosismo ya que todos teníamos nuestra mirada fija en el...