-Pero si tienes ganas de fastidiarme –murmuró –
-Te escuché –dije sonriendo. Él no contestó pero formó una pequeña sonrisa que borró enseguida- Wow –Exclamé mirando hacia la pista – mi hermano está literalmente devorando a esa chica –
-Eso no es nada, mira a Jos –señaló con su mano indicándome donde estaba, al verlo reí-
-Pobre, esa chica va a terminar con su boca hinchada, va a parecer un pato –hice una cara graciosa para mostrarle “como iba a quedar la chica” – y luego va a hablar todo raro –Fingí una voz graciosa a la vez que hacía la cara graciosa- “Hola Jos así quedé luego de que me comieras” –No se como, pero Freddy comenzó a reírse mientras hacía mi pequeña actuación. Me detuve unos segundos y lo observé, en el tiempo que lo conocía nunca lo había visto reír, ni siquiera sonreír, siempre estaba serio al estar conmigo, pero no era así esta vez, y eso me alegraba-
-¿Tengo algo en la cara? –Preguntó divertido al ver que yo lo observaba y negué con mi cabeza- ¿entonces por qué me miras?
-Porque es la primera vez que te veo reír Freddy –dije sincera. Él frunció el ceño y bajo su mirada, pero al instante volvió a reír- me gusta que te rías –ok, eso no lo debería haber dicho. Espere alguna respuesta irónica o algún comentario luego de lo que dije, pero no fue así-
-Parece que no soy tan amargado después de todo ¿no?
-No lo creas, sigue siendo tan amargado como yo sigo siendo fastidiosa –Hablé rápido y luego me arrepentí de lo que dije – es decir... no... tu eres amargado pero yo no soy fastidiosa
-Acabas de admitir que si lo eres
-Bueno tal vez un poco –me encogí de hombros tímidamente y el rió -Y… ¿bailas Freddy?
-¿Ya no soy más Leyva? –supe que evadió mi pregunta porque no quería bailar, pero no me molestó y no quise insistir-
-No por ahora –sonreí- ¿sabes? cuándo no estás amargado descubro cosas nuevas tuyas
-¿Ah si? ¿Cómo qué?
-Por ejemplo, cuando sonreís se te forman hoyuelos, pero yo nunca los había notado ya que nunca sonreís –volvió a sonreír una vez más mientras negaba y eso hizo que yo sonriera también-
-Bueno, yo también descubrí algo sobre ti
-¿Qué cosa? –pregunté-
-Cuando no estás en tu actitud de molestarme, me agradas más
-Entonces significa que yo te agrado
-Yo no dije eso
-Dijiste que ahora te agrado más, eso significa que antes te agradaba aunque sea un poquito –me miró expectante unos segundos y luego ambos reímos-
-Siempre buscas la forma de quedarte con la última palabra –dijo mientras acomodaba su pelo, de nuevo me encogí de hombros. Parecía que cada comentario que hacia sobre mi, me hacía sentir tímida-
-Voy a buscar algo para tomar ¿te parece? –el asintió- bien –me levanté- voy a traer algo que yo quiera así que vas a tener que …- mientras hablaba quise dar un paso pero pisé mal, el tacon de mi zapato se rompió haciéndome tambalear y logrando que cayera sobre Freddy – aceptarlo –concluí lo que estaba diciendo-
Estábamos a una distancia muy cercana uno del otro, y eso me ponía nerviosa, pero no por pensar que tal vez podríamos besarnos, aunque él ya me había besado dos veces sin que yo lo previera, algo me decía que no iba a pasar está vez. Fijé mi vista en sus ojos, que me miraban, y por más que intentara no podía esquivarlos. Entonces noté que me miraba diferente, no era una mirada seria, de desagrado, tampoco parecía mirarme molesto, simplemente parecía que, no se, tal vez era una locura, pero quizás yo era más que un simple fastidio para él.
-También descubrí otra cosa –murmuró, yo no pude contestarle- cuando estás nerviosa, te ruborizas – y como si fuera poco, una vez más sonrió. Yo estaba a punto de morir, a punto de que me diera un paro cardíaco, y él sonreía así. ¡Dios tenía la sonrisa más jodidamente hermosa de este planeta!
-Yo… yo…-balbuceé- voy por… las bebidas –de a poco me alejé de él y recuperé mi compostura- que están en la barra, o sea se las tengo que pedir al barman, y… ya vengo –dije y rápidamente me aleje antes de empezar a decir cualquier idiotez-
Le pedí al barman que preparara dos tragos, y mientras esperaba pensé, ¿Qué rayos acababa de pasar? Freddy y yo… es decir él y yo… ¿por qué me había mirado así? ¿Acaso él…o sea…yo le gusto? ¿Por qué lograba ponerme tan nerviosa? ¿Por qué simplemente no me trato igual que siempre? Ahora no estaría haciéndome estas preguntas. ¿Por qué tenía que sonreír de esa manera? Lo único que lograba era confundirme.
Sonreí en mi interior al recordar como reía unos minutos atrás. Ahora iba con dos vasos en mi mano pensando en que habíamos estado mas de un minuto sin siquiera hacer un comentario irónico acerca del otro. Pero siempre donde hay algo bueno, tiene que haber algo malo ¿no? Al volver me encontré a Freddy sentando, parecía que ni siquiera se había movido, pero lo que no me gustó fue ver que el lugar que yo ocupaba un rato antes cuando accidentalmente caí sobre él por culpa de mi taco roto lo ocupaba ahora una chica, y no estaban conversando o tal vez mirándose el uno con el otro, se estaban besando.
-Era muy bueno para ser verdad –murmuré-
Dejé ambos vasos sobre la pequeña mesa que frente al sofá había, y me di vuelta para irme, porque eso era lo que quería, irme a mi casa y acostarme, para mí esa noche había terminado. Pero claro, cuando las cosas van mal, suelen empeorar aún más, mi teléfono comenzó a sonar, y eso hizo que la chica y Freddy se separaran.
-Perdón –me disculpé- no quise interrumpirlos, eh… ahí están las bebidas que encargaron –no se si fue la mejor excusa pero fue lo primero que se me ocurrió decir-
-¡Ay amor! –exclamó ella. Enseguida supe que esa era su novia, no pude verla muy bien ya que las luces ahora estaban algo bajas, y además ella tenía puesto lentes de sol, ¿Qué clase de persona usa lentes de sol a la noche dentro de una discoteca? – Ya estabas preparado, porque sabías que venía –le dio un corto beso en los labios y tomó uno de los vasos. Yo por mi lado no quería mirar a Freddy, simplemente no quería hacerlo, volví a girar una vez más para irme, pero la voz de la chica me detuvo- ¿_______? –dijo y yo me sorprendí, ¿Cómo me conocía? - ¿ahora trabajas en discotecas repartiendo bebidas? –Esa pregunta fue irónica, y en tono de burla-
-¿Perdón? –dije mirándola-
-¿Me voy un mes y te olvidas de mi? –se levantó y quedó frente a mi, entonces pude verla mejor. Lo que yo sospechaba terminó de confirmarse cuando se quitó los lentes-
-Gaby –dije-
-La misma que viste y calza
-No puede ser, pensé que habías muerto, ya había organizado una fiesta, ¿ahora que le voy a decir a todos? –Ella me miró seria – ¿acaso te hiciste una cirugía? Te veo diferente la nariz
-Sabes que no te conviene meterte conmigo
-Uy, que miedo me das –fingí temblar-
-Volví Mouque, volví, y en este mes cambié mucho
-¿Compraste otra tinta para el pelo? Yo no quería decirte nada, pero la otra te estaba dejando ya casi sin neuronas –le lancé una sonrisa bastante falsa, y me alejé de allí-
Busqué mi celular dentro de mi cartera, y vi que tenía una llamada perdida de Matt. Marqué su número y espere a que atendiera.
-¿Donde estás? –Grité debido a la música-
-Estoy afuera –gritó él también – no te escucho muy bien, estoy en la entrada, pero no salgas por acá porque hay un problema con dos chicos que están pasados de copas.
-Voy para ahí –volví a gritar y colgué- Me dispuse a buscar a Bryan para decirle que me iba, luego de una larga búsqueda lo encontré en un rincón algo alejado con la misma chica que estaba hacía un rato- Me voy –le dije, pero el no noto mi presencia. Toque su hombro un par de veces y seguía sin reaccionar- ¡Bryan! –exclamé-
-¿¡Qué!? –dijo en el usando el mismo tono de voz que yo-
-Con Matt nos vamos –le avisé- por favor no quiero ser tía de esta forma –murmuré y el me ignoró volviendo a “besar” si es que se le puede denominar así, a la chica.
Me dirigí hacía una salida que había por detrás del local, generalmente se usaba por emergencias, pero querer irme de allí lo más pronto posible creo que significaba eso ¿no? La salida daba a un callejón, así que apenas salí me apresure a ir hasta la entrada principal, porque no me gustaban muchos esos lugares.
-¡Vamos Matt! –grité cuando lo vi. El se acerco- vamos a pie, quiero caminar- dije comenzando la marcha-
-Ok, ¿pasó algo? –preguntó uniéndose a mi paso
-Básicamente, estaba hablando con Freddy, y todo estaba muy bien hasta que apareció su novia, quien no solo es su novia sino que es Gaby-
-¿Y quién es ella? –yo le lancé una mirada asesina y el me miró asustado – digo, si queres contarme
-Es la chica más estupida de todo este planeta –exclamé- y justo yo tengo que conocerla –bufé y Matt rió- es la capitana de las porristas del colegio, es una idiota, se cree que puede llevarse el mundo por delante, ni hablar de que es “amiguita” del grupo de Bryan. Ensima parece que tiene imán hacia con todos los chicos lindos del colegio-
-¿Tanto la odias? –pregunto irónico-
-Me ha molestado todos los días desde que es empecé en ese colegio, claro que yo no me quedo atrás, pero si ella no me molestara yo tampoco lo haría.
-Y lo que es peor… es la novia de Leyva –agregó y yo suspire rendida-
-Si, eso es lo peor –admití- No, no –intente retractarme- eso no me interesa ella puede tener el novio que quiera
-Pero él, ¿puede tener a quien quiera de novia?, admitilo _______, estás celosa
-No estoy celosa, es solo que, habiendo un millón de chicas en el mundo, ¿justo ella tiene que estar con él?
-Habiendo un millón de chicas en el mundo –repitió mis palabras- como tu por ejemplo ¿no?
-Si –pensé en voz alta- —
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¿Puedo Amarte? {Freddy Leyva y tu} (EDITANDO)
Novela JuvenilPrologo -Buenos días alumnos- dijo el profesor-Hoy tenemos dos compañeros nuevos, por favor adelante -les indicó que entraran. Y enseguida entró una chica, bastante sonriente, se notaba su nerviosismo ya que todos teníamos nuestra mirada fija en el...