No se ustedes, pero cuando me preguntan por cosas hermosas en esta vida suelo imaginarme paisajes surrealistas, lindos colores, canciones que enamoran al corazón, e incluso personas con rasgos físicos increiblemente perfectos, sobretodo el de las mujeres, sin embargo, nada se compara con la perfección en forma humana, que bajó del cielo tal cual Ángel mensajero, y que ahora la tengo en mis recuerdos y en mi cariño, bueno, pues este Ángel tiene nombre, y se llama, Maria.
Probablemente María fue la primera chica de la cual me enamoré durante la secundaria, después de Alicia y su encanto que me atrapó casi al instante, pero Maria tenía algo que Alicia no, y eso era su ternura e inocencia, totalmente incomparable, parecía una niña juguetona atrapada en el cuerpo de una adolescente de 15 años, le encantaba todo lo que estuviese relacionado con las redes sociales y los videojuegos, pero a la vez le fascinaba los juegos de niñas y las desveladas o pijamadas, muy común en su forma de actuar o pensar, siempre se burlaba de los maestros de una forma muy "suya" y le encantaba hacer caras chistosas y hacer bromas divertidas a nosotros, sus amigos y amigas. También se atrevía a todo tipo de tonterías y travesuras, era al mismo tiempo una "loca" de las aventuras y los juegos extremos, hay tantas cosas de ella que podría estar contándoles hasta mañana, pero vamos directo al punto, un viaje grupal, donde conocería los pies mas hermosos del universo.
A mediados de verano, mi grupo de amigos y yo decidimos organizar un viaje de vacaciones a una casa veraniega, que contaba con piscina, salida a la playa, un espacio muy grande para jugar en la arena, era el lugar perfecto para pasarla de maravilla durante aquellas vacaciones, fuimos en total 4 chicos y 4 chicas, recuerdo que fui muy animado por pasar tiempo con mi grupo de amigos, nunca antes habíamos hecho un viaje juntos, y el simple hecho de organizarnos por nuestra propia cuenta me emocionaba mucho. Todos llegamos, nos instalamos cada uno en nuestras habitaciones, claro oviamente nos cuidaban un par de padres por parte de uno de mis amigos, quien dio el dinero para poder hacer todo esto posible.
Cayó la primera noche, habíamos salido a la calle para pasear y divertirnos por un rato, salimos a comer, entramos a un centro comercial, compramos helados y nos pusimos a jugar en un pequeño parque. Al regresar a nuestra casa de playa nos pusimos a jugar en la consola a los videojuegos, hasta que el reloj marcó las 2 am, asi es, ya era madrugada y el tiempo se había pasado volando, una de mis amigas fue la primera en caer dormida, luego le siguieron dos de mis amigos, de ahi María se rindió ante el cansancio, finalmente los padres de mi amigo nos mandaron a dormir a los que quedaron aún despiertos, pues en la mañana tendríamos que irnos temprano a la playa para continuar con la diversión.
A partir de aquí las cosas se pusieron mejor de lo que imaginaba, claro esta que durante este viaje me esperaba ver los pies de mis amigas, descalzas o modelando alguna sandalia por ahí. Eran casi las 9 am, todos estaban en el comedor principal, tomando el desayuno, los escuchaba desde el piso de arriba, solo estaba yo, pero descubrí una pequeña sorpresa, una puerta medio abierta, era la habitación de Maria, entré con mucha cautela luego de escuchar pequeños ronquidos, al notar de lejos pude ver como Maria continuaba dormida en la cama, pero eso no era todo, su pie cubierto por un calcetín color celeste pastel asomaba fuera de su sábana de dormir, era el momento perfecto para tan siquiera oler sus pequeños pies.
Me acerqué con muchisimo cuidado, y poco a poco comencé a acomodar su pie para poder acariciarlo sin problemas, pegué mi nariz sobre su planta y olfateé profundamente, el olor de su calcetín usado y gastado se combinó con el aroma de su tierno pie, olia genial, nada mal en lo absoluto, pero si tenia un ligero aroma a pie.
No recuerdo cuanto tiempo estuve oliendo sus pies, solo recuerdo que su olor era muy limpio y eso me mantuvo un buen rato sobre ellos, y cuando terminé, como siempre, se asomó la idea de quitarle los calcetines para apreciar y descubrir sus pies, la mejor idea que pude haber tenido. Tomé con cuidado sus calcetines y con delicadeza comencé a quitarselos, poco a poco sus talones se descubrian hasta revelar el tono claro de su piel lisa y perfecta, continué hasta descubrir su planta descalza, hasta ese entonces pensaba que Mónica poseía los pies más hermosos del mundo, sin embargo, la hermosura y perfección de los pies de María sin duda la destronaba, unos pies tiernísimos, color crema claro, dedos perfectos, uñas pintadas color negro, planta suave y tersa, el apoyo de sus talones y sus dedos se remarcaba con un tono ligeramente rosa, era todo lo "hermoso" que había visto en mi vida.
ESTÁS LEYENDO
Anécdotas de Pies
Non-FictionEsta historia se centra en compartir algunas de mis experiencias y anécdotas de mi vida sobre el fetichismo de pies. Advertencia: Historia centrada en el fetichismo de pies, no se recomienda leer la siguiente historia si eres susceptible al contenid...