Glaciator

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Se estaba acercando el atardecer, ya se veían los rayos naranjas del sol indicando que en unas horas se ocultaria. En los últimos días Adrien había estado menos preocupado por el asunto de su padre y los miraculous, también estaba de lo más contento y había una buena razón.

—Otra vez sonríes como bobo, Adrien— se burló Tikki mientras regresaban de la casa del maestro Fu.

—¿Puedes creer que comeré helado se André con Marinette, Tikki? Todos dicen que es el helado de los enamorados. Dicen que las personas que comen su helado se amarán para siempre.

—Los humanos inventan muchas cosas— comentó Tikki —Pero comparto tu alegría.

—Que bueno que logré convencer a mi padre para que me deje ir. Todo está saliendo tan bien estos días.

Unos gritos interrumpieron la charla cuando vieron a un autobús pasar a toda velocidad y Kitty Noir sobre él. Adrien se volvió a meter a un callejón para transformarse y fue tras el autobús, cuando aterrizó sobre el techo detrás de Kitty Noir pudo escuchar que el conductor le decía que los frenos no funcionaban.

—No necesitan frenos si nos tienen a nosotros— dijo Míster Bug, Kitty Noir volteó contenta de verlo de nuevo.

Amarró el yoyo al autobús y la otra punto lo lió al bastón de Kitty Noir, ella lo extendió entre dos postes y el autobús se detuvo justo antes de chocar a unas personas que cruzaban la calle. Los héroes ayudaron a los pasajeros a bajar y se aseguraron de que no hubiera ningún herido.

Kitty Noir miró a Míster Bug mientras ayudaban a bajar a la gente y tomó valor para decirle lo que tanto quería decirle desde hace tiempo.

—Oye, niño bicho, estuve pensando... fuera de salvar a París creo que no pasamos mucho tiempo juntos.

—¿Sabes? Nunca lo había pensado ¿Tienes algo en mente?

—¿Y si.. vemos una película, o.. cenamos juntos? ¿O.. ambas cosas?

—Suena a una gran idea ¿Cuándo sería?— preguntó mientras bajaba por último el chófer del autobús.

—Esta noche— respondió Kitty Noir.

—¿Esta noche? Lo siento, Kitty Noir, pero.. ya tengo planes para hoy. Saldré con unos amigos y realmente no quiero perdérmelo ¿Sabes?

—Am.. bueno.. si tus planes terminan más temprano...

—No, no creo que eso pase— la interrumpió Míster Bug —O al menos eso espero ya que "ella" estará ahí— era tanta su emoción que no podía dejar de hablar con eso ni con Kitty Noir.

—¿E-ella?— preguntó Kitty Noir sintiendo como su corazón se estrujaba y, como más temía, su peor miedo se confirmó.

—Sí, la chica de mis sueños— dijo embobado mirando hacia el cielo.

El corazón destrozado de Kitty Noir se reflejaba en su rostro, pero Míster Bug no lo notó.

—Si todo sale bien tal  vez deje de ser solo un amigo para ella. Deseame suerte.

Míster Bug lanzó su yoyo para irse.

—¡Cenaremos otro día!— gritó desde lejos mientras se columpiaba dejando a su compañera con su corazón hecho pedazos.

(...)

Adrien esperaba a su padre para cenar, la comida se estaba enfriando y el todavía no llegaba. Nathalie llegó para avisarle que su padre comería en su oficina y que no tenía caso que lo siga esperando.

¡Ups! Miraculous equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora