Duusu es curada

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Polvo del cielo, preciado tesoro, repara el ala del animal herido.

Eso decía el grimorio sobre como reparar el miraculous del pavo real, para el maestro Fu fue pan comido decodificarlo.

Mezcla el oro molido con el polvo de meteorito y luego agrega la pluma del pavo real.

Adrien estaba muy atento viendo como el maestro Fu reparaba el miraculous, pero también estaba nervioso ya que Duusu finalmente estaría bien de la cabeza para contarles como su miraculous llegó a las manos de Gabriel Agreste, su padre. Temía que su más grande miedo se confirmara.

—Miraculous, repárate.

Ordenó el maestro Fu y el miraculous brilló en un resplandor azul mientras se elevaba en el aire. Brilló más fuerte y la luz se apagó dejando ver el miraculous en su forma cargada mientras caía en las manos del guardián.

—Listo.

—Wow— resopló Adrien.

El maestro miró con atención el miraculous, pero con mucha tristeza. Debía ponérselo para liberar a Duusu, mas no se atrevía por los malos recuerdos que le venían a la mente.

—Ten, póntelo— le dijo a Adrien pasándole el miraculous.

Adrien lo tomó y se lo puso por el bolsillo de su camisa blanca, enseguida Duusu salió del broche.

—¡Oh wow! ¡Me siento mucho mejor!— exclamó alegre —¿Qué pasó? ¡Ah! ¡Tikki, Wayzz! ¡Ha pasado una eternidad!— abrazó a sus amigos cuando los vio junto a ella —Tuve un sueño muy raro.

—¿Te sientes mejor, Duusu?

—Me siento como nueva, Tikki— voló alrededor y vio al chico rubio que portaba su miraculous —Oh hola, que guapo eres oye tu cara me es muy familiar ¿Sabes?

—Hola, soy Adrien, mucho gusto Duusu.

—El placer es mío.

—Duusu— le habló el maestro Fu y la kwami volteó a verlo.

—¿Nos conocemos?— preguntó ella bastante confundida.

Al maestro no le sorprendió que no lo reconociera, después de todo él era solo un niño cuando usó el miraculous del pavo real.

–Es el maestro Fu, actual guardián de los miraculous– le explicó Wayzz.

–¿Qué? Él no es el guardián, Suhan es el guardián ¿Dónde está?

–Creo que te falla un poco la memoria ¿no?– preguntó Wayzz sin intenciones de ofenderla

Duusu hizo un gesto de confusión hasta que recuerdos le llegaron a la mente; festín, la destrucción del templo, el caos... empezó a recordar todo lo que había pasado e incluso los acontecimientos más recientes.

–Festín– pronunció –Esa horrible criatura ahora lo recuerdo, todo el desastre que causó y todo por culpa de ese niño que no podía completar un entrenamiento!

El maestro Fu agachó la mirada, la culpa de aquella tragedia seguía muy presente en él, ese sentimiento aún lo perseguía y presentía que lo haría hasta el fin de sus días.

¡Ups! Miraculous equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora