El secreto tras la pintura

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Gabriel no era un hombre muy comunicativo ni siquiera con su hijo, se había vuelto bastante distante desde que su esposa desapareció. Adrien intenta comprenderlo, intenta comprender que quizás actúa de esa manera porque la pérdida de su madre le duele demasiado. Él lo comprende mejor que nadie porque él también sufre por esa pérdida, extraña a su madre todos los días. Sin embargo, él prefiere lidiar con el dolor en compañía de su padre, abrazados y compartiendo el mismo sentimiento de tristeza, pero tristemente para el chico rubio su padre no opina lo mismo, Gabriel prefiere alejarse de su hijo, de sus seres queridos, mantenerse distante y tener encerrado a su propio hijo como un prisionero, además de guardarle secretos los cuales ahora Adrien quiere descubrir.

Hace unos días que había visto como su padre ocultaba algo detrás de la pintura de su madre que tiene en su oficina y tenía mucha curiosidad de saber que es, podría simplemente preguntarle pero como se dijo al principio su padre no era muy comunicativo conociéndolo solo le diría que guarda cosas viejas o de trabajo que no le deberían interesar a su hijo, así que por eso Adrien quería descubrirlo por su cuenta.

Acababa de llegar de su clase de esgrima, cuando entró a la mansión no vio a Nathalie ni a su padre en la entrada, seguro estaban ocupados de nuevo en la oficina, Adrien se detuvo al ver la puerta de esta. La oficina pensó. Se acercó a pasos silenciosos y se asomó a la puerta para observar por la cerradura para luego asomar un poco su cabeza, no había nadie.

—No es correcto espiar— le recordó Tikki.

—Sshh... solo quiero saber que oculta detrás del cuadro de mamá.

—¿No sería mejor preguntarle?

—Tch como si fuera que me lo diría— entro y se acercó a la pintura, se quedó observando el bello rostro de su madre y sonrió levemente. Justo cuando iba a separar el cuadro de la pared escuchó la voz de su padre detrás de él, por suerte Tikki se había escondido en su bolso.

—Adrien— se dio la vuelta al instante para verlo —¿Qué estás haciendo aquí?

—Te estaba buscando para decirte que ya llegué— mintió.

—De acuerdo ¿y como te fue?

—Muy bien, Armand D'Argencourt dijo que he mejorado mucho y...

—Es genial hijo más tarde me cuentas ahora tengo mucho que hacer para el desfile ya solo faltan tres semanas— cuidadosamente tomó por los hombros a su hijo y lo llevó afuera de su oficina.

—Entiendo padre— contestó desanimado.

—Adrien— lo llamó de nuevo y él volteó.

—¿Si padre?

—Tu también debes prepararte, el sábado en la mañana probaremos el vestuario así que trata de terminar tus tareas antes de ese día.

—Sí padre— se alejó y subió las escaleras sólo los primeros cinco escalones porque en cuanto oyó la puerta de la oficina cerrarse volvió a bajar y se acercó de nuevo a aquella habitación.

—No deberías inmiscuirte en los asuntos de tu padre— trató de razonar Tikki con él, pero no le hizo caso.

Lenta y silenciosamente abrió la puerta dejando una pequeña abertura por donde podía ver lo que pasaba por dentro.

—El desfile, el desfile, el desfile, falta tan poco y tenemos tan poco tiempo para preparar todo— decía su padre con unos dedos en su frente denotando su estrés

—Si quiere puedo hacer una lista...

Adrien no prestaba mucha atención a la conversación laboral que tenían su padre y Nathalie, solo se fijaba en que su padre estaba abriendo la caja fuerte detrás del enorme cuadro y se concentró totalmente para ver que era eso que sacaba de ahí.

¡Ups! Miraculous equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora