O34: Kumamon

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"Ellos se calman porque saben que estás con ellos... porque te quieren."

Sin duda alguna las palabras de Hyesook no habían dejado en lo absoluto su cabeza, se repetían constantemente haciendo que dentro suyo todo se volviera una locura, Yoongi no sabía exactamente que pensar respecto a todo aquello, y es que en verdad se encontraba muy intrigado por todo, que tres alfas se aparecieran en su vida hacía que todo se volviera un lío para él, y aunque desde un principio jamás creyó tener la posibilidad de tener un nuevo alfa, no se esperaba que ahora fueran tres los que intentaban pretenderlo, era una locura.

Necesitaba pensarlo más, cada uno de ellos tenía sus propias cualidades, todos parecían ser totalmente aprobados por sus pequeños, aunque claro ellos tenían favoritismo por alguno en específico, pero Yoongi podía ver que todos estaban de acuerdo con que alguno de ellos fuera su nuevo padre alfa, claro que Yoongi no estaba tan dispuesto a querer aceptar eso del todo, llevo su mano a la hendidura de su cuello y hombro, la marca que alguna vez tuvo se iba esfumando poco a poco, aunque bajo su tacto, todavía podía sentir ese lazo que alguna vez fue reforzado.

Pensar en Chanyeol era lo que la mayor parte del tiempo mantenía ocupada su mente, no podía negar que seguía queriendo tener a su alfa consigo, aunque claro eso ya no era posible.

—Yoongi —el mencionado miro hacia la entrada de la florería, y allí lo vio, era aquel alfa que tuvo que consolar por su tristeza.

—Bienvenido —dijo el omega sonriendo hacia el alfa que comenzó a caminar hacia él, el omega no pudo evitar mirar hacia las manos del alfa, quien traía una bolsa en su mano derecha, era pequeña y de color rojo, era de papel—. ¿Llevarás flores?

—A decir verdad —Jungkook llevo su mano libre hacia su nuca, rascándola levemente mientras miraba hacia otro punto, lejos de la mirada del omega, pero no tardo en regresar la mirada hacia el omega—, no vine por flores.

—¿Entonces? —Yoongi no podía evitar sentir un leve cosquilleo dentro suyo, su animal interno casi nunca salía a la luz desde que perdió a su alfa, pero por alguna extraña razón, la presencia de los otros alfas le daba la señal a su lobo de rasguñarlo internamente.

—No tengo mucho conocimiento sobre tus gustos —comenzó a hablar Jungkook—, pero no pude evitar comprarte algo —el alfa acerco la bolsa hacia el mostrador, colocándola sobre este mismo, mientras que Yoongi miraba atento la bolsa—, ábrelo.

Con aquella ultima palabra de parte de Jungkook, invitándolo a abrir la bolsa para que descubriera lo que había dentro, el omega se dispuso a acercar sus manos hacia aquella bolsa, en cuanto asomo su rostro, pudo distinguir un oso, pero no era cualquier oso, y eso había hecho que su corazón casi saliera por su garganta debido a la emoción y sorpresa que había tenido en ese instante, era un oso kumamon, de color rosa pastel, sus mejillas estaban pintadas en un tono rojo mucho más claro, y aquel oso de peluche sostenía una pequeña caja en forma de corazón de plástico transparente, Yoongi noto que el contenido eran chocolates en forma de pequeñas esferas envueltas en rojo, el sonrojo que el omega tuvo en su rostro hizo que Jungkook sonriera.

Yoongi casi podía ver a su animal interno moviendo la cola de un lado a otro feliz por aquel regalo, el omega siempre era muy reservado para sus gustos, y más si se trataba de su personaje favorito, aunque cuando se tuvo que ir de casa había dejado atrás su pequeña colección de peluches de kumamon, Chanyeol le había comprado uno pequeño para que lo tuviera para recordarlo si lo extrañaba, era el único peluche que tenía para él, y siempre lejos de sus pequeños niños destructores. Así que, para él, que Jeon Jungkook le haya regalado algo como aquello, solamente le hacía sentir sumamente feliz, era una calidez invadiendo por completo su pecho que no se sentía capaz de contenerla, no por completo.

—¿Te gusto? —pregunto el alfa al ver que Yoongi simplemente se la pasaba mirando aquel regalo, por unos momentos la desconfianza había entrado en él, así que era inevitable preguntar.

Yoongi dejo de mirar el regalo, sus mejillas tenían un tenue color rosa, y sus ojos eran tan brillantes como dos luceros en el cielo, haciendo entender de inmediato al alfa que el regalo había sido el correcto.

—¡Me encanta! —dijo emocionado el omega, pero de inmediato cubrió sus labios con sus manos, sintiendo de nuevo la sangre golpear su rostro debido a la vergüenza, Yoongi se sentía sumamente estúpido, parecía un adolescente emocionado por el regalo de su primer novio, quería golpearse por haber dado aquel grito tan eufórico.

Jungkook no pudo evitar reír ante la reacción del omega, Yoongi se veía sumamente adorable ante sus ojos.

—No tienes porque cubrir tus labios —comento el alfa y no dudo en acercar su mano para apartar las manos del omega—, escucharte me hace sentir feliz —la sonrisa del alfa era radiante, haciendo que Yoongi se sintiera totalmente encantando de ver al alfa sonriéndole—, por un momento pensé que no te gustaría.

—¿Bromeas? —Yoongi apretó sus labios levemente, tratando de reprimir su sonrisa—. No pienses que no me gustaría, es muy lindo —Yoongi no evito llevar sus manos a la bolsa para sacar el peluche, la textura suave no tardo en inundar su corazón de nuevo de emoción—, kumamon es mi personaje favorito.

—¡Oh! —el omega miro al alfa—. ¿De verdad? —el omega no tardo en dar un asentimiento—. Vas a creer que sólo lo digo para gustarte —menciono Jungkook mientras soltaba una pequeña risa—, pero la verdad es que a mí me gustaba mucho ese personaje desde hace mucho.

—Es bueno conocer a alguien con tan buenos gustos —comento Yoongi con diversión haciendo que Jungkook sonriera mientras daba un asentimiento—, gracias por esto, no lo esperaba.

—No me lo agradezcas —contesto Jungkook—, un alfa siempre debe dar lo mejor de sí cuando corteja a su omega.

—¿C-corteja? —el nerviosismo en Yoongi era notorio, y es que su corazón no evito palpitar mucho más rápido con aquellas palabras.

—Sí —dijo Jungkook, soltó un largo suspiro—, no te lo dije en claro antes, pero —miro a los ojos al omega—, me gustas, lo pensé mucho, ¿sabes? Casi siempre soy el alfa que sale perdiendo cuando trata de conquistar a un omega, pero supongo que era porque no encontraba al indicado —le regalo una tenue sonrisa al omega—, y en verdad me gustas.

—Sabes que tengo hijos —menciono Yoongi.

—Lo sé —dio un asentimiento—, no pienses que soy esa clase de alfa que se aleja por algo como eso, tus pequeños son totalmente lindos, no me molestan, estoy dispuesto a cuidar de ti y de tus hijos, si es que me lo permites.

—Yo...

—No tienes que darme una respuesta, sé que es presuroso para ti, pero quiero que sepas que, no me rendiré fácilmente, sé que eres perfecto para mí, omega, lucharé por ti.

Definitivamente Yoongi se sentía como un adolescente recibiendo su primera declaración de amor, totalmente sin palabras y con la vergüenza completa sobre su rostro.

Un Alfa Para PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora