O41: Privilegios

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Vivir con pequeños niños a tu alrededor, a veces es una tarea difícil, no sólo por las pequeñas discusiones de los niños, sino que también había otros factores, como la atención, y aunque Yoongi procuraba atender a sus pequeños por igual, algunas veces unos se sentían mucho más consentidos que los otros —o al menos ellos así lo veían—, quizás los niños podían sentirse de ese modo, pero ¿un alfa? Yoongi consideraba que trataba a todos sus alfas por igual, pero para algunos de ellos, las cosas eran distintas.

Taehyung, creía que Yoongi consentía más a Jungkook, ¿por qué? Bueno, había ocasiones en las que el alfa quería comer algo más en la cena, y Yoongi le preparaba lo que él quería, también estaba el hecho de que Jungkook siempre se animaba a llamar a Yoongi por su jerarquía múltiples veces en el día, además de que también le decía uno que otro apodo que siempre hacía que Yoongi sonriera, también, Jungkook tenía el privilegio de que si estaba solo y con la compañía de Yoongi, podían compartir sentados en el sofá, y siempre Jungkook se veía en la necesidad de estar tan cerca del omega, que parecía que no quisiera separarse nunca de él. Por supuesto, Taehyung no se sentía con el mismo privilegio que él, y más por su trabajo, que lo mantenía ocupado durante casi todo el tiempo, y debía admitir que se sentía un poco celoso por eso.

En cambio, Jungkook, él sentía que el más consentido de los alfas, era Jimin, había muchas pruebas, él lo sabía, y podía también hacer una lista con todas las pruebas que tenía de ello, porque Jimin cada vez que regresaba del trabajo, era recibido con un beso de parte de Yoongi, porque el omega siempre se dedicaba a sonreírle y dejar que lo abrazará por la espalda mientras esta cocinando algo, porque siempre Jimin cuando tenía la oportunidad de estar a solas con el omega no dejaba que lo interrumpieran, y Yoongi no se molestaba con eso, o le ponía una reprimenda, decir que estaba celoso por lo que miraba, era poco, porque Jungkook no podía ni siquiera creer de los privilegios que gozaba Jimin al estar con Yoongi.

Por otro lado, Jimin era quien pensaba que Taehyung era el alfa más consentido por el omega, y había muchas razones para decirlo, Jimin siempre estaba al tanto de todo lo que pasaba, y es que Taehyung, cuando se encontraba estresado por el trabajo, Yoongi siempre le preparaba su comida favorita, inclusive le llevaba el almuerzo a su trabajo, también, el omega se dedicaba mucho a prestar atención a Taehyung cuando este conversaba demasiado, ignorando de ese modo a los demás, Taehyung siempre que le pedía un beso al omega, Yoongi no dudaba en dárselo, ya fuera en los labios, en la mejilla, o inclusive en la punta de la nariz, para Jimin todos esos actos eran los que lo hacían pensar en que Yoongi consentía demasiado a Taehyung.

Quizás los alfas estaban demasiados celosos uno del otro para pensar con claridad, pues Yoongi no es alguien que se desviva solamente por uno de ellos, sino que reparte todo su cariño en cada uno de ellos por igual, pero claro, quizás eso no lo lograrían entender a la primera oportunidad, porque ahora mismo se encontraban sentados en la estancia, brazos cruzados sobre sus pechos, a una distancia sumamente prudente uno del otro, y mirándose con desafío uno al otro, apartar la mirada sería perder, y ninguno de ellos está dispuesto a perder. Yoongi se había encontrado con aquella escena justo cuando estaba a punto de ir a preparar la cena, sus pequeños niños habían ido a casa de la madre de Jimin, porque querían pasar tiempo con una de sus abuelas, y la señora Park estaba feliz por las nuevas visitas, y ahora Yoongi pensaba que había sido lo mejor, porque ahora tenía que ver a sus alfas en lo que parecía ser una batalla de miradas.

—¿Me van a explicar lo que esta pasando aquí? —pregunto el omega, mientras miraba como ellos parecían querer seguir prestando más atención a ellos mismos que al omega, Yoongi soltó un largo suspiro, a veces los alfas podían ser mucho más infantiles que sus pequeños cachorros.

—Es importante —menciono Jungkook.

—Sí, es lo más importante ahora, omega —menciono Taehyung.

—No lo entenderías —dijo Jimin.

El omega definitivamente pensaba que sus alfas estaban locos, soltó de nueva cuenta otro suspiro y camino hacia la estancia, miro a cada uno de ellos, que al parecer no estaban dispuestos a mirarlo a él, era de algún modo divertido, porque tenían sus ceños levemente fruncidos mientras se miraban entre ellos y parecía que aquí el peligro era parpadear.

—¿Me lo dirán, alfas? —pregunto de nuevo Yoongi, la situación le parecía entretenida de algún modo.

Y más porque ninguno de ellos lo miraba.

—Es una pequeña batalla de miradas —dijo Jungkook—, quien pierda, es el menos consentido por ti, omega.

—¿Consentido? —Yoongi definitivamente quería reírse, porque él los ama a todos por igual, y no tenía ni siquiera privilegios que los demás no tuvieran, así que esta pequeña batalla de miradas era cada vez más tonta para él—. Iré a la cocina —menciono Yoongi, tenía un pequeño plan—, y si alguno de ustedes decide terminar con esta batalla —sonrió mientras se alejaba—, para ayudarme, entonces ese será el alfa que tenga más privilegios conmigo.

Bueno, quizás las batallas de miradas si eran tontas después de todo.

—¡Yo te ayudo! —mencionaron los alfas al mismo tiempo, y por fin Yoongi había logrado que dejarán de mirarse entre ellos con insistencia.

Yoongi no evito soltar una suave risa al escucharlos hablar al mismo tiempo, sus alfas eran sumamente adorables.

—Alfas, ninguno de ustedes tiene más privilegios que el otro, porque los amo por igual —menciono Yoongi—, ahora vengan, los niños no están, pero eso no significa que puedan tener recompensas antes de ayudarme, ¿bien?

—¿Qué clase de recompensa? —pregunto Jungkook mientras relamía sus labios levemente.

—No diré más —dijo Yoongi—, pero creo que ustedes saben perfectamente a lo que me refiero, alfas.

Sí, había muchas clases de recompensas que podían recibir de parte del omega, pero ellos sabían perfectamente a que clase de recompensa se refería Min Yoongi, los alfas no tardaron en mirarse los unos a los otros, ¿a quién le importa una tonta competencia de miradas cuando pueden tener a Yoongi para ellos solos sin que alguien los interrumpiera? Eso era mejor que una medalla de honor por ganar un maratón de siete kilómetros.

—Si esa recompensa me hará tener a mi omega en mis brazos, entonces no dudaré en ayudarte, cariño —menciono Taehyung mientras sonreía ladino.

—Estoy de acuerdo con él —dijo Jimin—, porque tenerte es la mayor recompensa que esta vida pueda darme.

—Sí, es el mejor privilegio que un alfa pueda tener —termino de decir Jungkook.

Sí, sus alfas a veces pueden tener sus dudas con respecto a los tratos del omega, pero Yoongi trataría de demostrarles que ninguno es más importante que el otro para él, porque Yoongi en verdad los ama a cada uno de ellos por igual, son sus alfas, y se siente afortunado de tenerlos sólo para él.

Un Alfa Para PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora