O24: Esperar

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—Papá, ¿cómo estuvo tu cita? —pregunto la hija mayor.

Yoongi soltó un suspiro, había sido una 'cita' divertida, Yoongi no consideraba que debía llamar a esa salida como una cita de pareja, pero Jimin había insistido en que salieran, y lo cumplió, era la segunda vez que salía con él, pero de todas formas no sentía que debía considerarlo como algo romántico, ni siquiera Chanyeol era tan romántico, pero era encantador.

—Supongo que estuvo bien, cariño —menciono Yoongi, los ojos de su hija brillaron con intensidad.

Minjee no quería admitirlo, pero estaba sumamente encantada, el alfa que habían encontrado por casualidad en el supermercado parecía encajar perfecto con su padre omega, y debía admitir que inclusive Jimin se veía sumamente embelesado por su padre omega, amaba ver como ese alfa parecía estar siempre seguro de sus acciones y sus palabras, ¡era simplemente perfecto para su padre!

—¿Volverás a tener una cita con él? —Minjee estaba sumamente intrigada.

—Cariño —hablo Yoongi, pero su pequeña hija Hyesook tomo su mano con fuerza.

—Yo quiero que salgas con el director Kim —menciono la más pequeña—, él... él es bueno para ti, papá.

—Sí, le doy la razón —dijo Hyunsu—, él quedaría muy bien contigo, papá.

—El alfa llorón es mucho más agradable —dijo Jihoon quien se encontraba caminando al frente de todos.

—Sí, pero la mamá de Jimin hace ricos pasteles de durazno —menciono Minjee, y en eso los gemelos estaba en total acuerdo.

Yoongi había dejado a sus hijos a cargo en casa de la señora Park, quien al verlo se había emocionado por completo, y no había dudado en abrazarlo para decirle que estaba sumamente feliz de verlo de nuevo, aunque definitivamente se había sorprendido al ver a los cuatro pequeños detrás del omega, pues Jimin le había comentado que debía de cuidar de los hijos de Yoongi, pero había pensado que solamente se trataba de una broma, pero descubrió que no era para nada una mentira, Yoongi tenía cuatro pequeños niños y eran sumamente adorables.

Después de aquello, se había ido con Jimin a cenar, mientras que los niños no dudaron en ayudar a la señora Park en la cocina, y así habían obtenido un delicioso pastel de durazno que estaba sumamente delicioso.

—Cachorros —soltó en un resoplido Yoongi—, ¿por qué siguen insistiendo en que debo tener otro alfa? ¿No creen que eso haría enojar a su padre alfa que ahora está en el cielo?

—Papá Chan —menciono Jihoon—, el nos cuida desde allá arriba —sonrió al decir aquello—, y quiere lo mejor para todos nosotros.

—Sí, papá alfa nos cuida muy bien desde el cielo —comento Hyunsu y su gemela no pudo evitar sonreír feliz de sólo pensar en su padre alfa.

—Sí, papá podrá ya no estar aquí, pero no creo que se moleste sólo porque tú quieras buscar otro alfa —dijo Minjee.

—Sí, él seguramente te mando esos alfas para que no te sintieras solo, papá —comento Jihoon.

—Niños, a veces pienso que aquí los adultos deberían ser ustedes —los pequeños soltaron suaves risas, estaban felices de poder escuchar aquello.

Quizás sus hijos tenían razón, aún Yoongi sentía la necesidad de negarse a encontrar a alguien más, después de todo tenía la responsabilidad de seguir adelante y cuidar de sus hijos, hasta, si es posible, cuando ellos ya encontraran pareja, quizás se preocupaba tanto por ellos que ni siquiera podía ver más allá de la felicidad de sus hijos, y se olvidaba por completo de lo que él quería.

Parte de su vida la había pasado con Chanyeol, se apoyo en su hombro cuando se sentía triste, sonrió y bailo con él cuando se sentía sumamente feliz, se encerraba en su habitación si es que discutían, pero siempre había ese pedazo de corazón que le repetía mil veces que su alfa lo amaba y que jamás dejaría de hacerlo, Yoongi pensó que a pesar de que la vida le había arrebatado algunas cosas, le había dado unas mejores.

Le había dado un alfa, le había dado hijos, pero volvió a quitarle a su alfa, Chanyeol siempre estaría en su corazón, y tal vez inclusive jamás llegaría a irse, pensar en que podría llegar a tener sentimientos por alguien más, causaba temor en su persona.

¿Qué es lo que pensaría Chanyeol si lo viera ahora?

¿Qué le diría si lo ve besando a otro alfa?

¿Estaría decepcionado de él solamente por no mantener los votos matrimoniales?

—¿Yoongi? —el omega dejo sus pensamientos al escuchar aquella voz.

—¡Alfa llorón! —exclamo su pequeño quien al verlo sonrió.

—Jungkook —menciono Yoongi—, ¿qué haces por aquí?

El alfa había planeado ir a ver a Yoongi para poder conversar un rato y quizás y si su valentía lo permitía, pedirle una salida, pero desafortunadamente, se había encontrado con la florería cerrada, se había quedado a esperar, pensando que quizás podría llegar Yoongi en cualquier momento, pero los minutos habían seguido avanzando y así se fueron convirtiendo en horas, por unos momentos estaba pensando en rendirse e irse de allí y regresar al siguiente día, pero no quería hacerlo, debía de esperar, quizás solamente faltaba poco tiempo para que el omega regresase, y entonces se había quedado, ya era de noche.

—Bueno —se sintió un idiota por unos momentos, ¿qué le diría? ¿qué estuvo más de dos horas esperando afuera sólo para verlo? Quizás inclusive pensaría que estaba loco—, en realidad te estaba esperando.

—¿C-cuánto tiempo llevas aquí esperándome? —Yoongi sentía sus mejillas calientes, agradecía la poca luz que había, de ese modo el alfa no notaría la vergüenza en su rostro.

—Un par de horas —Yoongi abrió los ojos en grande—, pero no importa...

—No debiste quedarte aquí, pudiste enfermar, esta haciendo frio y... —Yoongi no sabía que más decir, había dejado a alguien esperando por error, se sentía sumamente culpable por todo.

—Papá, ¿por qué no lo invitas a pasar? —pregunto Hyesook mientras jalaba la orilla del abrigo de Yoongi.

—Sí, invítalo, hace frio aquí —menciono Jihoon.

Era cierto, Jungkook había esperado mucho tiempo afuera.

—No es necesario, pequeños —comento Jungkook mirando a los niños.

—Jungkook —hablo esta vez Yoongi—, ven con nosotros adentro, hace frio y... —relamió sus labios levemente—, será mejor entrar, podemos hablar un rato y tomar algo de té, ¿sí?

El alfa iba a negarse, pero al ver la mirada del omega, esa dulce y pequeña sonrisa suya que le estaba encantando en ese momento, su lobo le pedía a gritos que no se negará, y termino aceptando aquella invitación.

Yoongi no estaba seguro si era el destino el que insistía en que él se buscase a alguien más para que se sintiera feliz, pero quizás debía de darle la razón de vez en cuando.

Un Alfa Para PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora