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Kookie salió de la ducha y tomo una de las toallas que había en la estantería del baño y la enredó en su cintura.
Salió caminando lentamente del baño, pues a pesar de haber tomado analgésicos este aún se sentía adolorido; al llegar a su cama este se sentó con cuidado, perdido y desolado en aquella habitación el castaño volteo a ver sus muñecas percatandose de lo que aquel chico más grande que el le había dejado.
En sus muñecas se alcanzaba a apreciar un tono morado con unos cuantos matices verdes y amarillos, apenas Jungkook lo noto, el dolor en ambas muñecas se hizo presente pues había estado tan inmerso en sus súplicas y cuestionamientos de existenciales que había olvidado por completo que Kyung-so también había lastimando sus brazos.
El menor se levantó de su cama busco ropa interior una pijama y una sudadera de mangas largas que evitará que su padre mirara el daño en su blanca piel y fue ahí en dónde recordó que ahora tenía problemas mayores que Kyung-so.
Hoy no había nadie que lo salvará, ni Jimin, ni Jin, ninguno de los dos podía salvarlo de su verdadero problema, pues cuando Hoseok llegará a casa buscaría a Jungkook como un león busca a su presa, lo devoraria una vez más, comería pedazo a pedazo de su ser para una vez más llevarlo a lo más profundo del infierno, otra parte de su alma quedaría atrapada en ese hoyo profundo de obscuridad y miseria, para después de eso quedar estático en la cama llorando, suplicando por ayuda al blanco, silencioso y frío techo de su habitación.
— Bueno... Ahora solo queda esperar por aquello que es obvio que va a pasar— sé resignó para así recostarse en su cama a mirar el techo mientras pasaba el silencioso y cruel tiempo.
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Después de un rato Jungkook había caído en una completa desconexión con el mundo exterior, no escuchaba ni sentía nada que estuviera a su al rededor, el sonido de los autos afuera de su casa se había vuelto mudo, nisiquiera podía percibir el cantar de las aves o los golpes que daban contra la puerta de su casa.
—¡Jungkook soy Taehyung!, Abre la puerta se que estas ahí... Kooki, Kooki, dime qué estás ahí.
Taehyung había llegado unos cuantos minutos atrás a casa de Jungkook, estaba preocupado por lo que había escuchado en la escuela así que después de clases fue corriendo a casa de Jungkook.
