Nana!

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Pov calle

Estaba muerta de miedo, solo llame a Cristóbal para que trajera mi camioneta pero no me sentía capaz de manejarla

-juli, puedes llevar la camioneta? Por favor! -dije casi en súplica, estaba nerviosa, demasiado diría yo.

-claro hermanita -dijo con su particular sonrisa, yo tenía mil dudas y quería respuestas antes de llegar con mis padres

-juli, se puede saber porque todo fue tan rápido? Digo, apenas y anoche te dije que quería hablar con mis padres, fue como si solo hubieras llamado e inmediatamente ellos hubieran venido -dije llena de dudas y Vi nerviosismo en Juli, cosa que pasaba muy rara vez

-mira ratona yo no puedo mentirte y no lo abre más, mamá y papá llevan acá en Bogotá alrededor de un mes, recuerdas el día que desaparecí y que al parecer dale tu fin de semana porque no me encontraban y me había llevado tu camioneta? -me pregunto y yo solo asentí

-bueno, desde ese día ellos están acá, yo fui a recogerlos al aeropuerto porque llegaron de imprevisto, ellos querían buscarte e incluso hablar contigo inmediatamente y yo se los prohibí, sabía que a pesar de que me habías dejado estar contigo no estabas lista para verlos a ellos, y anoche cuando me lo hiciste saber solo fue cuestión de avisarles y que prepararán todo -dijo de una forma tan tranquila, y yo no sabía ni que hacer ni que decir, mis padres llevaban un mes en la misma ciudad que yo, bueno aunque ese mismo tiempo yo estuve fuera pero habían podido hacerle daño a poché

-ellos saben la existencia de mi relación con poché? -dije y pregunte lo único que me importaba, Juli sonrió y asintió

-si ratona, ellos lo saben, cómo también saben de todo lo que ha pasado -dijo y yo asentí, bueno si ya sabían y nunca se acercaron puede ser algo bueno, no me di cuenta en qué momento llegamos, solo Vi a poché a mi lado donde me acariciaba mi cara

-amor, vamos, que sucede? Sino quieres nos podemos ir -dijo poché preocupada pero era momento de enfrentarlos, ya había llegado la hora, baje del auto y agarre de la mano a poché

-amor, no me sueltes por favor -dije en súplica

-nunca te soltaré, así que vamos, no te preocupes -dijo y me dió un tierno beso, con ese beso desapareció cualquier miedo que tenía en mi sistema, estaba dispuesta a enfrentarlos y defender mi nueva familia.

Llegamos hasta donde nos esperaban vale y Juli, Juli me miró y pidió aprobación para tocar el timbre, y en ese momento me percate de dónde estaba y recuerdos tanto buenos como malos llegaron a mi, golpeándome fuertemente, quería salir corriendo, pero ya era tarde, ya Juli había timbrado en la casa, apreté más el agarre de poché y ella solo me sonrió, al poco tiempo Vi como Rosario nos abría la puerta y se enfocaba solo en Juli que era la que estaba más cerca, Rosario había cambiado mucho.

-mi niña, bienvenida, siga, niña Valentina, buenos días, bienvenida, sigan -dijo mi nana y eso sí se me hizo extraño, vale ya había venido a esta casa? Porque Rosario la recibía con tanto cariño, mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando Juli inicio a hablar

-hola Nana, gracias, pero no venimos solas, ahí está tu otra niña -dijo Juli señalando hacia atrás donde estábamos poché y yo, tal vez las dos con las mismas preguntas por cómo habían saludado a vale

-mi Dani - fue lo único que escuche antes que me abrazaran, poché cuidadosamente soltó mi mano para permitirme que abrazara bien a mi nana, hace mucho no sentía un abrazo así, lo necesitaba, solo pude corresponder a ese maravilloso abrazo

-nana, cómo estás? Cuántos años sin verte, sin saber de ti, cómo te han tratado? - dije llena de emoción, amaba a esta mujer, ella era quien había visto de mi desde que era una bebé, mi nana dejo de abrazarme y las dos estábamos llenas de lágrimas

-pense que no te volvería a ver y que no volvería a tenerte en mis brazos -dijo llorando, y tal vez ese era el mismo pensamiento que teníamos las dos, nos separamos cuando escuchamos como se aclaraban la garganta y nos dimos cuenta que era Juli, quien nos invitaba a pasar

-nana, antes que entremos quiero que conoscas a poché, mi novia, mi mujer y mi futura esposa -dije y poché se sonrojo, mi nana la abrazo y me hizo saber que estaba feliz por mi y que me apoyaba 100% como siempre lo hizo.

Entramos a la casa, mi nana ingreso primero seguida por vale y por Juli y finalmente poché y yo, iba con mis emociones a flor de piel, Vi desde el pasillo a mamá y a papá y eso me hizo detenerme inmediatamente, dónde estaba yo los podía ver pero ellos a mí no, no me sentía capaz de avanzar nuevamente, Vi como mamá abrazo a Juli y como abrasaron a vale, definitivamente tenía que hablar seriamente con Juli. Mamá buscaba a alguien más pero su mirada de tristeza me destrozó y más cuando oí sus palabras.

-se arrepintió verdad? No nos quiere ver? Por eso no vino con ustedes, verdad? -dijo mamá llena de dolor, Juli volteo y al no vernos solo negó

-No mamá, ella venía con nosotros, tal vez solo se distrajo un poco, déjame voy a buscarla y ya regreso -dijo y se regresó por dónde había ingresado encontrándonos inmediatamente.

-hey calle! que sucede?, porque te quedas ahí? vamos mamá te está esperando, sabes que no le gusta que la hagamos esperar. eso no ha cambiado en ella, así que vamos, no estás sola, nos tienes a nosotros y esta vez yo no permitiré que te vayas y desaparezcas de nuestras vidas cómo lo hiciste hace años atrás, porque ya que estoy contigo no te dejaré ir nunca, sí mamá y papá no aprovechan esta oportunidad yo sí lo haré así seamos las dos quiénes salgamos por esta puerta nuevamente dejando atrás nuestra familia y convirtiéndonos en una solo tú y yo así que no estás sola -esas palabras de Juli me dejaron sorprendida, realmente no esperaba esa reacción por parte de ella, pero me alegraba, sabía que no estaba sola, sabía que tenía poche, sabía que tenía vale y ahora saber que tenía a mi hermana era más que suficiente para ingresar y enfrentar a mis padres, qué pasará lo que tuviera que pasar, con ese pensamiento di marcha a mis pies para encaminarme por el pasillo que comunicaba la sala donde estaba mamá papá y en medio de ellos Valentina sabía que la conocían por Juan Carlos pero nunca espere que le tuvieran ese cariño o tal vez un cariño que ella se vino ganando con el tiempo, porque al parecer no era la primera vez que ella coloca un pie en esta casa, bueno en fin, eso lo averiguaría después, faltaban tan solo unos metros para que ellos me observaran y empecé a sudar frío ya realmente no sabía que era bueno sí retroceder y salir corriendo o dar los pasos que faltaban para enfrentarme a ellos pero una mano apretó la mía y eso me hizo dar cuenta que era poché quién estaba mi lado y me estaba incitando a enfrentar mis miedos, sabía que no estaba sola y tan solo con una mirada nos transmitimos más de lo que podíamos con palabras, asentimos las dos y decidí dar los siguientes pasos......

Para el amor no existe edad, o si?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora