VIII

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¡Lamento la tardanza! La semana pasada fue un caos total ;; espero me perdonen

Espero disfruten el capi de hoy

Como siempre, mil y un gracias a Ren por betear el fic !

—Jimmy —Craig se acercó primero, antes que le hiciera algo al rubio—, Tweek nos ayudó, ¿de acuerdo? ¿Qué haces?

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—Jimmy —Craig se acercó primero, antes que le hiciera algo al rubio—, Tweek nos ayudó, ¿de acuerdo? ¿Qué haces?

—¿Quién crees que fue quien los atrajo en primer lugar? —miró al pelinegro.

—Jimmy —repitió el pelinegro, sorprendiéndose hasta a él; se colocó frente al diablillo, como si de esa manera pudiera protegerlo de las bendiciones—, le hicimos una promesa.

El fraile miró a otro lado, después de ver a todos sus compañeros... hermanos de esa manera, descuartizados, heridos y quebrados de esa manera. Era evidente que necesitaba culpar a alguien, Craig lo había hecho con Stan. Quizás, todos eran culpables.

—Y esta-estaré dispuesto a mantenerla si responde mi pregunta.

El del chullo miró detrás de él, solo para descubrir a Tweek haciéndole agujeros, gritando con sus ojos. Se preguntó cuando se habían invertido los papeles, Jimmy queriendo lastimar al diablillo y Craig interponiéndose por mantenerlo a salvo.

—¿Qué diablos estás haciendo, Jimmy? —Stan se acercó a ellos, mirando toda la situación desde afuera—. ¿Qué puede saber un adicto a la metanfetamina de demonios y el ataque? ¿Cómo puedes creer que él la atrajo? Lo que fuera que haya sido ella.

—¿A-adicto? —preguntó el fraile.

—Sí —regresó Stan—. Tweek es un drogadicto en rehabilitación, ¿qué puede saber él de lo pasó en la iglesia?

—¿No te dijo Craig? —siguió el castaño de muletas, el del chullo se tensó—. Tweek era un satanista —Jimmy cayó en el engaño a la perfección, todavía se negaba en confesarle la verdad al otro—. Antes que Craig lo rescatara.

Stan se sorprendió, mirando al rubio como si no lo conociera; Craig casi se reía de lo absurdo de todo.

—¿Satanista? ¿Tweek?

—Sí —respondió el fraile, luego devolvió la mirada de lleno al diablillo—, por eso sabe exactamente qué fue lo que sucedió y quién era ese demonio.

—¿Satanista y drogadicto? —se seguía preguntando el pelinegro—. Wow, Tweek, ¿quién lo diría? Y te ves tan inofensivo...

—¡Agh! —chilló Tweek, tiritando, todavía tenía miedo de ser exorcizado en cualquier segundo.

—El punto es —interrumpió el fraile—... que Tweek sabe lo que ocurrió en la iglesia. ¿Qu-quién era ella? No era un demonio normal, ¿verdad, Tweek?

Cántico de los Abandonados [Creek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora