Capitulo 19

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Juncell observo el horizonte, a lo lejos una montaña se alza, según los mapas nada de interesante se encuentra en ella ni a sus alrededores, solo es una montaña sin más, justo lo que Juncell necesitaba para comprobar algo, desde hace horas estaba pensando en las palabras de Aldia sobre su nuevo poder como monarca, pensó durante todo ese tiempo y se dio cuenta que no podia ser solo cuestión de actitud de lo contrario Aldia no hubiese insistido una segunda vez con eso.

Haciendo memoria de los reyes que el enfrento Juncell recordó sus formas de luchar, ellos no eran cautos no esperaban momentos justos y se escondían tras un escudo esperando el momento justo para atacar, ellos solo descargaban todo su poder en poderosos ataques valiéndose únicamente de su técnica y experiencia, sabiendo que cada uno de ellos lo logro matar sientas de veces eso comprueba que su forma de luchar no es mala incluso comparada a la cuidadosa forma de luchar de los huecos.

De cierta forma ahora como uno de ellos Juncell está interiorizando que ha de luchar así, valiéndose solo de su técnica y experiencia y ya no de esperas, paciencia y ataques en momentos justos, en pocas palabras debe cambiar su forma de luchar y ser más agresivo, ahora en cuanto a poder puro...desde que llego a Oestia tuvo algunas peleas y en cada una de ellas Juncell lucho con el mismo poder que tenía en Drangleick pero ahora que lo piensa no debería, luego de sentarse en el trono del querer debería ser muchísimo más poderosos, lo puede sentir su alma es casi idéntica a la de los antiguos señores y por consecuencia su poder debería ser similar.

Entonces ¿Por qué hasta ahora no nota diferencia en su poder? Durante horas el monarca pensó en aquello y al fin de cuentas llego a una conclusión, simplemente no sabía que tenía tal poder y por ende no lo usaba, una respuesta simple pero que le pareció justa, después de todo ¿Cómo puedes usar algo que ni siquiera sabes que tienes? Por eso es que vino aquí, desde lo alto del castillo observando aquella montaña lejana, quería comprobar algo, se informó bien antes y no heriría a nadie pues nadie vive en ella tal vez algún animal o monstruo pero fuera de eso ninguna vida que le importe.

Hizo aparecer en su mano la campana del dragón, un catalizador de milagros que le permite usar la magia divina de los antiguos dioses de la llama, nunca fue muy amante de usar magias pero en algunas ocasiones tenía que admitir que eran muy útiles sobre todo como apoyo, levanto su mano hacia arriba sosteniendo la campana la cual de inmediato se vio rodeada de electricidad y creo de forma veloz un rayo con forma de lanza, los ojos carmesí del monarca se posaron en la montaña y su mente se centró en la campana.

Entonces libero su poder, reunió todo lo que podia en aquella campana todo con el objetivo de aumentar el poder del milagro conocido como lanza de luz solar, la lanza eléctrica no cambio de apariencia de ninguna forma pero el moreno sintió el poder aumentar en ella un poder sin parentesco que nunca antes habia sentido estaba curioso por ver el resultado, así que dejo ir la lanza directo hacia aquella montaña, a pesar de lo lejos el viaje fue rápido ya que la lanza se mueve a la velocidad del rayo.

Luego de recorrer los cielos el milagro impacto con la montaña entonces el monarca vio su poder, la montaña donde habia impactado el milagro se vio borrada en una explosión eléctrica que resonó con fuerza a pesar de la distancia...hacer desaparecer una montaña con un milagro es mucho poder, pero impráctico para combates cercanos pues podria terminar por herirse a sí mismo con tal poder.

—Vaya...sabía que dijiste algo sobre que tenías un poder sin aprovechar, pero...pero eso es...ni mi madre podria hacer algo como eso— Pronuncio impresionada la princesa de Feoh que venía justo de llegar al lugar observando con incredulidad el poder que es capaz de liberar su prometido.

—Si es mucho, pero es muy caótico, seguiré usando mis hechizos con la misma potencia que antes de lo contrario se tornaran contra mí, en cuanto a la potencia física aún tengo que probar— Él se dio la vuelta hacia Alicia esbozando una ligera sonrisa mientras hacía desaparecer la campana del dragón de su mano —En todo caso estoy contento de ver este nuevo poder, sobre todo con lo que se avecina ¿ya está programada la reunión para hablar de la traición de los perros negros?

Señor OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora