Capitulo 7

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El viaje se torno corto, algunos entes durante el camino aparecieron buscando destruirlos, pero todos ellos fueron eliminados por el trio compuesto de la princesa, la reina y el caballero gigante, al fin de cuentas cabria preguntarse del porque trajeron con ellos tantos guardias cuando se pueden ocupar de los enemigos sin problema ellos mismos.

También gracias al viaje Juncell pudo observar diversos paisajes de Oestia los cuales no podia encontrar en Feoh, de igual forma se encontró con algunas razas diferentes a humanos y elfos, medio humanos los llaman, habían pasado por varios pueblos habitados por estos seres, humanos de pequeño tamaño con una apariencia infantil pero con cola que recuerda a la de algunos perros, según la información poseída por el moreno una de las princesas guerreras de Oestia pertenece a tal raza, pequeños pero feroces y considerados los guerreros natos mas capaces, aquello le pareció extraño al peli blanco ya que en Drangleick mientras más grande más poderoso.

Supuso que, como todo, aquellas razas es una de las diferencias que pose Oestia con Drangleick ya que después de todo en aquel reino caído solo habia conocido un total de tres razas, Los Fenitos que protegían las catacumbas, Las Milfanitos que cantaban en el santuario de Amana y por ultimo los enanos que protegían las dos campanas, esas eran las únicas razas que él conocía exceptuando obvio las razas de monstruos y los experimentos de Aldia.

Al comparar tanto su antiguo hogar con el actual Juncell no pudo impedirse sentir cierta melancolía, si Drangleick era un infierno de cualquier forma que se le mire, pero aun así el se habia acostumbrado a tal infierno, lo habia echo parte de su vida y ahora pensar que es posible nunca volver a verlo se le hace extraño, cuando llego a Oestia se sintió decaído por ya no tener objetivo alguno ahora que tiene uno su tristeza decidió transformarse en melancolía...el cerebro humano tiene formas curiosas de funcionar.

- ¿Lord Juncell? - el moreno fue sacado de sus pensamientos por la voz de la joven princesa peli rosa.

Este debido a su altura tuvo que bajar la mirada además de que esta aun sentado en la parte delantera del carruaje a pesar de que este se detuvo para un último descanso general antes de llegar a la capital de Oestia.

-Lady Firore ¿sucede algo? – Habia estado interactuando durante los últimos días con la joven princesa de un carácter mucho más suave que Alicia es más si Juncell tuviera que compararlas diría que son lo opuesto por lo menos en personalidad.

Observo con atención para llegar a tal conclusión, Prim es dulce, amable y atenta, pero también es culta, inteligente y con una excelente comprensión del mundo que la rodea y eso incluso manteniendo un aura de inocencia siempre presente, mientras que Alicia es impulsiva, cautelosa pero no muy inteligente, y demasiado emocional, mientras que Alicia grita ordenes Prim pide favores con una voz calmada, primas criadas juntas pero aun así diferentes, otra extrañes que añadir para el catálogo de Juncell.

-Si, vera hemos encontrado un lugar en el cual ducharnos, y la reina pide su presencia- El moreno levanto una ceja delante tal información, durante el viaje siempre se detenían no muy lejos de un punto de agua para que las princesas y guardias pudieran estar limpias, además de facilitar la preparación de comida y el suministro de agua, pero es la primera vez que piden su presencia a un presunto baño.

-Esta bien- Al escuchar esas palabras la joven de ojos azules comenzó a caminar guiando al moreno el cual bajo del carruaje.

No tardaron mucho antes de llegar a un pequeño pero agradable lago, en aquel lugar se podia ver ya algunas de las guardias desvestirse para adentrarse al agua, algunas reaccionaron con vergüenza ante la presencia del moreno, otras lo ignoraron, pero sin duda la reacción mas fuerte la tuvo una joven rubia desnuda en medio del lago la cual de inmediato lanzo un grito de enojo.

Señor OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora