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Había llegado del trabajo tarde, muy tarde. Suspiró al ver su comida fría en el escritorio, trató de ver el bulto en su cama para ver si estaba Denki y en efecto, estaba durmiendo abrazado a las mantas nuevas que había comprado. Dejó sus cosas en los cajones debajo de la cama y se sentó a restregarse los ojos con ambas manos.

—¿Ya llegaste?Escuchó la voz ronca del rubio que lo trataba de ver desde arriba.

—No, sigo lavando trastes.Su compañero bufó.

—Ven a dormir, hoy hace mucho frío y si sigues durmiendo en el suelo te vas a enfermar y me vas a enfermar a mí.

—En esa cama apenas caben dos, y tú y el bebé ya son suficientes ahí.Denki se sentó en el borde de la cama y vio su piel pálida en tonos rojos, eso lo alarmó.

—Denks, ¿te sientes bien?Subió rápidamente las escaleras y tocó con su mano fría la frente del chico que se encontraba adormilado.

—Creo tengo fiebre.Chasqueó la lengua y tan rápido como subió de los escalones, bajó.

—¿Estabas enfermo y no me dijiste?De pronto se encontraba desesperado. Llenó en un traste, que Denki había comprado, con agua que estaba completamente fría y busco trapos o telas o un poco de ropa entre sus cajones desordenados —. Dios, pareces un niño en vez de un anciano de 30 años.

—¡Hey, que apenas cumpliré 28!Con las cosas listas subió con cuidado de no tirar nada.

— Vamos, quítate la playera y acuéstate.

—¿Estás loco? Hace mucho frío.Shinso era horrible para cuidar a otros, se sentía ansioso y malhumorado porque no sabía qué hacer, ¿debía llamar a la ambulancia, afectaría al bebe o tendría un aborto espontáneo?

—¡Kaminari por favor, acuéstate de una vez!El chico decidió seguir aquel consejo y sintió el trapo helado sobre su frente — ¿Crees que sea prudente ponerte un trapo en el vientre?

—No sé, pregúntale al bebé.Hitoshi realmente pensó en preguntarle al ser que vivía en el vientre de Kaminari pero se sentía bastante tonto viéndose mentalmente haciendo eso, pero... Si ponía un trapo ahí estaba seguro de que la fiebre bajaría más rápido.

—Bebé — posó una de sus manos frías sobre el vientre del chico que sólo saltó de la sorpresa —, ¿puedo poner un trapo arriba de ti? — Denki lo veía burlonamente mientras evitaba que el trapo se cayera de su frente.

—Vaya, no creí que lo fueras a hacer.

—A diferencia de ti, soy bastante educado y como el bebé no hizo nada entonces procederé a ponerle un trapito.El chico mojó otra prenda de ropa que había encontrado por ahí y la puso con cuidado sobre el rubio.

—Se movió, de seguro le dará frío — los dos se la pasaron en silencio en lo que le bajaba la fiebre al otro, no tardó mucho, tal vez sólo una hora.Una vez ya todo en calma, Shinso guardó las cosas y dejó el agua a un lado para ponerle a la planta, que Kaminari le había comprado para adornar su desolado cuarto, por la mañana. Apagando las luces de la casa escuchó a Kaminari asomarse por la orilla de la cama.

—¿No te vas a quedar conmigo?

—No, necesitas descansar y yo...

—Por favooor, sólo esta vez, estoy malito.Fingió un poco de tos y Shinso se sobó las sienes de su cabeza.

—Bien, pero no quiero que a la mañana siguiente me digas que no dormiste nada.El chico subió despacio las escaleras y la figura de Kaminari pegada a la pared le causó mucha ternura.

—Vas a estar peor si duermes con la espalda en la pared.

—Ya soy un adulto y yo decido qué me hace mal.Rodó los ojos en medio de la oscura habitación y con cuidado de no hacerle daño al chico se acomodó a un lado de él y se cobijaron con al menos 5 mantas para pasar la helada noche.

—¿Estás bien?Tenía los ojos cerrados, estaba cansado y el repentino estrés de un Denki con fiebre lo había agotado.

—Sí, gracias, ¿tú todo bien?Podía sentir el aliento del chico en su barbilla y le daba un cosquilleo ligero.

—Bien.De pronto, su mente empezó a preguntarse en qué pasaría cuando ese bebé naciera, nunca había pensado en un después. Abrió sus ojos y se encontró con los resplandecientes iris del chico, aquello lo acobardó. Sus ojos eran imponente y no sabía si era por lo hermosos que eran o por lo maduros que se veían.

—Hitoshi.Sintió sus mejillas arden debajo de las mantas y de repente el calor le invadía todo el cuerpo. Por un momento pensó en que él se había enfermado, pero sentir la punta de sus pies helados era suficiente para saber que sólo estaba avergonzado — ¿Podrías tratar de abrazarme?Inhalo cortadamente y estiró sus manos para atrapar aquella cabellera. Su barbilla pegaba en la cabeza del chico y este posaba sus manos en su cintura. Podía sentir el vientre del chico pegando con el suyo y su respiración en su cuello.

—¿Pasa algo?Susurraba como si tuviera miedo de espantarlo.

—Me he rendido, nadie quiere tomar mi caso, nadie quiere escucharme, nadie... Nadie, absolutamente nadie puede contra Enji.

Sintió su propio cuerpo temblar y el temblar del cuerpo de su compañero, le acarició la nuca con suavidad y lo dejó ser en medio de sus brazos, sintió sus manos aferrarse a la playera que no se había cambiado y en ese momento lo único que quería era traerle paz a Denki.

—Ya, ya, hiciste todo lo que pudiste.Se quedaron abrazados hasta que Denki cayó dormido, Hitoshi no pudo dormir nada, estaba preocupado por si la fiebre le volvía y por la noticia que había recibido, además estaba preocupado por darle un golpe o hacerle algo que lo hiriera, así que se quedó despierto toda la noche pensando en lo que ahora sucedería con Denki.

"Sólo hasta que todo se solucione" recordó las palabras del rubio del día que lo conoció.

Hasta que todo se solucione || ShinkamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora