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—Ya casi nace, ¿estás seguro de que quieres salir?A los ojos de Shinso, Kaminari era un irresponsable aun cuando le llevaba 4 años de diferencia y como 50 años de experiencia en la vida adulta y laboral.

—Vamos, pronto me iré y no he visitado todos los lugares buenos de aquí.Intentó no darle tanta importancia al "pronto me iré", pero simplemente su rostro no podía ocultarlo, habían pasado tres largos meses de invierno juntos, y aún así era suficiente tiempo como para tomarle cariño a aquel chico.

—Entonces te irás...Denki detuvo su andar y volteó a ver los tristes ojos de Hitoshi.

—Bueno...Rascó su nuca con insistencia mientras miraba cualquier cosa luminosa de la ciudad —... Lo he estado pensando ¿sabes? Tengo mi hogar en Ishikawa y no quisiera estarte molestando... Sigues estudiando y yo estoy a punto de parir.

No sabía por qué necesitaba que le explicaran algo como eso, no tendría por qué Denki decirle tales cosas para calmarlo, como si fueran una pareja.

—Oh claro, no tienes qué explicar nada.Trató de enderezar su postura deprimida y mejorar su rostro para alegrar al otro, pero Kaminari seguía con esa expresión preocupada o incómoda, no se extrañaría que el rubio lo tachara de loco, no eran nada más que compañeros de cuarto.Pasearon por los grandes locales de comida, Kaminari amaba las cosas dulces, según él por el embarazo, pero lo que más amaba era una grande hamburguesa con un buen trozo de carne y el queso amarillo cayendo a los lados.

—Estoy horriblemente lleno y ¡Dios, el bebé pesa mucho!

—¿El bebé o esa hamburguesa monstruosa que te acabas de comer hace un rato?Kaminari le dio un codazo en las costillas.

—Yo digo que el bebé.

—¿Quieres que te cargue la pancita?El chico de ojos dorados abrió los ojos ante el comentario y miró cuestionando las palabras del chico a un lado de él, estaban parados a un costado de un gran parque iluminado por las farolas de color plata que iluminaban la calle.

—¿Por?El chico pelilavanda encogió los hombros como si no fuera nada.

—Vi en internet que cargando la panza de una embarazada le puede quitar peso.Ambos se quedaron callados, el rubio se posó detrás del chico y extendió los brazos a un lado.

—Bueno, espero que lo que viste en internet sea real.Hitoshi sonrió nervioso y con sus manos temblorosas tomó el vientre del chico con ambas manos, desde lo más bajo para poder alzarla de forma cómoda. Escuchó el suspiro de alivio del otro y sintió cómo su cabeza se recargaba en su hombro.

—Vaya, sí que funciona. Quédate un momento así en lo que descanso.No dijo nada, sólo se quedó sosteniendo su vientre abultado, que no estaba tan grande como él esperaba de alguien de 9 meses, pero era lindo y cálido, podía sentir al bebé moverse inquieto, seguro sintiéndose raro por la repentina elevación.

—Hitoshi.Aquella voz le erizo la piel, podía sentir el cálido suspiro del chico pegando su oreja — Si te dijera que vinieras conmigo a Ishikawa, ¿vendrías? — y ahí estaban los dos, en medio del frío, frente a un parque que empezaba a llenarse de gente y sosteniéndole su vientre.

—¿Qué significaría eso?Su corazón acelerado pegaba estrepitosamente su pecho, estaba seguro de que el chico que estaba frente a él, si era muy atento, podía escuchar los locos latidos de su corazón.

—Puede significar lo que quieras.Su cabeza daba vueltas, ¿podría ser que Denki le estaba proponiendo vivir juntos como una pareja o simplemente como compañeros de casa? — Bueno, eres joven, ya casi acabas tus estudios y sé que es difícil mantenerse sin una beca que te ayude a pagar los gastos.

—Entonces sólo lo haces por lástima a un joven que apenas va a ser un egresado de Contabilidad.Se sintió un poco enfadado, pero era obvio, el hombre tenía 28 años, con una vida ya hecha, tenía una casa, podría conseguir un empleo fácilmente, tenía tanta experiencia y ahora un hijo, ¿qué le podría ofrecer un chico de apenas 24?

—Shinso no, obvio no.Su voz sonaba enojada pero aun así no se apartaba de él — Es algo difícil de decir, pero — sintió el temblar de las manos de Kaminari —... Bueno, no sé si lo he malinterpretado todo o qué, pero... Ya sabes, me gustaría conocerte mejor y tal vez vivir juntos porque nos ayudamos mutuamente y porque bueno, creo nos complementamos bien y sería lindo tenerte a mi lado. El chico hablaba rápido y no llegaba a ningún lado haciendo desesperar el pobre corazón del pelilavanda.

—No tengo nada que ofrecerte, pero está bien si me aceptas a pesar de que sabes quién soy, Kaminari.Hundió su frente en el hueco del cuello del chico y escuchó la risa de alivio de su compañero.

—Te acepto — reía estrepitosamente — a ti y tu rara manía de recoger cosas de la basura.

Shinso pensó por un momento que no importa si el bebé no fuera suyo, si al final salía con los cabellos rojos fuego y los ojos azules del mar, ni que tuviera todos los lunares que él no tenía, regados por todo su cuerpo, incluso si no llevaba su apellido amaría, él estaba completamente seguro de que amaría a lo que fuera que saliera de Denki y lo trataría como él siempre deseo que su padre lo tratara.

Hasta que todo se solucione || ShinkamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora