Chicos de la universidad se juntan para una tarde de juegos luego de que las vacaciones se anunciarán.
El juego de la botella estaba muy de moda en ese momento, así que, los estudiantes decidieron jugar con ello.
TaeHyun y BeomGyu se someten a tener...
—Felices vacaciones, jóvenes. —Dijo el último maestro tomando su maletín y dándole una sonrisa a sus alumnos—.
Los estudiantes se pararon de sus asientos y tiraron unas cuantas hojas y cuadernos al aire como celebración de su libertad por unos cortos tres meses.
Los pasillos estaban repletos de estudiantes de todos los años celebrando y gritando emocionados.
—¡Esto es increíble! —Dijo Dahyun para TaeHyun, su mejor amigo desde la secundaria—. ¡Al fin salimos de vacaciones, Tyunnie! —Dijo emocionada mientras caminaba dando saltitos al lado de TaeHyun—.
—Lo es Dyun. —La miró riendo—. Todos están como locos.
—Ya hacían falta unas vacaciones, después de todo, siempre estamos ocupados y más porque estamos por cruzar el último curso. —Dijo con un puchero—.
—Lo sé, lo sé, solo no entiendo porque tanto festejo, es decir;después van a querer volver porque no tienen nada que hacer. —La miró y río—. Sabes que digo la verdad.
—Eres un desgraciado, arruinas la diversión. —Lo miró indignada—. Pero eres mi mejor amigo y no por nada te he aguantado desde la secundaria. —Dijo abrazándolo—. ¿Qué haremos?
—¿Haremos? me huele a manada. —Dijo sonriendo de lado—.
—¡Pero Tae! —Lo miró—. Hoy es nuestro primer día de vacaciones, ¿no quieres salir o ir a pasear algún lado?
—No soy de salir, prefiero dormir leyendo el libro de Harry Potter. —Miro a su mejor amiga que tenía una cara de querer matarlo—. Quita esa cara, me conoces bien.
—Te hace falta diversión Tae, ya casi cumples los veintiuno. —Dijo para salir de la institución y ver toda la pila de papeles tirados en el suelo—.
—Dae, no quiero, es mi última palabra. —La miró para mirar hacía el frente, esperando al bus para ir a su departamento—.
Este chico es mas difícil que romper una roca. Pensó Dahyun al terminar de conversar con su mejor amigo.
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—¿Saliste de vacaciones?
La voz de su compañero de cuarto lo hizo pegar un salto en su lugar y pegarse a la puerta tocando su corazón.
—Kai, me asustaste. —Dijo en casi un murmuro haciendo reír al menor—.
—Lo lamento, hyung. —Dijo apenado—. No respondió a mi pregunta.
—¿Cuál? —Dijo dejando sus cosas en la silla que estaba a unos centímetros de la puerta—.
—¿Salió de vacaciones ya? —Lo miró—.
—Sí. Apenas salí hoy. —Dijo con una sonrisa—. ¿Y tú?
—Yo también salí apenas hoy. Acabo de llegar. —Sonrió—.
