Capítulo - 1

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Soy agente de vienes raíces, hace algún tiempo cuando me cambié de compañía tuve la suerte de que me asignaran una de las propiedades más importantes que teníamos para vender, buena o mala suerte ya lo juzgarán.

Teníamos muchas, muy grandes y lujosas pero otras más sencillas destinadas para clientes más pudientes, entre estas había una cabaña muy bien equipada que inclusive anteriormente pertenecía a un famoso cantante; de hecho tiene un pequeño estudio de grabación, era una cabaña pequeña pero sumamente lujosa y el camino alrededor había sido construido de forma muy cuidadosa, ha pesar de todo parecía estar en medio de la nada, había que buscarla de forma muy específica para poder llegar a ella, por momentos Parecía que el camino se acabaría, y las aplicaciones de navegación no te llevaban a ella.
Estaba rodeada de solo montañas y el pueblo más cercano estaba a solo unas horas de ahí en coche, una verdadera belleza eso si, había estado en el portafolio de la compañía desde tiempo antes de que yo llegara a la empresa, por varios años el dueño había estado indeciso y pedía que no la mostraran, aun que finalmente coincidió con mi llegada para que él tomara la decisión final de por fin venderla, sería difícil venderla, el precio no era accesible y era difícil llegar, esa cabaña era para un perfil de persona específico que tuviera los recursos suficientes y que fuera tan extremadamente celoso de su privacidad para que quisiera estar en ese lugar.

Cuando fui por primera vez a verla, tuve que ir acompañado por otro compañero de la firma, no había forma de que yo pudiera dar con ella por mi solo, desde esa ocasión había sido abrumadora la sensación de estar ahí en medio de la nada, solo nosotros dos. Hay un sentimiento casi de desolación que supongo que para artistas puede ser estimulante, pero a mi me aterraba y a mi compañero también, me dijo que agradecía que ahora me fuera a tocar a mi esa venta iba a ser una gran comisión, pero a él no le causaba nada de gracia en ir hasta allá, sobre todo hizo énfasis NO PENSABA REGRESAR SOLO.

Revisamos lo que se necesitaba renovarse y nos fuimos de ahí, mi compañero insistía en que lo hiciéramos antes de que nos ganara la noche, hay partes donde parece que desaparece el camino de noche, es terrible, terminemos tan pronto como se pueda me dijo.
Anote todo lo que hacía falta y contacte un contratista que me dijo que en dos días de trabajo se podía terminar. Yo no viajaría hasta allá dos días seguidos así que decidí que yo me quedaría ahí en aquella casa, adelantar en otros trabajos, en otros archivos y supervisar que todas las reparaciones se hicieran de la mejor manera. Quedarme solo ahí, fue la peor decisión que pude haber tomado, esa noche viví quizás lo más traumatizante que me ha ocurrido en la vida.

Viaje hasta allá en caravana con las dos camionetas de los trabajadores y el contratista, aun que ya les había advertido les sorprendió lo lejano de la ubicación, trabajaron muy rápido, apresurados, parecía que querían terminar todo en un solo día pero no les alcanzó el tiempo , la verdad lo tomé como algo bueno, Les advertí lo que me dijo mi compañero, que el camino era complicado al anochecer así que poco antes de las 7 emprendieron camino de regreso.

Yo saqué las cosas que llevaba preparadas para hacerme de cenar, en cierto punto incluso comencé a disfrutar de aquella soledad, aquella completa tranquilidad; me imaginé viviendo en un lugar así, al menos por temporadas, escribiendo o haciendo algo parecido, quizás por eso le había llamado la atención a aquel cantante que la mando a construir.

Me senté en la mesa de aquel ancho porche de madera, ahí me di cuenta de que no había insectos, note también de que no había sonidos de grillos, ningún sonido de animal, me puse hacer memoria, no había visto ningún animal, ni una ardilla en todo el trayecto desde que uno se sale del camino principal y toma aquella hora y media de camino hasta llegar ahí, fue en ese momento cuando creí ver algo; algo que primero pensé que era pareidolia ese fenómeno que te hace ver rostros donde no los hay y es que creí ver una cara, un rostro de una mujer, completamente blanco entre las ramas de unos árboles, como si hubiera una figura parada ahí y solo asomara su rostro, me puse de pie, di unos pasos hacia aquello que creía ver y no se movía era mi imaginación estaba seguro, así que solo me regresé y me puse a trabajar en el estudio y aunque les repito en ese momento estaba seguro de que era solo mi imaginación, puse todos los seguros, en el estudio había un silencio todavía más abrumador, siento que incluso podía escuchar mis latidos, me dediqué a escribir en mi computadora por un buen rato hasta que noté que la luz empezaba a parpadear, caí en cuenta de que no había revisado la gasolina en el generador y la habían estado utilizando mucho durante esa jornada de trabajo.

Abrí la puerta, en cuanto abrí creí escuchar una risa a lo lejos, mi primera reacción fue pensar que los trabajadores se habían regresado, pero era absurdo, para ese entonces ya deberían estar llegando al pueblo; el mismo sonido me volvió a llamar la atención, esta vez era más claro venía de allá afuera, de nueva cuenta me acerqué al porche, podría haber sido un pájaro quizás haciendo aquel sonido que pude haber confundido con una carcajada, pero no había ningún otro ruido y era una hora extraña como para que un ave que no era nocturna estuviera por ahí, iba a regresar a trabajar cuando...
La misma risa me volvió a llamar la atención a mis espaldas, volteé y me di cuenta de que venía de la misma dirección de donde creí a ver visto aquel rostro unas horas antes, revise mi celular solo para acordarme de qué no había ni el más mínimo asomo de señal en el lugar, a unos cuantos kilómetros de ahí, a unos 20 minutos, llegaba señal por momentos lo recuerdo por qué ahí me había detenido con mi compañero para que enviara un mensaje la primera vez que fuimos al lugar, por un momento no supe qué hacer, ¿me iba?, ¿a donde iría?, ¿al pueblo? a ¿mi casa?, realmente iba a manejar 4 horas solo para volver inmediatamente después y alcanzar a llegar por la mañana, entre a la cabaña, me empecé a sentir muy ansioso, me dolía el pecho, no tenía idea de lo que estaba allá a fuera; aun que toda mi lógica me decía que solo era un animal, no podía contener mis nervios, sin pensarlo más agarre mis llaves y salí corriendo hacia mi carro, empecé a manejar en aquel camino que se abría paso por una vegetación que parecía mas espesa que la luz del día, maneje y maneje hasta que las notificaciones llegando en mi celular me hicieron darme cuenta que ya había un poco de señal, mínima pero ya era algo, abrí mi aplicación de mensajes, platiqué con algunos de mis compañeros, me confirmaron los trabajadores que habían llegado bien, que me verían por la mañana, platiqué con mi jefe y mi novia, me calmé, por fin pude respirar.
Era momento de regresar a la cabaña, era evidente para mi que los nervios, la soledad y el silencio me habían jugado una mala pasada, precisamente por eso nadie más quería ir a vender esa valiosa propiedad a pesar de la jugosa comisión, era difícil pero era mi oportunidad de demostrar que yo podía hacerlo, le di la vuelta al carro en aquel camino angosto con dificultad, apenas había avanzado unos cuantos cientos de metros de regreso cuando me di cuenta que en algún momento me había equivocado, ya no había camino hacia adelante, solo arboles, tuve que bajar, retroceder unos pasos y intentar ubicarme, de no ser por las luces del carro la oscuridad ahí era total; a duras penas encontré el camino a 60 metros detrás en una curva casi imperceptible, de hecho habían muchas entradas qué parecían un camino nuevo y no llegaban a ningún lado, al menos por la noche parecían entradas; pensé en que desde arriba la zona debía parecer un laberinto, pensé en que se vería espectacular si le pedía a los que grabarían el video de la cabaña unos días después, que hicieran también unas tomas con Drones desde la zona, iba de mejor humor, más tranquilo; pero cuando llegue a la cabaña me di cuenta de que la puerta estaba abierta, las luces apagadas y ninguna de las dos cosas las había dejado así.

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