Introducción

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La vida.

La muerte.

La existencia.

Ideas tan estúpidamente complejas, que era mejor quedarse en la ignorancia mundana antes de darle entrada a las crisis.

Pero qué carajo ¡Somos humanos! está en nuestra necesidad buscar una explicación para todo aquello que no conocemos.

Máquinas complejas con cerebros problemáticos.

Lloramos.

Reímos.

Nos enojamos.

Gritamos.

Enloquecemos.

Nos calmamos.

Dudamos.

Peleamos.

Vivimos con una intensidad tan única que no tiene explicación, claro, científicamente podemos decir, estás molesto, recibiste un estímulo, tal vez viste a tu pareja de unos meses ponerte el cuerno, tus neurotransmisores hicieron coneccion, tu sistema límbico empieza a producir una respuesta emocional y a la mierda, de un momento a otro ya le soltaste un golpe.

Y es que eso es la vida, caminas, aprendes, observas, entiendes, creces y elijes como vas a seguir tu camino.

No hay trucos.

No hay fórmulas, ni consejos.

Vas a caer y a levantarte.

Allí la constante.

Creamos sistemas, hicimos sociedades, creamos conflictos y soluciones, si los seres humanos tuvieramos un género como especie definitivamente seríamos del tipo Vaudeville: Toda una variedad de entretenimiento.

Somos seres atados a nuestras emociones, a nuestras metas, a nuestros sueños, a todas nuestras aspiraciones, la facilidad no es más que una mera ilusión para mantener la calma en el constante conflicto.

Luchas por entenderte.

No sabes quien eres.

Solo hay más dudas que respuestas.

No conocerás tu esencia hasta la última luz del día.

Porque el tiempo es relativo.

Porque las crisis son complicadas.

Porque a veces vas a ponerte el pie tú mismo.

Y así es.

Así funcionamos como un conjunto, caminamos por esas grandes ciudades, algunos buscan comida, otros quieren amor, otros dinero y casi todos la fama, cada quien saciara sus necesidades como pueda.

Esa es la naturaleza, todos fluctuamos en picos de locura, tristeza y una duda por el ¿Quién soy?

Esa es y será la realidad.

Pero en este mundo particular, hay otra cara de la moneda que pocos ven.

Entre sombras y piel, está la esencia misma de esos sentimientos, toda la pena, el dolor, la ira, el miedo, las ansias, toman formas honestas a lo que son.

Seres tan repugnantes como las mismas ideas de las que nacen.

Se contaba de entre boca a boca lo pútrido de esos seres.

Las Maldiciones.

Un plano fantasiosamente urbano, solo otra perspectiva que únicamente los ojos benditos pueden ver, con las manos santas que pueden luchar.

Lo que entre sombras se llama, a los nacidos con el don: Los chamanes.

Ese mundo subterráneo tras la normalidad de un mundo común era aquello que se mantenía en la absoluta intimidad, como un canto sagrado que solo los oidos agiles podían escuchar.

Eran casi como una regla funcional, las maldiciones eran la representación de lo más sucio en el humano y los chamanes eran lo más puro en su psique, el par que necesita mantener un equilibrio.

Ese siempre fue el acuerdo: El caos necesita del control y el control necesita del caos.

Pero entonces ¿Qué pasa si la regla se rompe?

¿Que paso cuando uno esta por el otro?

Se pierde el control.

Se rompe ese equilibrio.

Y es entonces cuando el mundo colapsa.

Es allí entonces, el punto donde nace nuestra historia. 

En los intensos años noventas.

❝ GOJOHIME ; 𝗦𝘂𝗱𝗻𝗼 (Судно) ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora