ꜥ ⩇⩇ : ⩇⩇偪; 【SUDNO】⸝⸝ 𝐆𝐨𝐣𝐨𝐡𝐢𝐦𝐞
🦷﹟ ⋮ ❛ La mágia de la vida radica en que si
la comparas con la eternidad, tu existencia
durará solo segundos. No eres un hecho
unico, eres solo una casualidad matemática
entre millone...
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Entre ojos cómplices, y el ansia llenando el aire con una impaciencia brutal.
Miedo.
Eso era lo que se respiraba con delicadeza en ese ambiente.
Aquellas figuras de gran poder se encontraban reposando, tras aquellos páneles que los protegían de la vista externa, casí como si cada uno fuero una figura única parte de aquél universo.
Oscuridad era lo indicado para describir aquél espacio siendo que unicamente estana iluminado por la claridad que emanaba cada hombre detras de esas puertas.
Una pulcra discreción tan propia de una orden auténticamente importante.
Fue entonces, en el espesor de aquél maldito silenció se rompió tras una voz tan sutil, que parecía de fantasía.
── Las cosas se estan saliendo de control. ──
Afirmó uno de ellos con un tono de desolacion evidente.
Un sentimiento de pena y angustia compartido por todos los presentes.
── Pues desde este instante tenemos que buscar una manera de que esta situación no empeoré. ──
Le respondió otro de ellos de manera autoritaria mientras hacía catarsis sobre la situación.
── ¿Y como? Todo se nos esta saliendo de las manos y la situación con los clanes no mejora. ──
Reprochó una tercera voz cargada de furia, claro que se evidenciaba el hecho de que necesitaban una solución, necesitaban respuestas, no más interrogantes.
Desde ya hacía un tiempo las cosas se habían vuelto muy pesadas entre los altos mandos.
La situación referente al tema de las maldiciones estaba en un incremente desde hace mucho tiempo y finalmente el tiempo y la vida les dio la razón.
El mundo de los chamanes se desequilibro.
── ¡No lo se! Pero hay que buscar una solución. ──
Sintió una molestia sublime ante tales conductas por otro de los integrantes en esa orden.
── Eso es evidente ¿Para que repites lo óbvio? ──
Y justo como su misma naturaleza lo dictaba, comenzaron a pelear de forma pasivo-agresiva con todo su ser.
El ser chaman no los excluía de cometer errores.
Ni de ser humanos.
Ya tenían una situación que si no aprendían a manejar todo su mundo de caería sin retornó hasta el fondo del abismo.
Eran miles de voces que rebotaban entre la intimidad de aquel espació, infectando los oidos de todos en manera mutua, con la exaltación de esa ansiedad recorriendo cínicamente la cabeza de todos.
