-Han pasado dos años desde la épica batalla contra Sailor Galaxia, y las chicas han dejado atrás la tristeza de la despedida de las Sailor Starlights y la Princesa Kakyuu. Durante este tiempo, la Tierra ha disfrutado de una paz anhelada, pero bajo l...
-Habían pasado dos años desde la batalla contra Sailor Galaxia y la despedida de las Sailor Starlights y su Princesa Kakyuu. Durante ese tiempo, las cosas habían cambiado considerablemente. Al finalizar las vacaciones, las chicas comenzarían la universidad, cada una con un camino claro: Mina se inclinaría por actuación, baile y canto; Ami cumpliría su sueño de ser doctora como su madre; Rei se enfocaría en ser cantante y fortalecer su papel como sacerdotisa; Lita seguiría gastronomía, aspirando a convertirse en una chef profesional. Serena, sin embargo, aún no lograba decidirse entre pedagogía y diseño gráfico:
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Pensamientos de Serena:
-Ay, Seiya, cuánto te extraño. Ya ha pasado tanto tiempo y no sé nada de ti, ni de Yaten ni Taiki. ¿Estarán bien? ¿Habrán logrado reconstruir su planeta? ¿Me habrás olvidado?
Me siento incompleta, como si algo me faltara, pero no sé exactamente qué es. Todos esperan que cumpla con el futuro que vimos en el siglo XXX, pero yo…no me siento feliz. Se supone que debería estarlo; después de todo, luchamos con todas nuestras fuerzas por ello. Pero no soy esa persona, no soy la Neo Reina Serenity. No sé qué hacer…
Fin de los pensamientos de Serena.
-Con cada pensamiento, una lágrima rodó por sus mejillas. Serena no se había percatado de su llanto ni de que Luna la observaba desde la puerta con preocupación:
Luna: *Sere, ¿qué es lo que te pone triste?*-Pensaba con preocupación, viendo a su protegida.
A la mañana siguiente:
-El canto de los pájaros acompañaba los primeros rayos de sol cuando Serena abrió los ojos. Se desperezó con un leve bostezo y se dirigió al baño, lista para comenzar el día. El espejo le devolvió una imagen que no podía negar: una chica que estaba tratando de mantener una sonrisa. Se bañó rápidamente, se arregló el cabello con cuidado y aplicó un maquillaje sutil que acentuaba su rostro.
Serena: Hoy es un buen día. Estaré con mis amigas, todo estará bien-Se animó con una sonrisa forzada, antes de salir de su habitación.
-Bajó corriendo las escaleras con el bolso al hombro, encontrando a su madre en la cocina:
Serena: ¡¡Mamá, papá, ya me voy!!-Avisó mientras salía de la casa, su voz llena de entusiasmo, aunque en el fondo sentía un peso que no lograba sacudirse.
Mamá Ikuku: ¡Cuídate, hija! No regreses muy tarde, ¿Sí?-Le sonrió con dulzura al verla pasar.
Kenji: Serena, recuerda caminar con cuidado. ¡Y no te gastes todo el dinero en dulces!-Añadió en tono jocoso, desde el sofá, con el periódico en las manos.
Serena: ¡Sí, papá, lo prometo!-Contestó, rodando los ojos, pero riendo.
-Al salir de la casa, Serena se adentró en la vibrante calle, donde el ajetreo de la mañana ya había comenzado. Comenzó a caminar rumbo al Café Crown, con la certeza de que ya allí la estarían esperando sus amigas. Miró su reloj con un gesto de prisa y aceleró el paso, intentando no llegar tarde. Al entrar al local, saludó con familiaridad a Unazuki, la hermana de Andrew, quien atendía detrás del mostrador, y luego se acercó a la mesa en la que ya estaban todas esperándola:
