-Han pasado dos años desde la épica batalla contra Sailor Galaxia, y las chicas han dejado atrás la tristeza de la despedida de las Sailor Starlights y la Princesa Kakyuu. Durante este tiempo, la Tierra ha disfrutado de una paz anhelada, pero bajo l...
-Han pasado tres días desde que Serena, Mina y Ami llegaron a Kinmoku, y ellas continuaban inconscientes, intentando recuperar al menos un poco de su energía. Mientras tanto, las Sailor Starlight se sentían angustiadas y preocupadas al ver que sus amigas no despertaban. Para distraerlas, la Princesa Kakyuu les enviaba en misiones, pero el sentimiento de inquietud persistía. Sin embargo, antes de que se cumpliera el cuarto día, poco a poco las chicas comenzaron a despertar:
Serena: Mina, Ami, ¿Se encuentran bien?-Preguntó, con voz apagada, mientras se sentaba en la cama, la confusión aún visible en su rostro.
Mina: Yo sí, solo un poco cansada. Pero, ¿Dónde estamos?-Indagó, mirando a su alrededor con curiosidad y desconcierto.
Ami: Yo también estoy bien. ¿Y tú, Sere? Esto parece ser una habitación...-Respondió, su mirada analizando los detalles del entorno.
Serena: Me alegro de saber que están bien. Yo también lo estoy, pero...¿Estaremos en el planeta donde viven Seiya, Yaten y Taiki?-Cuestionó, mientras se levantaba y observaba el dormitorio con atención, tratando de encontrar alguna pista.
Mina: No lo sé, pero creo que lo mejor será bañarnos y cambiarnos antes de averiguar dónde estamos-Sugirió, levantándose rápidamente y sintiéndose algo mareada en el proceso.
Ami: ¿Estás bien, Mina?-Consultó, preocupada, al notar el desvanecimiento de su amiga.
Mina: Sí, sí, solo me levanté demasiado rápido-Respondió, intentando restarle importancia.
Serena: Bueno, yo supongo que lo mejor que podemos hacer ahora es seguir tu consejo, Mina-Comentó, levantándose con más cuidado, con la esperanza de evitar el mareo.
Ami: Concuerdo con ustedes-Afirmó, acercándose a su maleta con determinación.
-Después de que las tres terminaran de bañarse y arreglarse, decidieron salir de la habitación y averiguar por fin en qué lugar se encontraban, tratando de no separarse por miedo a perderse. Sin embargo, sin darse cuenta, cada una comenzó a tomar caminos diferentes:
Con Serena:
-Ella caminaba tranquilamente, sumida en sus pensamientos, sin darse cuenta de que se encontraba sola:
Serena: ¿Y ustedes cómo creen que reaccionarán los chicos al vernos?-Preguntó a sus amigas, pero al no recibir respuesta, giró sobre sí misma, un leve pánico comenzando a surgir en su interior-¿Chicas? ¿Dónde están? No es gracioso...-Su voz se tornó más ansiosa.
-Mientras seguía caminando, observaba a su alrededor, buscando algún conocido o alguna pista sobre su ubicación. De repente, una voz a sus espaldas la paralizó por completo:
Seiya: ¿Bombón? ¿Eres tú?-Preguntó, acercándose rápidamente hasta donde la joven de ondulados se encontraba.
Serena: *No...no puede ser. Después de tanto...vuelvo a escuchar ese apodo y su voz*-Pensó, sintiendo cómo el corazón le latía con fuerza, mientras se daba la vuelta lentamente.
-Al darse la vuelta por completo, verificó que, frente a ella, se encontraba nada más y nada menos que la persona que más quería ver:
Serena: ¡Seiya! ¡¡SEIYA!! ¡¡SEIYA ERES TÚ!!-Gritó, dejando escapar lágrimas de felicidad mientras corría a su encuentro.
Seiya: Sí, soy yo, bombón, y no sabes lo feliz que me hace volver a verte-Confirmó, correspondiendo al abrazo con fuerza.
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