Es hora de hacer lo que el corazón nos dicte (Sailor Moon).

13#Epilogó.

Narrador omnisciente:

-Habia pasado cinco años desde que Ami, Mina y Serena llegaron al planeta Kinmoku. Dos años después de su partida, Luna y Artemis decidieron mudarse con ellas, pues las extrañaban profundamente. Eran sus protegidas, habían compartido tantas aventuras, y ahora no podían imaginar su vida separadas de ellas. Cuando por fin llegaron, Serena y Mina lloraron de felicidad al saber que se quedarían para siempre a su lado. Con la ayuda del Cristal de Plata, Serena les devolvió sus formas humanas para que pudieran ser los consejeros de la ahora Reina Kakyuu:

-Durante estos años, el resplandor de las chicas fue regresando poco a poco, volviendo a ser las mismas de antes, sin preocupaciones ni angustias en sus corazones. Todo esto fue posible gracias a que Seiya, Taiki y Yaten cumplieron su promesa de amarlas, cuidarlas y, sobre todo, ofrecerles su amor incondicional:

En estos momentos, todos se encontraban en el templo Hikawa, era su lugar de reunión desde los 14 años, donde podían reunir sus corazones y compartir momentos especiales como en aquella tarde previa a la Navidad. Las luces brillaban suavemente alrededor, envolviendo las figuras familiares de Serena, Mina, Ami, Lita y Rei, que se sentaban en círculo, entre risas y ligeros murmullos, en una cálida armonía:

Mina: Es tan hermoso estar aquí de nuevo, ¿No creen chicas? Estar todas juntas como en los viejos tiempos-Preguntó, sonriendo mientras miraba a sus dos amigas con una luz radiante en los ojos.

Ami: Sí, tienes razón. Con tanto ajetreo por las bodas, realmente hemos pasado meses sin tiempo para viajar-Coincidió, mientras daba un sorbo a su jugo, disfrutando el dulce y refrescante sabor.

Rei: Ay, chicas, me alegra tanto verlas así de felices y brillantes-Comentó, su rostro iluminado por la misma alegría que ellas irradiaban.

Serena: Muchas gracias, Rei. Todo ha sido gracias a ellos, a sus palabras de aliento, su apoyo incondicional…y, sobre todo, su amor-Dijo, mientras sentía que junto a él, su vida era una constante sonrisa. Siempre sabe cómo hacerme reír, incluso cuando es un poco molesto a veces-Añadió, con cariño y diversión en su tono. Pero sé que me ama tanto como yo a él-Finalizó, su voz llena de amor.

Mina: Yo siento lo mismo con Yaten. Es como si todo estuviera en su lugar cuando estoy a su lado; siempre me apoya, me anima, me da fuerzas. Me ama con la misma intensidad que yo. No puedo creer que, tiempo atrás, pensaba que tenía la "Maldición de Venus", que mi destino era amar pero no ser amada. ¡Y ahora miren! En unos meses me caso con él, y soy inmensamente feliz-Expresó, con una luz brillante en sus ojos que reflejaba su plena satisfacción.

Ami: Yo siempre creí que el amor romántico no estaba en mi destino. Siempre me enfoqué en mis estudios, en perfeccionarme en todo lo que me apasionaba. Pero con Taiki…todo cambió. Podemos hablar de cualquier cosa, compartimos risas y sueños, y lo más importante es que me ama tal como soy. Estoy muy feliz de estar con él-Explicó, con dulzura en su voz, mientras recordaba las tardes y las largas conversaciones que compartían.

Lita: Me llena de felicidad ver que finalmente han encontrado la estabilidad y la dicha con las personas que sus corazones eligieron-Comentó, esbozando una sonrisa que irradiaba bondad y alegría.

Rei: Así es, es maravilloso ver cómo todas hemos formado nuestras propias familias, cómo hemos trabajado por lo que queremos y, al fin, estamos felices. Yo estoy con Nicolás, y Lita con Andrew. Aunque, sinceramente, aún no puedo creer que ya estén a punto de casarse. ¡Ya era tiempo! Lita y y yo pensamos que serían las primeras-Dijo con entusiasmo, moviendo las manos emocionada.

Mina: Yo tampoco lo puedo creer. Si alguien me lo hubiera dicho años atrás, habría soltado una buena carcajada. Pero ahora puedo decir que soy plenamente feliz con Yaten-Respondió, dejando escapar una sonrisa radiante que iluminaba todo su alrededor.

Ami: Lo mismo digo. Soy muy feliz a su lado con Taiki-Añadió, con una dulzura que reflejaba cada recuerdo compartido con su prometido.

Serena: Y yo con Seiya-Agregó, sonriendo con ternura, sintiéndose profundamente afortunada.

Seiya: Acabo de oír mi nombre, ¿Están hablando de mí?-Preguntó, con una sonrisa traviesa mientras se acercaba por detrás, rodeando a su prometida con sus brazos, disfrutando del calor de su cercanía.

Serena: Seguramente fue tu imaginación. Pero, ¿No estaban con Haruka, Michiru y Setsuna?-Preguntó, acurrucándose en sus brazos, buscando la seguridad que sólo él podía ofrecerle.

Yaten: Lo dijiste bien conejita, "estábamos". Fueron a buscar a Hotaru y a Sammy-Respondió, acercándose con una mirada protectora hacia Mina.

Mina: Pobre Sammy, debió tenerla difícil para estar con Hotaru, especialmente con lo sobreprotectora que es Haruka con ella-Comentó, riendo al imaginarse la escena.

Ami: Ni lo digas. Pero, ¿Cuándo llegan Nicolás y Andrew?-Preguntó con curiosidad, mirándolas a ambas.

Lita: Andrew fue a visitar a su hermana; seguramente llegará en un rato-Respondió, tranquila mientras revisaba la mesa que habían preparado.

Rei: Y Nicolás fue a comprar las últimas decoraciones-Añadió, mirando alrededor del templo decorado con luces navideñas.

Taiki: Hablando de eso, creo que sería mejor ir acomodando las cosas para la cena de Nochebuena, ¿No creen?-Propuso, con un brillo de organización en los ojos.

Rei: Sí, tienes razón. Y de paso, debemos empezar a preparar la comida-Respondió, levantándose con determinación, lista para ponerse manos a la obra.

-Y así, todos comenzaron a colocar las decoraciones por todo el templo Hikawa, mientras otros se dedicaban a cocinar, llenando el aire de aromas deliciosos que hacían la boca agua.

Más tarde, ya antes de la cena, Ami, Serena y Mina salieron al exterior del templo Hikawa para tomar un poco de aire fresco:

Mina: Es tan lindo ver que todo ha salido bien al final-Comentó, mirando hacia el cielo estrellado, donde las estrellas brillaban con intensidad.

Ami: Es cierto, y ver a todas las personas que apreciamos felices, cumpliendo sus sueños y formando sus propias familias-Agregó, sintiendo una paz interior.

Serena: Y que todo lo que hemos pasado al final valió la pena-Añadió con una sonrisa, mirando también al firmamento, donde las estrellas parecían bailar.

Mina/Serena /Ami: Hicimos bien al seguir lo que nuestros corazones nos dictaban-Afirmaron al unísono, mientras observaban cómo tres estrellas fugaces cruzaban el cielo estrellado.

Haruka: ¡Chicas, vengan, ya vamos a cenar!-Exclamó desde adentro, llamándolas con su voz resonando en el aire frío de la noche.

Serena: ¡Ahí vamos, Haru! – respondió, mientras abrazaba a sus dos amigas y futuras cuñadas, llevándolas de vuelta al templo, donde el resto de sus amigos y prometidos las esperaban con ansias.

~Este no es el final de su historia, este es solo es el comienzo~

~Fin~

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