Un año y medio después...
Sakura se agachó hasta que sus rodillas quedaron en la grama y se inclinó para poner el ramo de flores de cerezo y clavel justo en frente de ella. La ojiverde suspiró pesadamente mientras que Syaoran la miraba sin decir nada, no creía que tuviera las palabras correctas, simplemente debía guardar silencio y acariciar el hombro de su novia.
Ella al sentir la mano del chico, se giró para mirarlo, él le dio una sonrisa de medio lado que ella devolvió y seguido de eso se puso de pie a su lado nuevamente, sintiendo como él pasaba su brazo por detrás de su espalda y posaba su mano en su cintura, atrayéndola hacía él. Sakura recargó su cabeza en el hombro de él mientras se limpiaba rápidamente una pequeña lágrima que se había escapado de sus ojos al mismo tiempo que ambos veían la enorme la tumba en frente de ellos.
Fujitaka y Nadeshiko Kinomoto
Respetados y justos emperadores de Japón, y amados padres e hijos.
Siempre serán recordados por aquellos que los amaron en vida y vivirán en nuestros corazones hasta que estos dejen de latir.
Larga vida a los Kinomoto
Sakura observaba la tumba, evidentemente su hermano estaba detrás de todo ese trabajo, ya que incluso había un pequeño altar con la fotografía de sus padres. Tal vez su hermano y su abuelo no la hayan visitado en años, ya que el altar se encontraba en Japón y porque aún lo sentían doloroso, pero al menos estaban seguros de que todas las flores y ofrendas eran por parte del pueblo que alguna vez ellos reinaron.
Syaoran miró a su novia y sin dejar de acariciar la parte baja de su espalda le habló – ¿Estás bien?
-Sí – Afirmó ella volteándose para verlo – Solo me conmocioné un poco, es primera vez que vengo a su tumba.
-Es que no habíamos vuelto a Japón desde que salimos hace más de un año – Respondió Syaoran mirando la tumba – Estoy seguro de que ellos están felices de saber que incluso años después de que murieron has venido a verlos.
-Y pensar que estuve tan cerca todo este tiempo – Dijo ella refiriéndose a que el cementerio estaba en Tokio, muy cerca de donde ella vivía.
-No fue tu culpa, y ellos lo saben – Respondió él mirándola a los ojos.
Sakura le sonrió de medio lado – Gracias por acceder a venir conmigo.
-Quería hacerlo y sé cuánto significaba para ti esto – Dijo el ambarino mientras le daba un corto beso en la frente.
Ella volvió a mirar la tumba mientras le hablaba a su novio – ¿Cuánto tiempo nos queda para llegar a la estación de autobuses?
Syaoran miró su reloj de mano – Si no queremos perder nuestro autobús, es mejor irnos ya... Si perdemos el autobús entonces también el barco y eso nos atrasaría más.
-Entiendo, sabía que sería una visita rápida – Respondió la ojiverde suspirando y mirando la tumba habló en susurro – Estoy feliz de haberlos visto, mamá y papá... Tal vez haya olvidado la mayoría de mis recuerdos con ustedes, pero siempre vivirán en mi corazón.
Syaoran se acercó a su novia para abrazarla mientras veía como ella soltaba un par de lágrimas más, las únicas veces que la había visto soltar un par de lágrimas era cuando pensaba en sus padres o cuando recordaba el orfanato, por lo que no la criticaba, simplemente la abrazó y dejó que desahogara en su pecho.
Sakura luego de un rato se separó y le agradeció a su novio por haberla consolado y seguido de eso le dio una última mirada a la tumba de sus padres – Andando, nos espera nuestro próximo destino.
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Una vez tiempo atrás (AU)
RomanceAdaptación parcial de la película "Anastasia" (1997). Resignada a vivir en el orfanato desde que tiene uso de memoria e impulsada por el deseo de encontrar a su familia, Sakura emprende en un viaje junto con Syaoran y Eriol, dos cazas fortunas que l...