Capítulo 21: Cara a cara con el peligro (Parte I)

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- ¿Te pasa algo? – Preguntó una amatista al chico que se encontraba a su lado.

Eriol salió de su ensoñación y miró a la chica – Discúlpame, estaba divagando sobre Syaoran.

Tomoyo suspiró – Creo que por lo menos debió quedarse para la fiesta.

-Yo pienso que debió quedarse para siempre – Dijo el azabache – Tu no los viste lo suficiente, pero yo sí... Esos dos eran explosivos juntos.

La amatista no pudo contener la risa ante el comentario – Debían ser de lo más divertidos... Sakura me contó que era una relación turbulenta.

-No sé a qué punto llegaron como para que fuese turbulenta – Respondió Eriol pensativo – Pero sé que fue intensa para ambos... Conozco a Syaoran desde niños y nunca lo vi así por una chica, siempre supe que era noble, pero nunca a este punto.

Tomoyo lo miró confundida – ¿Lo dices porque rechazó la recompensa?

-Literalmente entró en el negocio solo porque necesitaba dinero, pero no es solo por eso – Explicó Eriol – Era por la forma en que la miraba, como si fuese la única chica en este mundo, incluso cuando peleaban la miraba con anhelo, y a veces hablaban y era como si el resto del mundo desapareciera.

La amatista se rio – ¿A veces no te sentías un poco como mal tercio?

-Millones de veces durante el viaje – Confesó él uniéndose a las risas – Y aunque ellos lo negasen, sé que muchas veces interrumpí el momento, aunque no fuese mi intención... Syaoran incluso llegó a pensar al principio que yo quería algo con ella.

Tomoyo de inmediato cambió su expresión – ¿Ah sí? – Preguntó desviando la mirada al suelo.

Eriol se dio cuenta de ello y de inmediato trató de enmendar su error – No, por favor ni por un momento pienses que intenté algo con Sakura... Es solo que ella era muy buena escuchando y pues nos hicimos muy buenos amigos desde el principio.

-Oh, bueno amigos – Dijo Tomoyo jugando con sus manos – ¿Así como tú y yo? ¿Cómo amigos por correspondencia?

- ¡No! – Respondió Eriol evidentemente nervioso – Veo a Sakura más como a una hermana pequeña... En cambio, tu... bueno... – Él empezó a balbucear mientras sentía sus mejillas arder.

Tomoyo levantó su ceja sugestivamente – ¿Yo...?

-Bueno, tú eres muy hermosa, madura, inteligente y sofisticada – Decía el azabache sintiéndose como un adolescente – Nunca se me acaban los temas de conversación contigo... Y la noche del musical iba a pedirte que fuéramos a cenar o algo así... Claro si tú querías, pero las cosas se complicaron... y bueno tú sabes – Finalizó atropelladamente.

La amatista sonrió de medio lado – Me hubiese encantado ir contigo a cenar la noche del musical... ¿Sigue en pie esa invitación?

- ¡Claro! – Respondió Eriol sonriendo – Cuando quieras y puedas... Sé que debes tener una agenda muy ocupada con todo el asunto de tu boutique, pero... – Sin embargo, Eriol fue incapaz de terminar de hablar ya que Tomoyo lo tomó por la cara y le plantó un corto beso en los labios que hizo que quedara completamente mudo.

Cuando Tomoyo se separó de él estaba sonrojada y le habló – Mañana en la noche estoy libre.

Eriol no pudo evitar sonreírle y seguido de eso se levantó de su asiento extendiéndole la mano a Tomoyo – ¿Me concedes esta pieza?

La amatista sonrió y lo tomó de la mano mientras se ponía de pie – Será un placer.

Eriol escoltó a Tomoyo hasta la pista de baile junto con el resto de las parejas y ambos empezaron a danzar al ritmo de la música, riéndose con algunas frases que decían y robándose cortos besos de vez en cuando. Eriol se sintió verdaderamente feliz en ese momento, por fin había logrado cumplir su sueño y honrar la memoria de sus difuntos padres siendo miembro de la Corte Imperial, y, además, empezando a formar una relación con la chica de sus sueños. Sin embargo, la partida de Syaoran había dejado un vacío que jamás imaginó tener, y de todo corazón, esperaba que su mejor amigo recapacitara y no dejara ir a la única persona que lo había hecho tan feliz.

Una vez tiempo atrás (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora