Una vez tiempo atrás (AU)

Capítulo 11: La delgada línea entre confesiones y confusiones

- ¿Te puedes creer que ya mañana estaremos rumbo a China? – Decía Eriol a su mejor amigo, mirando el barco que estaba en el puerto. Habían decidido salir a caminar por la zona mientras Sakura tomaba una ducha.

Syaoran también tenía la mirada puesta en la enorme nave en la que viajarían, sin embargo, sus pensamientos estaban completamente ajenos a ello, y Eriol pudo darse cuenta de eso. Hacía varios días que su mejor amigo estaba más callado de lo usual, y no solo eso, no se había atrevido a molestar a Sakura ni una sola vez, ni al revés. Para Eriol no parecían que estuviesen enojados, porque sino ya se habrían dado miradas de odio y comentarios sarcásticos, parecían más bien estar evitándose, hacía muchos días que no habían pasado tiempo los tres juntos, sino que él por separado con cada uno, cosa que reforzaba su teoría de que algo les había pasado.

-Syaoran – Dijo Eriol seriamente sacando a su mejor amigo de sus pensamientos.

- ¿Qué pasa? – Preguntó él apenas inmutándose.

-Eso me pregunto yo – Respondió el azabache – Hace días te veo desanimado, ni siquiera me has hecho una broma o algún chiste.

Syaoran chasqueó la lengua – ¿Qué quieres que te diga?

-No te ves bien, amigo – Dijo Eriol sinceramente mirándolo a la cara – Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea, no voy a juzgarte.

El ambarino suspiró y desvió la mirada mientras se sentaba en una de las bancas del bosque. Eriol lo miró con preocupación, ya que el chico se despeinaba el cabello y apretaba los puños, por lo que decidió hablarle lo más sutilmente que puedo.

-Sabes si quieres no me cuentas a mi – Empezó Eriol suavemente – Quizás si hablas con Sakura ella puede entenderte mejor, ustedes se han llevado bastante bien y... – Sin embargo, Eriol no pudo terminar de hablar ya que Syaoran lo interrumpió.

-Ella es el problema, Eriol – Dijo seriamente encarando a su amigo.

En ese momento las sospechas de Eriol fueron aclaradas, por lo que suspirando profundamente tomó asiento junto a Syaoran y le habló – Ya lo suponía... ¿Me quieres contar?

El joven chino clavó su mirada en el suelo y empezó a hablar – No sé que demonios me pasa con ella... Ninguna chica me había descolocado a este punto.

- ¿Descolocado? – Preguntó Eriol completamente sorprendido – ¿Ella te molesta?

-No es solo que me molesta – Explicó Syaoran – Me hace reír, me saca de mis casillas con sus niñerías, pero a la vez me gusta hablar con ella y escuchar todo lo que tiene por decir, aunque a veces no se calle... Es complicado.

-Entiendo – Decía Eriol tratando de ser discreto – Es como si algo siempre te impulsara a pensar en ella.

-Es más que eso – Respondió él mirándolo a la cara – Ella es tan complicada, pero a la vez es valiente, generosa, inteligente, admirable, rebelde y no le da miedo decirle a nadie que es un idiota, mucho menos a mí... Estoy empezando a creer que tu loca teoría de una "inexplicable atracción" es cierta.

-Te atrae – Dijo Eriol finalmente sonriendo de medio lado – Pero no veo el problema, no puedes controlar que ella te guste, no hay nada de malo.

-Claro que sí – Respondió Syaoran apretando sus puños – ¿Qué pasa si ella es la princesa? Todo apunta que es así.

-Todo también apunta que no pueda ser así mientras ella no recuerde absolutamente nada – Contestó Eriol – Sea o no la princesa tus sentimientos son algo que no puedes ignorar.

-No puedo enamorarme de ella – Encaró el ambarino – Podría ser la princesa.

- ¿Y qué? – Dijo Eriol – En el amor no existen los status sociales ni nada eso, es algo que no puedes evitar.