Jungkook aún se preguntaba qué había pasado, el por qué había dejado de funcionar. Más no le dio muchas vueltas y decidió llegar a la conclusión que su suegro, seguro solo fue amable y un poco... elocuente.
Por lo tanto se encontraba ya en su casa con su prometida, cenando y conversando.
—al parecer le caíste muy bien a mi padre.—dijo ella, dejando sus abrigos en el perchero.
—¿tú crees?— su prometida asintió acercándose , levantando su mano para llevarlo a la mejilla de su pareja y acariciarla sonriendo.
—no creo. Lo sé.—Jungkook sonrió, quedado pensativo por un rato.
—espero que sea así, cariño. Realmente me dio mucha pena como lo trataste al principio. ¡Pero, te juro que no sabia que era él!
Rose se echó a reí, mirando con adoración al pelinegro.
—te amo, Jungkook.
—te amo mas, mi ángel.—ella sonrió más ancho, haciendo que el corazón de Jungkook se derritiera.—vamos a ducharnos y a domir.
—cierto, estoy cansada.—él asistió mientras caminan a sus habitaciones junto con ella, la última interrumpiendo nuevamente al recordarse de algo.—Verdad, cariño. Mi padre quiere verte mañana. Quiere que la boda sea en la mansión.
Jungkook lo pensó, pues para él no parecía mala idea.
—no está mal, no te preocupes, allá estaré.
ocho de la mañana y Jungkook se encontraba en la puerta de la mansión Kim como su prometida le había indicado.
—buenos días, Señor Jeon.—saludo la señora Lee, está dando el paso al chico mientras se inclinaba un poco.
—buenos días señora Lee, disculpe la hora pero el señor Kim me pidió que viniera.
Ella sonrió, asintiendo mientras este entraba y se colocaba justo en medio de la sala de estar.
—está en su oficina, me dijo que desde que llegara, lo indicara hacía su aposento.
—¿su aposento?
—la habitación del señor Kim es muy grande, por lo tanto su oficina está también en su habitación.
—oh...— Jungkook miro al escalera extrañado pero asintió entendiendo un poco.
—sígame.
La siguió en silencio, jugando con sus propios dedos mientras subían las escaleras. Respirando profundamente cuando llegaron a una puerta blanca con detalles doradas.
—Aquí se encuentra el señor Kim, está permitido que entres por la reunión. Pasa.
Jungkook obedeció.
Cerrando la puerta tras de sí, cuando vio al hombre de cabello negro estaba sumergido en su computador. No pareciéndole extraño que aunque cerró la puerta un poco fuerte, El señor Kim no se inmutó.
—Por fin llegas.—Fueron sus únicas palabras. Jungkook tragó y caminó hacia él, mirando disimuladamente a su alrededor cuando encontró en su derecha, grandes ventanas que dejaban una hermosa vista a su patio. No importándole no ver una cama alrededor—puedes sentarte, tengo cosas que hablar contigo.
Sin más, Jungkook se sentó en el asiento que se encontraba delante de la mesa de Kim, arreglando su traje al momento de que su parte de espalda tocó el asiento. Haciendo que Taehyung lo mirara al momento de que ya por fin, había tomado asiento.
—Aquí estoy señor, a su orden—Tae sonrió, dejando de un lado el computador para mirar detalladamente cómo aquel joven había mencionado eso.
Soltó una pequeña risa por sus adentro y contempló lo bien que se veía el chico con una camisa negra y unos pantalones de vestir azul oscuros. No olvidándose lo bien que se le veía el cabello castaño peinado hacía un lado, dejando ver su rostro con más brillo de lo usual.
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ᴍɪ ꜱᴜᴇɢʀᴏ-ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ+18 [Editando]
Fanfiction- dime, Jungkook. ¿Te arrepientes? -Más que eso, pero... te necesito. ...