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—¿qué hora es...?

Hace rato Jungkook había terminado su ducha y de paso había pedido una pasta. Tenía ropa cómoda, unos pantalones holgados y un camiseta enorme blanca. Su cabello estaba un poco ondulado en su frente gracias a que no lo había secado por completa cuando terminó su ducha. Además de que se encontraba descalzo en el balcón, apoyando sus ante brazos allí para admirar cómo decencia el sol.

Vista que amaba y no dudó en capturar en una foto. Enviándoselo inmediatamente a su prometida, está respondiendo con emojis de corazones y estrellitas.

—es tarde... ¿Sera qué el señor Ki-

Y como si lo invocara su puerta fue tocada, interrumpiendo sus pensamientos. Rápidamente, se dirigió hacia ella. La cual había sonado otra vez en medio de su camino.

— Ya va...

Y cuando abrió la puerta, el mayor se encontraba con su maletín en manos y con la otra levantada. Mirando la hora en su reloj, suspirando como si estuviera estresado.

—Buenas noches, Jungkook— entró, sin más pasando a su lado. Como si fuera su habitación.— ¿ya comiste? Espero que si, traje los documentos de las personas que veremos mañana.

¿Documentos...?

Jungkook suspiró, cerrando su puerta para girarse sobre sus talones y ver cómo su suegro reposaba su maletín en la pequeña mesa del centro que se encontraba al frente del televisor. Tragando un poco cuando lo vio desabotonar los dos botones de su chaqueta y quitarla para tirarla sobre los sillones. Poco después desabotonando igual los dos primero botones de su camisa, remangando las mangas de está hasta sus codos.

—necesito que leas todo, te aprendas los nombres de cada uno de los empresarios que están ahí. Serás mi acompañante, en la mayoría te encargarás de hablarle por mi. —Jungkook lo miro extrañado, caminando un poco hasta sentarse en el sillón mas ancho, tomando el sobre amarillo que estaba junto con el maletín de su suegro. Escuchándolo caminar hasta la pequeña nevera de la habitación y tomar agua.—yo responderé a los que me plazca y vea importante. No me gusta gastar saliva con gente que no vale la pena.

Jungkook asistió, mirando el primer documento y Analizando la foto de un hombre como de.. ¿cuarenta? Más o menos, detallando su edad y nombre.

Choi Siwon:
38 años.
Mitad Coreano, Mitad Americano.
Nacido en New Jersey.
Dirige el consejo de seguridad de la ONU.
- tiene la responsabilidad principal, según lo estipulado en la Carta de las Naciones Unidas, de mantener la paz y seguridad internacionales. Cuenta con 15 Miembros los cuales son dirigidos por el (5 permanentes y 10 no permanentes). -

en la primera hoja está Choi, es el más importante para mi. —Taehyung tomo asiento a su lado, inclinándose hacia atrás y reposando uno sus tobillo sobre la rodilla de su pierna libre. Pasando su brazo sobre el respaldo Jungkook, mientras con la otra abría su corbata y la quitaba de su cuerpo.— será el único con el que hablé, tengo asuntos pendientes con él. Así que cuando se acerque a mi, puedes ir a ver el lugar mientras hablo con él.— Jungkook miraba la foto que se encontraba en la hoja de su mano, había tomado una postura que conllevaba a inclinarse hacia delante y apoyar sus codos sobre sus muslo. Algo cómodo a su parecer.— ¿sabes hablar inglés, verdad?

Asintió, más cuando sintió el aliento en su oreja se sobre salto, no más por el aliento, también pudo escuchar esa voz justo en su oído. Girando rápidamente su cabeza para encontrarse con su suegro a centímetros de su rostro. Teniendo esa ligera sonrisa sarcástica en su cara, poniéndolo nervioso con esos ojos verdes esmeraldas.

Pero Jungkook no se movió ni un centímetro, era como si estuviera hechizado. Podía ver el lunar en su nariz, percatarse de que también tenía otro debajo de su párpado derecho... su perfume, oh su perfume. Olía a Romero.. era suave y refrescante, olía a limpio. Olía a un limpio ligero, Jungkook ni sabía cómo describirlo.

Pero sin duda era delicioso...

Rápidamente se enderezó, carraspeando un poco cuando la cercanía fue sofocante. Taehyung aún sonreía, enderezándose igual sin despegar su brazo del sofá detrás de Jungkook.

—claro, señor. Yo me encargaré...—susurró lo último, sintiendo aún el brazo del hombre detrás de si, carraspeando otra vez para mirar los papeles nuevamente.

—los demás no son de importancia, mientras te aprendas sus nombres y los saludes formalmente. Esta bien.— tragó, moviendo sus manos para no pensar tanto en la cercanía que había plantado el mayor.

Aunque todo se paralizó cuando sintió aquellos dedos masajear su nuca.

—¿Señor Kim...?

—solo es un masaje, es bueno para el estrés.—dijo sin más, moviendo sus dedos de forma delicada contra su cuello. Aunque Jungkook no pudo evitar el jadeo que salió de su boca cuando el masaje se estabilizó mas en la zona donde se sentía pesado.—¿bueno, no?

—mnh... si...—Taehyung enmudeció, sus pupilas dilatándose, su boca secándose y sus dedos tratando de buscar otra zona delicada. Ignorando el tirón de sus pantalones cuando aquella linda boquita soltó un gemido placentero. —A-ah...

Dios mío, gemía extremadamente dulce. Taehyung amo los pequeños jadeos placenteros de Jungkook. Aunque no tenía nada que ver con la voz gruesa del chico, aquellos sonidos eran arte y solo estaba así por sus masajes... ¿como seria cuando lo tuviera..-?

—gracias, Señor Kim. Realmente lo necesitaba.—y no sabía cuando había parado de dar los pequeños toques por sus pensamientos pero Jungkook habia aprovecho para apartarse y apoyarse en el sofá, leyendo los documentos en sus manos. Moviendo su cabeza de un lado a otro para poder estirarse.—Mañana... ¿a que hora, señor?

—a las ocho tienes que estar listo. —se levantó, tomando rápidamente sus pertenecías.— Las mucamas dejaron un traje pulcro que mande hacer a tu medida. —dijo, señalando la entrada del armario que estaba en la esquina de su cama. Tomando la perrilla de la puerta principal para hablar mientras salía.— Esta en el armario, utilízalo para mañana. ¿De acuerdo?

—Si señor...

Y sin más, Taehyung se había marchado, dejando aún Jungkook ligeramente confundido por su actitud.

¿Soy yo o se le veía desesperado?

No, no eras tú Jungkook.

Aún así, optó por irse a dormir mientras leía. Tenía una memoria única así que no se le complicó aprenderse todo tan rápido y cuando se acostó en la cama boca arriba... se sintió flotar, el masaje que su suegro le había hecho, hizo un efecto maravilloso en él.

Manos ásperas, grandes pero delicadas...

Ese hombre lo volvería loco sin duda alguna.
























Editado.

Gracias por el amor que le dan a la historia 💗 besos

ᴍɪ ꜱᴜᴇɢʀᴏ-ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ+18 [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora